miércoles, 23 de marzo de 2011

HITOS


Como a niños, nos asustaron con el cuco, para quitarnos la libertad de la siesta y  la dulzura del caramelo. Nos hicieron leer cuentos de brujas y lobizones  para que nos durmiéramos callados y temerosos. Y cuando Rodolfo quiso decirnos que los tres reyes magos no nos traían regalos, sino que nos robaban los sueños, no nos dejaron dejaron verlo más, ni le dejaron escribir más cartas.
Como a los tontos nos engañaron con bienaventuranzas, y nos hicieron creer que era de locas la ronda de la Plaza.

Y que el festejo de un gol mundial era la más clara muestra de que éramos derechos y humanos. La siesta deportiva sin igual ponía su cortina de papelitos y cintas de papel para que no veamos los alambres de púas del encierro ni las puertas de las fábricas cerradas.


Como los ciegos, caminamos 30 años entre tropiezos esquizoides.


Si la esperanza se enderezó un 10 de diciembre y el “Nunca Más” sacó a la luz la crónica del horror, si ver a los triunviros en el estrado era un buen comienzo; la pascua reveló que no era cierto que la casa estaba en orden.

En el sótano conspiraban las ratas, y se instruyó a los Fiscales, se concluyó que la obediencia debida justificaba la muerte y se puso punto final al anhelo de que purpurados obispos, trajeados empresarios, cagatintas enriquecidos, economistas de Chicago, oligarcas ruralistas, den también razón de por qué su dinero olía a sangre, censura y destierro.  
Abuelas y madres siguieron resucitando la verdad, siguieron sembrando la memoria, siguieron pretendiendo que la Justicia cortara de un tajo su venda y se diera cuenta que su balanza estaba desequilibrada de tanto llenar un plato de indultos y amnistías, de prohibiciones de extradición, de policías y milicos reciclados en exitosos demócratas.


Ante tanto cómplice, tanto encubridor, tanto apologista meritorio desde entonces ¿No es vano reforzar las líneas de los militantes de la impostura con tipos que asumen que “me tienen podrido con la Dictadura… con cosas que pasaron hace 35 años”? No apareció el último desaparecido, no se restituyó la identidad al último hijo-nieto, aún no se reabrió la última fábrica cerrada por el neoliberalismo, aún no dejó de padecer hambre el último niño, todavía no aprendió a leer el último analfabeto, sigue sufriendo pesadillas el último colimba de Malvinas, sigue sin condena el último genocida, sigue sin dar razón de su riqueza el último cómplice enriquecido, sigue sin pedir perdón el último prelado. No Lanata, no pasaron hace treinta y cinco años, las cosas nos siguen pasando todavía. Sí Lanata, estás podrido.

Ante tanto converso ¿A quien puede sorprender  que abuelas y madres llamaran “su hijo” a quien las cobijó y tendió su mano, a quien se puso los pantalones de Presidente e hizo “pata ancha” a la hora de honrar la memoria de los compañeros con juicio y castigo a los culpables, con la restitución de nietos, con la reconstrucción de la memoria activa?


Porque también de símbolos se construye la memoria.

(los videos son extraídos de http://www.24demarzo.gov.ar/)

1 comentario:

Anónimo dijo...

e hija Cristina, que con mucho honor y ovarios continúa el modelo lo profundiza y perfecciona!!! CFK 2011 y no volvemos ni un paso atrás