- Si, Marielita…
- Sr. Intendente, Carmiño Anchorena pide hablar con
Usted.
- ¿Tiene Audiencia?
- Eh… no, pero
tiene al “Trencito de la Alegría” parado en el frente de la Municipalidad; y las
madres, el placero y el cura se quejan, unas porque los gurises se aburren y se
ponen insoportables, el placero porque pisan el pasto y rompen las plantas y el
cura porque apedrean las palomas de la iglesia.
- ¿Pero que bicho le picó a ese? ¿Se puede saber que
quiere?
- No, se niega a expresar sus peticiones ante otro que no
sea Usted.
- Bueno, dígale que me eleve una nota por mesa de
entradas.
- Negativo. Ya se lo sugerí, pero no accede. Dice que es
de suma importancia y quiere dialogar personalmente con usted para alcanzar un
consenso. Eso dice.
- La puta… dígale que venga pasado mañana a las 9, que le
hago lugar en la agenda y…
- Mire que dice que hasta que no lo atienda, el no mueve
el trencito de la puerta de la Municipalidad… y no está pegado al cordón, sino
que está atravesado en la esquina.
- Lo tiró. Hágame el favor de llamarlos a los de la “Liga
de defensa del Cururú” y páseme la audiencia que tenían fijada para pasado
mañana a las 9, por razones de fuerza mayor, dígales. Y hágamelo pasar a este…
***-**-***
- Buenaaas…
- Buenos días. ¿Se puede saber cuál es el motivo de su
urgencia?
- Sí. En primer
lugar quiero expresarle mi más absoluta solidaridad con la lucha emprendida por
los compañeros de la “Liga de defensa del Cururú” y con sus objetivos de preservar
esa especie amenazada. Asimismo exigirle que el Estado les conceda de inmediato
una audiencia y que atienda sus requerimientos de manera urgente en beneficio
del medio ambiente vulnerado.
- ¿Me está jodiendo, Anchorena?
- Quiero advertirle que no aceptaré ninguna interrupción
en la expresión de mi petitorio, y que de ello suceder consideraré su actitud
persecutoria y discriminatoria…
- Pero usted es un atrevido…
- En segundo lugar, y eludiendo su actitud provocativa,
quiero denunciar la actitud pro-patronalista de Juan Torres, el placero, y
Mariano Risort, el inspector, que permiten la explotación del “Tren de la Alegría”
que circula por la Paza Almte. Stamponetta en condiciones que afectan la
dignidad de los usuarios, y amenaza los derechos de los niños por exceso de
pasajeros y ausencia de artefactos de seguridad.
- Bueno… pondré en conocimiento de la situación al
Juzgado de Faltas…
- Ja! Por supuesto, siempre echando mano a salidas
represivas de corte dilatorio y superficial que no implican una modificación
sustancial del status quo de privilegio y explotación. Una típica respuesta de
un Estado burgués-bonapartista.
- Eh… no lo entiendo Anchorena…
- Con el respaldo de la representación gremial que me
asiste, y en mi carácter de personal único de la empresa “Trencito de la
Alegría”, he iniciado un plan de lucha que propende a que el Estado Municipal
se haga cargo de ese servicio esencial, en el marco de una propuesta que
integre los intereses de los usuario y los derechos al control de gestión y
participación en las ganancias que corresponden a los obreros implicados, a quienes,
obviamente, deberán serle garantizados la continuidad de los puestos de trabajo
y los derechos adquiridos derivados de la antigüedad, categoría profesional,
vacaciones pagas, representación sindical y aportes previsionales.
- Si, si claro…
digame, ¿pero usted no ha conversado con el dueño del trencito? Mire que Don
Pedro es un tipo accesible, y lo tiene a mano todos los días, está ahí nomás en
la plaza, atendiendo la calesita.
- Me niego a entablar negociaciones con ese explotador
antiobrero, ilegítimo monopolista beneficiado con la política privatizadora de
los noventa.
- Ah… bueno, mire… me deja sin palabras… ¿Qué solución
sugiere?
- Expropiación sin indemnización ¡YA! del “Trencito de la
Alegría” y la constitución de una empresa con participación de los usuarios
bajo la gestión obrera, subsidiada por el estado y con créditos públicos no
reintegrables para renovación total de las unidades afectadas al servicio,
ampliación de los recorridos a la plaza de Paraje de Elortondo y garantías de su rentabilidad y funcionamiento en
condiciones de competitividad internacional.
- Estee… bueno, déjeme pensarlo, tendría que hablarlo con
Don Pedro, mínimo, y voy a tener que dar intervención al Consejo Deliberante,
vea… lo de Paraje de Elortondo no sé... es otro municipio.
- Le doy 48 horas de plazo perentorio e improrrogable para
que desarrolle sus artilugios conciliacionistas. Pasado mañana a las 9 me tiene
acá para recibir la respuesta a mis demandas. Y no sueñe que voy a suspender el plan de lucha en el interín…
- Bueno… pero ¿podrá correrme el trencito de la esquina?
Es que me dificulta el tránsito, vio?
- Está bien… para demostrar mi buena fe y mi actitud
negociadora, asumiré el riesgo de que mi conducta pueda ser tildada de
reaccionaria o entreguista. Pero el resto del plan de lucha sigue en pié, con
trabajo a reglamento por tiempo indeterminado.
- Bueno, bueno… nos vemos entonces…
- Un par de cositas más…
- ¿Y ahora?
- No se olvide de que va a tener que abonarme la
indemnización por despido, los adicionales
por los daños causados por la estatización del servicio y una generosa gratificación
por mi constricción al trabajo y mi apego a la correcta prestación del
servicio. De más está aclararle que no acepto pago en cuotas… Y que cuando redacte
la nueva nómina del personal afectado, no se olvide de incluirlo al Payaso
Piruchita, el que trabaja en la plaza también, pero en condiciones de tercerización y precarización. Es mi cuñado y no quisiera verme
obligado a denunciarlo a usted por discriminador, por negarse a incorporarlo como
personal por el sólo hecho de no haber participado en su campaña para Intendente
¿eh?