lunes, 22 de febrero de 2016

La política es delito otra vez.

El Presidente Mauricio Macri explicita su concepto de "política", abjurando de la democracia que lo ungió.
 
Según el "Mataburro Lunfa" de la página elortiba.org: "AGUANTADERO : Refugio de delincuentes buscados por la ley, en donde esperan o "aguantan" hasta un mejor momento".




La política así es asociada a la actividad ilícita, delictual, trazando un nuevo hilo conductor que emparenta el discurso de "Cambiemos" con las prácticas de las dictaduras militares. 

Nada nuevo bajo el sol, continúa la línea del "Protocolo antipiquetes" (consciente que la protesta social no es otra cosa que la manifestación de un cuestionamiento político), engendro que consagra la arbitrariedad de resolver el conflicto entre derechos constitucionales (el de peticionar a las autoridades y de manifestarse por un lado y el de tránsito por otro) a fuerza de garrotazos y balas de goma (con la mayor de las fortunas); y de la embozada acusación de sedición con la que se caracterizó, en primera instancia, a los reclamos de la Tupac Amaru en Jujuy. 

Decreta así que ya no hay espacio para la lucha de ideas, ni para el acuerdo, ni para el consenso, ni para el diálogo, en el ámbito reconocido por la sociedad, justamente, para que se desarrollen. Una forma berreta de alucinar el fin de las ideologías.

Ratifica de este modo que el Estado es un terreno destinado a ser colonizado por las corporaciones económicas, para destruir todo cadena transmisora que lo vincule con la sociedad, salvo aquellas articulaciones que el mercado premie con la rentabilidad, en cuyo caso serán destinados a ser negocios de los amigos. 

Bienvenidos, amigos, al Estado del S. XXI, demasiado parecido al de la trigésima década del S. XX, pero ahora con incorpóreos expedientes digitales (seguramente tan engorrosos y lentos como sus ancestros en papel) que reemplazarán la participación ciudadana.




 

domingo, 14 de febrero de 2016

Devaluación afectiva.

(Lo importante es la actitud)



Seamos realistas. 

Con el precio que tiene la carne. es más probable que te baje la luna a que te entregue el corazón.

 

viernes, 12 de febrero de 2016

Organigramas.


Como se puede observar en el esquema 1, la estructura administrativa populista suele ser burda e ineficiente. Podemos detenernos un segundo en la base para concluir que sobreabundan los empleados con contacto al público general, sin discriminación, pero necesarios en la organización para mantener la enorme cantidad de vagos planeros (beneficiarios de AUH y de asignaciones por embarazo, beneficiarios de los sistemas públicos de educación y salud, gente que tiene dificultades para acceder al servicio de justicia, estudiantes becados, jubilados, trabajadores de economía social, pequeños emprendedores, etc., etc.) que genera el régimen al sólo efecto de mantener contentas tanto a los pobres que lo son porque no se esmeran lo suficiente como a los numerosos ñoquis que se creen que el Estado es una Bolsa de Trabajo, y así, en razón de su número, perpetuarse indefinidamente en el poder.


ESQUEMA 1



Gracias a los esfuerzos coordinados por el Ministerio de Modernización, el gobierno de “Cambiemos” viene reestructurando un diagrama (Esquema 2) mucho más ágil y dinámico, que favorece las prácticas colaborativas y las actitudes proactivas y propositivas, alimentando la sinergia entre CEOs y no CEOs, donde se puede afirmar de modo asertivo que las decisiones y los recursos (fundamentalmente económicos) no se desperdigan sino que se concentran en pocas manos, privilegiando mediante la eliminación de trabas burocráticas a quienes realmente ofrecen oportunidades de negocios y desalentando las prácticas clientelísticas generalizadas.


ESQUEMA 2



1) Ministro

2) Secretarios (etc.)

3) Área de armonización y sinergia

4) Jefatura de Asesores

5) Gabinete de Asesores

6) Consultores externos

7) Asesores de marketing, imagen y discursos

8) Subsecretaría de Coaching

9) Gerencias de atención privilegiada por la puerta del costado.

10) Jefatura de relaciones con el público y derivación al sector privado.

11) Ventanilla única de atención al público en general.



miércoles, 10 de febrero de 2016

El arbol siempre hace ruido cuando cae. Aunque no lo escuches.

  
Anduvo Eladio Nicasio Corral Cantard miles de kilómetros, por mar, sabanas y montañas, junto a su joven hijo, empujado por la necesidad de encontrarlo a Él, el depositario de todo el saber. Por fin, en el vértice del mundo halló su morada. Los sirvientes lo acogieron con gentileza, lo alimentaron y lo invitaron a descansar. Aseguraron que, sea lo que sea lo que pregunte, lo esperaba una jornada larga y agotadora.



Todavía la noche no cedía paso a las primeras luces del alba, cuando fue despertado y llevado a la sala, advertido de que escoja bien, pues sólo una respuesta sería brindada por el venerable santón que ya lo esperaba. 

- ¿Qué soy? – fue la pregunta lanzada al imperturbable maestro.

Él se puso de pie, con un ademán lo invitó a seguirlo, y comenzaron la caminata hacia el naciente. Justo cuando el sol tocaba el zenit, se detuvieron frente a un bosque frondoso de límites perfectamente delineados. Por sobre las copas emergía un gigantesco árbol seco, mucho, muchísimo más alto que el resto.

- Este es el Bosque del Uróboro, donde las cosas suceden una y otra vez, por siempre, de manera idéntica. Sólo pon en alerta tus sentidos y relátame lo que percibirás.

El maestro chasqueó los dedos y de la nada aparecieron dos de sus sirvientes transportando un dorado palanquín carrozado. Lo depositaron en el suelo, y de él extrajeron un poderoso Sony Genezi SH2000, con una potencia de 2000W RMS – 22000W PMPO. Distribuyeron los parlantes equitativamente alrededor de Eladio, y desataron a los vientos la furia de todas las pistas de “March or Die” de Motorhead. Simultáneamente a que los tambores infernales callaran, pudo ver como el árbol seco comenzaba lentamente a perder la vertical y escuchar el estrépito de ramas quebradas, de raíces que se desprendían del suelo, de hojas que se agitaban, de troncos cediendo, del aleteo de pájaros que huían graznando de miedo y, por fin, el golpe seco contra el suelo que epilogó el espectáculo.

- Vi el árbol caer, y escuché el ruido que produjo mientras sucedía.

- Sin embargo, el ruido comenzó mucho antes de que se iniciara la caída – respondió el Maestro – Sólo que tú no lo escuchaste porque tus oídos estaban inundados con sonidos de mayor decibelaje.

- No puedo dar fe de lo que dices…

- Pues aprécialo nuevamente. 

Allí estaba el gigante leñoso otra ver erguido ante sus ojos, rechinares y crujidos provenían desde su base, cada vez más fuertes y constantes, se prolongaron por varios minutos hasta que se repitieron con exactitud las imágenes y sonidos de la caída.

- Aparentemente, tenías razón, pero aun cuando vi y escuché lo mismo a partir de que empieza a caer ¿cómo estar seguro de que en los momentos previos también se produjeron los mismos sonidos?

Sin dar respuesta, el maestro comenzó a alejarse del lugar, y le indicó que lo siguiera.  Se detuvo a prudente distancia, señaló a Eladio el bosque y le dijo:
Sólo pon en alerta tus sentidos y relátame lo que percibirás.

La escena de la caída del árbol se repitió hasta en el más mínimo detalle, y así lo relató Eladio, solo agregando que los ruidos habían sido un poco más tenues.
El maestro otra vez se alejó al lugar, reiteró la escena. Nuevamente Eladio hizo hincapié en que el sonido era esta vez menor. Y así se sucedió la escena hasta la decimocuarta oportunidad, porque catorce es el arcano que corresponde a la temperancia y al no cambio, y siempre Eladio aludía a como se apagaban los sonidos.

En esta estación apenas se lograba divisar el bosque y al gigantesco árbol. Y allí esperaba el hijo de Eladio. El Maestro les pidió, a ambos esta vez,  que aprecien y describan lo que sucedería. 

Ambos coincidieron en que la escena fue visualmente la tantas veces repetida, pero esta vez no había producido ningún ruido, por lo que Eladio dudaba que haya sido idéntica a las restantes oportunidades en tal sentido y su hijo afirmaba a pies juntillas que tales ruidos no se habían producido.

El Maestro chasqueó los dedos y en breves segundos aparecieron los sirvientes y el palanquín. Esta vez extrajeron de él un decibelímetro y se lo dieron a su Amo.

- Sin embargo – dijo observando los registros del artefacto – aquí ha quedado constancia que, en contra de tu percepción, en cada oportunidad los ruidos producidos han sido exactamente iguales, como siempre sucede en el Bosque del Uróboro. 

Dicho esto, guardó el artilugio en el palanquín y, seguido por los portadores, encaró rumbo a su morada. 

Desesperados, Eladio y su hijo corrieron tras Él, rogándole que les respondiera la pregunta inicial.

- Ah, sí – respondió sin mirarlos ni dejar de andar – sois argentinos, sólo los argentinos vienen a un extranjero a preguntar, de entre todos los misterios del universo, cosas sobre sí que debieran descubrir por sí mismos.  Pero, claro, no pueden hacerlo porque no creen ni siquiera en su propia experiencia. Se dejan llevar por las sensaciones impuestas, aún cuando esas sensaciones desvíen su percepción y les oculten los hechos, como en 2001, nunca escucharon los ruidos que anunciaban la hecatombe, porque supieron atragantarles los oídos con otra música. Y terminan dudando de que las cosas pasan y pasarán como observaron que pasaron una y otra vez, simplemente porque están más lejos y se sientes más a salvo. En fin… con tales cualidades, de yapa les puedo asegurar que votaron a Macri.

- Todo eso es cierto… pero en esencia, Maestro… que somos?

- Unos pelotudos. Redondamente.



                   

miércoles, 3 de febrero de 2016

Presidente a la medida de tu gusto.


Hay un Mauris que se muestra como vos querés...

... como el Pepe

... como el Pepe o Barack

... como John F.

... como George W.

... solo es cuestion de tiempo.

lunes, 1 de febrero de 2016

TIRARON A MANSALVA


* Por Gustavo “Marola” González,
Director de la Murga “Los Auténticos Reyes del Ritmo”.

No voy a contarles algo que les pasó a otros, ni algo que me contaron, ni algo que me parece: voy a contarles algo que nos pasó a nosotros, que sinceramente nunca habíamos vivido algo así, hasta el último viernes. Pasadas las nueve de la noche, estábamos con los pibes y las pibas de la murga ensayando sobre la calle Bonorino, en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, cuando vimos que venía hacia nosotros un patrullero de Gendarmería, por la calle Charrúa. Al llegar hasta donde estábamos, les pedimos por favor que esperara un ratito y, luego, si podía salir hacia atrás, porque no se podía pasar por ahí, ya que había muchos chicos y chicas bailando. Pero no alcanzó con decirles por favor… Avanzaron, sin importarles que hubiera menores. Y así fue como lastimaron a los dos primeros nenes, rozándolos con el coche, mientras pasaban de prepo por el medio.



Al ver esta reacción de los oficiales, les dije a los chicos de la murga que rápidamente le abrieran paso al patrullero y al camión que lo seguía, pero en cuanto terminaron de pasar, apareció un gendarme desde atrás del camión, conocido en el barrio como “El Polaco”, para increparnos directamente: “¿Acá son todos guapos?”... A eso, yo mismo le respondí otra vez que había muchas criaturas, que no hiciera nada, pero no terminé de decirlo, cuando ya me había empujado. Y sin esperar que cayera al piso, empezó a tirar con su escopeta, tal como pueden ver en la foto, donde me levantan la remera.

Desesperado, mi hijo Jonathan se puso adelante mío. Y le dieron en la pierna, apenas arriba del tobillo, arrancándole la carne con una bala de plomo, sí, una bala de plomo que seguro era para mí. Ahora, ahí tiene un pozo y le pueden ver el hueso. A mí, me llenaron de balas de goma por todos lados, porque me tiraron sin asco. Por eso, en cuanto pude, me levanté y salí a correr para cubrirme, pero entonces ya no había un solo gendarme, sino muchos, que comenzaron a reprimir sin piedad. Así, tal cual, tirándoles a todos como si estuvieran locos, sin importarles que hubiera chicos por doquier. Fue un desastre, un desastre total. Tiraron a mansalva.

Ahora mismo, tenemos a dos personas internadas en el Hospital Piñero: un nene gravemente herido por una bala de goma en la cabeza, y una señora que recibió otro balazo de plomo. Pero además, hubo un nene de 6 años, sí, de 6, que recibió un balazo de goma en la cabeza y se salvó de perder el ojo sólo porque tuvo un Dios aparte. No había un chico, había decenas de chicos bailando, alrededor de 80 pibes y pibas, desde los dos años en adelante. Y más chiquitos también, porque hay madres que vienen con sus bebés. 

Lógicamente, muchos quedaron muy afectados psicológicamente y, de seguro, pasará mucho tiempo para que vuelvan a salir, porque están aterrados. Imagínense el horror que fue todo esto… Ven a la Policía y se asustan, pero encima una vez más los medios nos vuelven a discriminar, porque ni siquiera frente a semejante salvajada, se hicieron eco de nosotros. Una vez más, quisieron silenciarnos, mintiendo sobre lo que había pasado e inventando falacias, como que nosotros habíamos empezado a tirar piedras, por un allanamiento que hubo a la mañana. Y es más, hasta pasaron una filmación, ¡diciendo que era una guerra narco! Mentira, otra mentira.

Acá no hubo guerra, ni allanamiento, desde ya, pero utilizan impunemente esa versión, para no hablar de la verdadera represión que sufrió nuestra murga, nuestro barrio, nuestra gente. Y como de costumbre, para tapar el impresentable accionar de estas Fuerzas de Seguridad, que se repite cada dos por tres, sin pagar ningún costo, ni rendir ninguna explicación, porque los ampara el silencio.

Para que esto no suceda nunca más con ninguna murga, ni con ninguna persona y para que no haya más casos de gatillos fácil, hoy marchamos y volveremos a marchar, porque esto no puede quedar así. Nuestro delito es tener una murga que intenta sacar a los pibes de la calle, para que sean felices, para que se puedan divertir… Por eso, ahora más que nunca, necesitamos que grite La Garganta y que gritemos todos juntos, hasta que la sociedad pueda tomar conciencia de toda esta locura, que ahora nos tocó a nosotros. Pero mañana, te puede tocar a vos.

Publicado por "LA GARGANTA PODEROSA"