domingo, 10 de noviembre de 2013

Cacero-SO-litos. ¿Porque aman a Boudou?




El récord político de De la Rua fue roto zcan-daló-zamente y sin atenuantes. Fernandito tardó menos de dos años en dilapidar el fabuloso capital social logrado por la expectativa que generó la Alianza en 1999.

La oposición político-mediática-empresaria, en 15 días de esfuerzos esmerados y tezoneros, logró aniquilar cualquier proyección hacia el 2015 de lo que pretendía vender como un aplastante triunfo electoral.
 
¿Cenizas?

No resultaba fácil disimular el hecho de que, hace 15 días, el FPV lograba mantener el quórum propio y (por ende) se constituía en mayoría en ambas Cámaras del Congreso. De este modo, el gobierno conserva intacta la iniciativa política en los próximos 2 años, factor de poder esencial para lograr un tránsito institucionalmente tranquilo hacia la sucesión presidencial. Un elemento del que no gozó en el bienio previo a la reelección de Cristina, a pesar de lo que sobrellevó exitosamente el trance. El desafío, en cambio, resultó insuperable para Alfonsín (pierde frente a la “Renovación Peronista” en el ‘87), Menem (pierde frente a la Alianza en el ‘97) y De La Rua (pierde frente a Clemente en el ‘01). 

Mucho menos fácil era eludir en el análisis que, en el plazo que transcurrió entre las PASO y las elecciones legislativas (un plazo que debía ser útil para consolidar una derrota aún más contundente que resulte un signo claro de la irreversibilidad de la “caída del régimen”, del inicio definitivo de la tan anunciada transición y fin de ciclo), el oficialismo en vez de decrecer en las preferencias del electorado, obtenía un millón y medio de votos más, ampliando su porción de la torta de menos de un 29% a más del 33%. Extraño síntoma para una decadencia.

A pesar de ello, en franca contradicción con las matemáticas, las proyecciones, la estadística, la práctica y la ciencia política, la historia reciente y el sentido común del menos avisado de los analistas, el enorme poder de fuego de la artillería mediática intentaba denodadamente tergiversar las lecturas posibles de un resultado puesto y, a la vez, exacerbar las expectativas de Sergio Masa, un candidato que obtuvo el único mérito de consagrarse como primera minoría en un solo distrito.

Los primeros traspiés en la estrategia que intentaba consagrar un triunfo mediático cuando no se lo había logrado construir electoralmente, provinieron desde flancos impensados. El resto, fue mérito propio.

Al primero lo propinó un despechado Mauricio Macri. Antes de que termine el escrutinio (animado seguramente porque, por primera vez, había logrado trascender decorosamente las fronteras porteñas consiguiendo que sus anémicas bancadas sean engrosadas por representantes entrerrianos, pampeanos, cordobeses y santafesinos, a los que se sumarían un par de días más tarde 3 bonaerenses tránsfugas de las líneas de “El Favorito”) lanza su candidatura presidencial jurando que en su gabinete no admitiría la presencia de nadie que hubiese ocupado cargos en el kirchnerismo. Aniquila de este modo la construcción de una alianza de derechas que debe ser “conditio sine qua non” para la reedición del noventismo, y condena a los aspirantes a la lucha por la mútua fagocitación.

Tampoco es ajeno a esta realidad donde la diáspora se impone a la necesidad de unidad el progre-gre-sismo de cotillón (segunda fuerza en el acumulado). En la UCR el Coboalfonsinismo vela armas para confrontar con el eje Sanzmoralista, mientras afuera aguardan el Hermesbinnerismo y el Carriopinismo, sin que se sepa aún que papel jugarán el Dondituminismo, en Stobizermillmanismo y el D.

No pasaron 48 horas, y ahora fue la Suprema Corte de Justicia la que resquebraja la avanzada de colonización intelectual, obligando al rotundo cambio del eje de la discusión que tanto lamentaran Morales Solá, Blanc, Lanatta y los restantes mercenarios del discurso mediáticamente hegemónico.  La declaración de Constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hizo volar la santabárbara de quienes machacaban sobre la disociación de dos verdades: la correlación de fuerzas manifiesta en las urnas y la construida recurriendo al método del recorte, la dialéctica exageración-ninguneo y la materialización de ambiciones y deseos. 

Ambos acontecimientos sólo dejaron espacios para destempladas reacciones, indudablemente articuladas, pero condenadas al fracaso cuando no al papelón, que denotaron, por sobre todo, la escasez de recursos innovadores.  

En una semana, fracasaron el desembarco de “un grupo de periodistas” en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la embestida de los legisladores nacionales PRO intentando la suspensión de la ejecución de la sentencia de la Corte, los “Operativos Victimización” encargados a Magdalena Ruiz Guiñazú (supuesta perseguida por la AFIP) y Alfredo Leuco (supuestamente asaltado por “motochorros seleccionados por el kirchnerismo”), todos movimientos que invitaron a la risa desenfadada más que a la solidaridad, el análisis o la comprensión.




Si no fuera por la señera reprimenda y convocatoria a la rebelión lanzada en su show dominical por el almirante de la armada clarinesca y Pope de la comunicación polichinelística (amparado en el lastimero relato de su próximo trasplante), estas consagraciones del disparate lucirían inconexas, torpes y banales. Sin embargo (teniendo en cuenta aquel hilo conductor) tranquilamente pueden ser considerados como eslabones de una cadena de estimulación “indignizante” de cerebros frustrados por no haber obtenido un triunfo electoral que no requiera de retorcidas explicaciones para patentizarse o, al menos, que les permita avizorar un horizonte que excluya la molesta presencia “K”. 

La explicación es funcional a que la “mimada Lilita” había encendido la mecha reflotando el viejo artilugio del contubernio “Cristina-Corte” (hipótesis llevada a la justicia en abril y desechada por “inverosímil” en todas las instancias) y convocara a cacerolear en repudio a la sentencia que ponía en vilo la hegemonía discursiva del Grupo Clarín.   

Los resultados están a la vista. El 8-N coronó la semana con otro estrepitoso fracaso, demostró la actual incapacidad de articulación de vectores que habían empujado hacia una discreta relevancia a las anteriores experiencias, y preanuncia el ocaso de una práctica desgastada por la inexistencia de logros y por la imposibilidad de generar  propuestas en su seno (ni siquiera propuestas viables, simplemente propuestas que congloben las expectativas de sus participantes).

Hilando más fino, quizás la contundencia de estos nuevos fracasos también denoten la pérdida de eficacia de la prédica de sus mentores. Quizás, por una de esas insólitas reglas de la neurología aún por descubrir, frente a un ignoto estímulo se provoca una reacción simultánea en miles de cerebros, y en algún intersticio cerebral, dos neuronas desechadas logran hacer sinapsis y motorizar el entendimiento de que, en nombre de libertades propias y de una república formalista, sus extremidades superiores son movidas a batir objetos ruidosos en la exclusiva defensa de intereses y privilegios ajenos. 

Quizás sea eso, o tal vez la lluvia, o en realidad, que amen secreta e inconfesadamente a Boudou.


3 comentarios:

Luis Quijote dijo...

El 8N fueron a cacerolear, pero sin consignas.
Era un "no se de que se trata pero me opongo".

ram dijo...

Debería desarrollar más la idea del final.
Hay cosas notables en este momento de apocalipsis político opositor, mediático y cacerolo/callejero, justo después de ganar las elecciones y de dar por empezado el fin de ciclo K.
Algo malo está pasando, ¿no me cree? acabo de ver por ahí una foto de binner estrenando testa rojiza, increíble, se viene el poyo binner!
La diktadora que encima tiene el tupé de no estar y que el derrumbe de estanterías acontezca durante la "presidencia Budú".
Si uno no cree en brujerías ni hechizos ni fenómenos sobrenaturales, es un buen momento para empezar a creer, cosa e'mandinga estos K!

Linus dijo...

JÁ! Muy bueno, lo de que "secretamente tal vez aman a Bodou" GENIAL. jaja
Cualquiera pensaría que aprovechando que Cristina está vulnerable físicamente, Bodou en plena presidencia suplente, con la "derrota electoral", etc, etc... los cacerolos iban a salir a "tomar el país"... pero no salió ni el loro... como puso RAM : cosa e'mandinga.

Es muy bueno el planteo del articulo, entender como se desinfló en horas nomás, la "victoria electoral" justificada mayormente en el solo hecho de no tener que ver nuevamente ése terrorífico "54%" que "tuvieron adentro" cada segundo de estos dos últimos años... Diría que la "operación Massa" les salió como tiro por culata, Massa apunta a un target electoral que no banca "caudillos", no banca "hacer política", osea, TODO la infernal manija mediática que invirtieron en el personaje éste no reditúa en generar un clima social en la zona metropolitana..(ese territorio le pertenece a otro)... lo que rejuntó +S.A. en el grandísimo territorio metropolitano, ANTEAYER: fueron los que subieron al pedestal a DeNarvaez; AYER nomás: a Binner; HOY: a Massa... mañana, a Mauricio?... El movimiento "cacerolero", "anti x", o "independiente", no se traduce en construcción de poder político... es un sujeto social que no acepta construir nada político, ni les interesa. Son movilizados de otra manera, y lo que pasó con este fracacerolazo es muy bueno para estudiar esa dinámica de movilización.

Mauricio... Mauricio gobierna la capital, Mauricio además es "Macri"... Massa, Massita no se sabe si asume su banca, es solo una promesa, y en la Argentina sabemos bien lo que vale una "promesa"... Mauricio es seguridad y poder político HOY de cara a la corpo mediática, la cual disparará su último cañonazo electoral en 2015... Queda un solo cartucho y Mauri no se lo va a dejar al "Massa" éste, que lo echaron ayer nomas del gabinete de Cristina... Como señaló la propia CFK, el "mérito político" de Mauricio, es que no es un tibio, dice lo que piensa aunque sea una forrada impresentable, los que votan a ese tipo saben lo que votan... los que votan a Massa en cambio, en cuestión de horas pueden votar otra jeta... Mauricio esta parado en terreno sólido, el Massita éste no se sabe bien donde hace equilibrio hoy... ambos quieren lo mismo y Mauri aniquila todo lo que se le cruza enfrente... ¿Quien volteó el 8N? Sólo no creo que se haya caído, "alguien" no quiso que estos mamertos salgan a la vereda... y esto ya es un asunto de territorio político opi...