miércoles, 27 de abril de 2011

NÉSTOR POR DOLINA

“El peronismo ha sido muchas veces integrador, o actor principal de acuerdos de concertaciones políticas. Hay por otra parte un arsenal de pensamientos burgueses que garantizan la conveniencia de buscar coincidencias. Algunos llegan a decir que en realidad todos deseamos lo mismo y que discrepamos acerca de las metodologías. Se ha llegado a sostener no hace mucho, que las ideologías han muerto y que entonces basta con elegir buenos administradores para que nos gobiernen. Todo eso viene acompañado por un continuo elogio de las buenas maneras en las discusiones políticas, y aún en los conflictos sociales. A cada momento se nos propone a nuestra admiración, la conducta de antagonistas sonrientes que se dispensan elogios mutuos durante las negociaciones.

Bueno, estas escasas palabras que diré yo servirán primero para saludar a todas esas ideas que acabo de mentar. Quién soy yo para no ovacionarlas de pie. Pero también, y como humilde despacho en disidencia, propongo un tímido elogio del desacuerdo, de la bifurcación, de la heterodoxia, de la herejía. Después de todo las revoluciones surgen solo de desacuerdos.

El hombre es un mono disidente. Me permito entonces subrayar la acción política de Néstor Kirchner como venturoso gestor de desacuerdos. Él se atrevió a recorrer caminos que nadie se atrevía a transitar y que y que parecían alejarse de las concurridas avenidas centrales que recomendaban los poderosos del mundo global. Y se metió entonces por unas callecitas ya olvidadas, cuyos nombres solo se pronunciaban en foros estudiantiles o en las reuniones de obreros soñadores y en rincones que siempre estaban alejados del poder político.

Esas calles de desacuerdo, que ahora pueden reconocerse. Una conduce al crecimiento del mercado interno, otra, al control del comercio exterior. Está también el boulevard de la intervención del Estado, el veredón de los Derechos Humanos, la plazoleta de la Ley de Medios, la peatonal de la Asignación por Hijo. Por esas calles andaba este hombre. Algunas de ellas habían sido recorridas también por otro señor en 1946.

Cuando alguien del poder político se aventura por esos andurriales termina por llegar a un distrito donde el poder político no está en el mismo lugar del poder económico. Y la bifurcación se produce, y son inevitables los ataques de las corporaciones y los poderosos, bueno, tratarán de conseguir el regreso de los gobernantes tránsfugas hacia las avenidas iluminadas de sus intereses.

Hace muchos años acá hubo un debate entre un político socialista, un lider socialista que era intendente de Mar del Plata se llamaba Teodoro Bronzini y con el doctor Becar Varela, que era miembro del partido que entonces por lo menos tenían la decencia de admitir que eran del partido conservador. Ahí hicieron un debate por televisión. Cuando terminó el debate, el moderador; que no me acuerdo quien era, se asombró de las coincidencias que habían tenido y de reconocimiento mutuo. En realidad no era sorprendente por que ambos políticos formaban parte de una visión liberal del mundo y eran funcionales a los intereses de las corporaciones. ¡Cómo no van a ser amables, si los dos pensaban lo mismo!

Bueno, Néstor Kirchner no le parecía amable a las corporaciones. En verdad ningún otro presidente, salvo aquel otro señor, les pareció tan desagradable. ¡Lo atacaron como a nadie! Y todos preguntaban ¿Porqué lo atacan a éste y a nosotros no? Pero no por que Kirchner tuviese mal carácter o fuera confrontativo como quien es cascarrabias. No se trataba de alguna cuestión de estado de ánimo. Este tipo había tocado sus intereses y fue el único que lo hizo. Todos los demás parecían aceptables en algún punto por que también, en algún punto, eran funcionales a los intereses del poder económico.

Y eso es todo lo que quería decir. A veces no hay más remedio que disentir, que persistir en el desacuerdo. Hoy casi por única vez en nuestra historia, el poder político no está donde está el poder económico.

Y este hombre, que ahora se ha ido, produjo un último acto de insujeción. Su muerte encendió la luz, y como en un refusilo vimos algo. En aquellas calles, laterales, desoladas, que estaban ocultas por la oscuridad y por la cerrazón de los medios, al hacerse la luz, estaba lleno de gente.”

                                                                                                                                                                Alejandro Dolina
18 de Noviembre de 2010



2 comentarios:

Pibe Peronista dijo...

Qué capo el Negro!!
Un abrazo cumpa!

Anónimo dijo...

gracias burro!!!