sábado, 31 de diciembre de 2011

Fin de año, ¡a descorchar!


Los convencionalismos sociales exigen que hoy despidamos el año. Y está bien que así sea che, en algún momento hay que remozar la esperanza de que podemos barajar, cortar y dar de nuevo. Si no fuera por el triunfazo Cristina... dejémonos de joder, uno no sabría si a este año despedirlo o apedrearlo.

Recibimos desde todos los wines, nos apalearon hasta en las vísceras más sentidas,  nos maltrataron como si fuéramos los culpables del pecado original y de abrir la caja de Pandora. Para colmo se nos fueron varios.

Nos acusaron sin solución de continuidad de fascistas, nazis, tripleaístas, corruptos, mercenarios, mesiánicos, mentirosos, censores, autistas, ladrones, y de fomentar la lapidación de Jorge Lanata desde los balcones... 

Sin embargo pudimos ver desde un privilegiado balcón, como por primera vez no importábamos las consecuencias de una crisis espeluznante y duredera que se llevaba puestos 4 gobiernos de la cuna de la civilización occidental.

Vimos como la primavera árabe se trastocaba en un frío invierno al calor de las bombas de la OTAN, o de la represión de la nueva dictadura egipcia. Y como las monarquías teocráticas absolutas saudíe y qatarí que reprimen con tanques las protestas en Bahrein, mutan en democráticos defensores de los derechos humanos en Siria.

El 2011 merece ser consagrado como el Año Mundial de la Hipocresía. El año donde los invasores son bendecidos y los invadidos son señalados por el sínico dedo proimperialista del Gran Fiscal Argentino, ex conductor de una mala copia del programa preferido de Raymond Babbitt. 

Que nos devuelvan al sorete gangoso completa el mal chiste de los regalitos de fin de año, el otro fue la noticia de que Cristina pasó a formar parte del club de los líderes latinoamericanos afectados por la enfermedad maldita.

Que quieren que les diga, a pesar de todo soy optimista, debe ser más fácil la operación de tiroides que extirparles a los argentinos los monopólicos dueños de la verdad televisada o escrita, actual o histórica, que sedimentaron sus consciencias con agobiantes proclamas de fracasos durante décadas. Y en eso estamos.

Mis deseos? Amor sí, pero nada de paz, no creo que la paz pueda lograr ni mayor igualdad, ni que puedan ampararse bajo el techo de la dignidad los miles de hermanos que todavía esperan salir de la intemperie a la que los arrojó el neoliberalismo.

Y para los compañeros... que cuando mañana se acallen los cohetes y vuelvan los perros que huyeron espantados a sus casas, nos encuentre firmes y dispuestos a seguir construyendo una realidad que no nos atrevíamos siquiera a soñar hace 10 años.

Ah sí, y mucha espiritualidad... pero con estilo:




Feliz 2012...

8 comentarios:

Pibe Peronista dijo...

FELIZ AÑO RUCIO! AMIGO, COMPAÑERO, CAPO!!!

UN GRAN ABRAZO

daniel mancuso dijo...

excelente, hasta la victoria siempre, abrazo

edgardo dijo...

feliz años para usted tambièn, cerramos un año de puta madre y vamos por mas!!!!

Lucía dijo...

Feliz Año Rucio!!!

Un abrazo!!

Adán De Ucea Queralt dijo...

Eso, felicidad redistribuida para todos y todas!
Abrazos, compañer@s y fue un gustazo leernos. Salud!

Unknown dijo...

Pues eso ¡Feliz año!, pero con mucho quilombo, del bueno ,claro está.

Unknown dijo...

Feliz año para Rucio y sus lectores.

roberto dijo...

Éxitos para 2012 y los que siguen kumpa Rucio, que la felicidad invada vuestro cuerpo y siga desparramando letras para compartirlas. Nos seguimos leyendo para continuar abriendo nuestras fauces cerebrales!!