Yo creo que esta vez, el asesinato de Bin Laden es tan real como las anteriores veces que lo mataron. O al menos así será hasta que Obama u otro presidente norteamericano, necesite de sus servicios, y lo resucite.
Y así como tan real, también como las anteriores veces, es muy oportuna. Ya empezaron los fuertes cuestionamientos a la intervención de la OTAN en Libia, todos aquellos que no veían en la acción militar otro intento imperialista de alzarse con millones de barriles de petróleo ajeno, reaccionaron con el asesinato de otro hijo de Kadaffi y tres nietitos.
En diciembre de 2001 George W. Bush bombardeó e inundó de tropas el paraje de Tora Bora, Afganistán, donde supuestamente acampaba Bin Laden. Las operaciones culminaron con Bush anunciando al mundo su muerte y pasando al segundo plano de las noticias las primeras críticas a la Seguridad Nacional por los atentados del 9/11. En 2004, un amenazante video de Bin Laden aparece en el medio de la campaña por la reelección de Bush. Nadie cambia de jefes en medio de una guerra dijeron entonces los periodistas conservadores. Y así fue.
Según el oficialismo pakistaní, habría muerto por entonces, pero debido al agravamiento de una infección renal.
En octubre de 2005, corrieron rumores de que habría muerto en un terremoto que arrasó la región donde se suponía se escondía.
En septiembre de 2006, se repitió la noticia filtrada por los servicios de inteligencia franceses, pero esta vez el asesino habría sido la fiebre tifoidea.
En noviembre de 2007, Benazir Bhutto, dos veces primer Ministra de Pakistán, próxima a ser electa por tercera vez si no la hubieran asesinado en el camino, dice con pasmosa naturalidad que Bin Laden fue asesinado por Ahmad Umar Sheikh, aparentemente, un doble agente Paquistaní entrenado por el MI-5 (la CIA inglesa).
Hay quienes incluso sostienen, que Bin Laden habría fallecido antes del 11 de septiembre de 2001.
Sea esta vez verdad, o alguna de las otras, el mundo viene siendo testigo de la persecución más cara de la historia. Se estima en más de un millón y medio las víctimas civiles de la invasiones a Afganistán e Irak. Se estima que 18 veteranos norteamericanos se suicidan por día y que existen 320.000 con lesiones psicológicas. Se han sacrificado indecentemente derechos humanos y libertades en buena parte del mundo occidental bajo el pretexto de resguardar la seguridad. Se ha justificado el secuestro, la tortura y la prisión sin juicio previo. Se exige se aplauda el asesinato.
Y se les gusta medir los desastres en dinero en vez de vidas humanas, desde 2001 este es el costo que el mundo está pagando por la "guerra contra el terrorismo".
Sea esta vez verdad, o alguna de las otras, mientras imperen la fuerza bruta del militarismo y la sed imperialista de apoderarse de la riquezas de los países, amparados en la complicidad de los grandes medios de comunicación, estoy convencido que no viviremos en un mundo más seguro.
4 comentarios:
Es un videojugo del imperio, una vergüenza...
Abrazo Rucio!
Muy buen recuento.
La verdad es que porque conocemos las tácticas de manipulación de los EE.UU. no podremos saber nunca cuándo o si realmente murió.
Anduve dando algunas vueltas por el blog y me gustó mucho ese post de 27 años al hilo.
Un abrazo y lo sigo, Rucio.
Jajaja, vieron? Apareció el presidente anunciando, el video borroso de un lugar de combate en ruinas, un nenito que fue testigo... digo, ¿no se viene pareciendo todo demasiado a la película Mentiras que matan?
Lo comenté en facebook, según el libro Nadie vio Matrix de Walter Graziano (a excepción de los videos de youtube, claro), el último registro de Bin Laden fue en 2003 o 2004, cuando ingresó de urgencia a un hospital saudí afectado de tuberculosis y cáncer de colon. Resulta que como necesitaba diálisis periódicas pero no se podía quedar internado (por obvias razones), compró un equipo carísimo para practicarse las diálisis en su casa, carpa o donde sea que se encontrara. Salió del hospital y nunca más se supo nada de él.
Pero según el cuentito que cuentan ahora... seguro que, poseído por el mismísimo Satán, a pesar de todo eso vivió y siguió cometiendo fechorias hasta el domingo pasado cuando un comando de guerreros de la luz, la verdad, el amor y la justicia convirtió a este mundo en un lugar más seguro.
Muy buena la nota.
No voy a pegar mi idea respecto al simulacro infinito sobre el tema porque ya lo escribí acá.
Pongo su blog en el mío para que vengan otros lectores.
Salute.
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