miércoles, 23 de diciembre de 2015

¡Bienvenidos al Reino Unido Bananero de Eufemia e Ínsulas de Hipocrésia!




Este alegre Estado se asienta en los territorios que otrora pertenecieran a la República Argentina, se encuentra gobernado por un Mongarca Absoluto (Mauris I, El Decretador), cuya legitimidad de origen reposa en la voluntad democrática de la masa de los idiotas (del griego  ἰδιώτης, idiōtēs “ciudadano solo ocupado de sus asuntos privados y egoísta, que no se ocupa de los asuntos públicos”) y cuya soberana autoridad sólo es superada por la de la Embajada Norteamericana y por los directorios de un par de centenares de corporaciones.



El idioma nacional es el "eufémico", un dialecto endémico cuya base lingüística es el castellano al que se le han introducido, desde las élites culturales, sutiles modificaciones al sentido de algunos vocablos (vg.: lo que antes se llamaba “inflación” ahora se denomina “sinceramiento de precios”; devaluación-unificación del dólar-apreciación del peso, represión-incidentes, despidos masivos-modernización del Estado, decretazos-normalización, designación a dedo-cobertura de cargos, etc.) y la simple eliminación de otros términos (o su uso sólo en referencia al pasado reciente: autoritario, avasallamiento del Poder Judicial, corrupción, inseguridad, imprevisibilidad, inseguridad jurídica, atentado a la libertad de expresión, etc.).

El sistema político aún no se halla totalmente consolidado. Un ejemplo de ello es el reciente equívoco suscitado a raíz de una interpretación de una norma constitucional. El Mongarca Absoluto consideró que estaba a derecho al designar a 2 integrantes de la Suprema Corte de Justicia, y el presidente del máximo órgano judicial, abrazó con satisfacción el acto de gobierno, olvidando que, en el vertiginoso ejercicio de su función, apenas 6 meses antes había resuelto que siempre (y aunque sea para ocupar ese mismo cargo de manera transitoria) el Poder Ejecutivo debía contar con el aval de las 2/3 del Senado. Se dice que al Presidente de la Suprema Corte alguien le recordó que hacía poco tiempo había dicho que “los gobiernos y las leyes pasan, los jueces deben atenerse a los principios”, a lo que respondió en tono grouchomarxesco “esos eran mis principios, pero ahora tengo estos otros”.

Otras de las profundas reformas introducidas ha sido el reemplazo del Gabinete de Ministros por un Cónclave de CEOs de Multinacionales, quienes en general reconocen férrea pertenencia a las empresas que les permitieron la posibilidad de acceder a semejante honra. Así, los destinos del ansiado autoabastecimiento energético quedaron en manos del CEO de una importante petrolera extranjera que goza del privilegio de ser considerada una de las 20 empresas más contaminantes del mundo. Afortunadamente su responsabilidad frente a la conservación del medioambiente será controlada por un Rabino que, si bien reconoce su desconocimiento sobre la materia, asumió el firme compromiso de interiorizarse en la temática y limpiar el Riachuelo. Asimismo, los intereses de las aerolíneas estatales serán preservados por la CEO de una SRL automotriz, respaldada por funcionarios escogidos de una Aerolínea extranjera que es la principal competidora de la local. El Ministerio de Educación cuenta con la conducción de un licenciado en informática; la Secretaría de Cultura y los contenidos cinematográficos a ser financiados por el Estado, en cambio, están a cargo de ex gerentes de una empresa que se dedica, justamente, a la industria editorial y cinematográfica. Casualmente, la misma empresa en la que trabajó el nuevo encargado de administrar el fondo de sustentabilidad del sistema previsional, bajo cuya influencia se encuentran acciones de esa empresa y cuyos prácticas supuestamente monopólicas pueden llegar a ser cuestionados por un Organismo estatal recientemente intervenido. Afortunadamente, el sistema judicial que dirime el conflicto suscitado con el organismo (AFSCA) tiene en sus manos la última palabra, que, de prosperar los nombramientos en la Suprema Corte impulsados por el Poder Ejecutivo, será emitida, entre otros, por el mismo profesional que impulsa la enervación de la aplicación de la norma, patrocinando cautelares en tal sentido, lo que acredita su amplio conocimiento sobre el tema.  

El tercer Poder del Estado está cargo de un Legislativo Bicameral meramente nominal, por lo que críticos al nuevo régimen se atrven a tildarlo de NO-Poder. Habida cuenta de que ese poder está mayoritariamente integrado por representantes de la oposición, cabe colegir que los ciudadanos que ungieron sus integrantes en tal función, han sido reducidos a la calidad de “Ilotas” (del griego Εἱλώτης, Heilṓtēs, “siervos que pertenecen al Estado, sin derechos políticos,  adscritos a la propiedad que cultivan o trabajan”), quienes así quedaron sujetos a los caprichos de los idiotas. La condición de idiota  es ensalzada por el nuevo régimen, quien aplica los epítetos de “politizado” o “militante” para descalificar a quienes se oponen por cualquier medio a alguna de las medidas que adopta o se resiste tercamente a adherirse a la “Revolución de la Alegría” implementada desde las más altas esferas como Política de Estado, bajo las estimulantes consignas de "sonría, la PFA lo está filmando y la Gendarmería lo está apuntando".



sábado, 19 de diciembre de 2015

A esta también ya la vimos.


"En canal 13 acaban de anunciar un programa que van a emitir el domingo a las 23. Se llama "Ficción K. El documental del relato".



A esta película ya la hicieron (en 1957), aunque no la vimos. Como se aprecia en el primer documental (elaborado en 2007 con tramos de la película propagandística "El Mito" nunca estrenada y entrevistas), ni la Fusiladora se atrevió a tanto.






Bueno, y ya que estamos, sigamos el continuado en matinée, especial para ver en familia y explicarle a los niños que la infamia podrá tener patas cortas, pero historia larga.




Lamentablemente, no pude encontrar en la web "El Mito" de 1957 en estado puro, parece ser lo suficientemente vomitivo como para no poder ser visto de un tirón.


jueves, 3 de diciembre de 2015

Eustaquio: Sobre la riqueza de la forma y la insustancialidad del contenido.



¿Quién no recuerda a Eustaquio? Aquel entrañable y atildado personaje nacido de la pluma del uruguayo Aquiles Fábregat (Fabre) y crudamente dibujado por su connacional Tabaré. Por los ochenta la descocía desde las páginas de Humo®. 




Básicamente, la situación era siempre la misma. 1) el desprevenido Eustaquio salía alegremente a pasear por los suburbios; 2) Aparecía (por lo menos) un gigantesco y grotesco negro con el que intercambiaba algunas palabras; 3) El negro se lo sodomizaba sin contemplaciones ni estilo, dando lugar a un nuevo apodo para Eustaquio. Lo realmente importante de la historieta era la forma en que era contada, con una elaborada, fina, preciosista, barroca, detallista prosa.

El recuerdo de Eustaquio me afloró al unir las consideraciones mediáticas de 2 sujetos: el periodista de instigación Luis Majul y el Excmo. Sr, Presidente electo de todos los argentinos, el Mauricio.

Luis tildó de “prejuiciosos” a todos aquellos que, a la vista de los nombres propios que integrarán el Gabinete Nacional, nos corre una gota fría por la espalda, cual acólito incofeso a la vista de la Séptima Señal del Apocalipsis. Prejuiciosos, nos dice, porque hacemos juicios de valor o adjudicamos la hechura de calamidades a pobres CEOs de multinacionales que aún no han dicho ni hecho nada. A Majul le gustaría que renegáramos del conocimiento de la historia, que hayamos olvidado qué le pasó a este país la última que un tipo de esas características y de las convicciones ideológicas del “equipo” se adueñó de la manija del Estado (*). En fin, el periodista nos aconseja que adoptemos la actitud positiva de aquel que, mientras cae en un profundo barranco, a mitad de camino reflexiona “hasta ahora, no ha pasado nada”. 

Pero claro, acá no hay ningún asunto caliginoso, quien lee el primer cuadrito de un capítulo del Romancero de Eustaquio, sabe, a partir de la lectura de los precedentes, cuál será el fatal desenlace. Lo nuevo y atrapante es, nada más, los recursos literarios y gráficos que el autor y su compinche dibujante desplegarán para obligarnos a transitar el sendero que une ambos extremos de la trama. 

Es en este punto donde acusó mayor perspicacia el Excmo. Sr, Presidente electo de todos los argentinos. En ocasión de presentar públicamente a su gabinete en el Jardín Botánico porteño, nos cuenta que sólo les pidió 4 cosas a sus espadachines: una de ellas es que “comuniquen bien”. Es decir, hagan la de Fabre y Tabaré, manténgalos atados al devenir del relato, distraigan el interés de tantos incautos Eustaquios que salieron a transitar alegre y voluntariamente la oscuridad del arrabal, para que se olviden de que, más tarde o más temprano, serán empomados sin compasión.




(*) José Alfredo Martinez de Hoz, ex presidente de la SRA, CEO de Petrolera Petrosur, Financiera Rosafin, Bs.As. Cia. de Seguros, y de las más conocidas Compañía Italo Argentina de Electricidad y Acindar.