Calibrando el kirchnerómetro.

Tiene razón mi amigo Quique, hace algunos meses que, ravioles mediante, había pronosticado lo de Amado (incluso lo puse acá). Más exactamente, Filmus en CABA, Amado Vice. Así que déjense de joder con la Gooorda, si es por chamanismo serio y eficiente, Rucio te oraculea el futuro, te oraculea. (la próxima vez te hacemos asado, Quique, para que no sigas comiendo más verdura).

Fuera de broma, Boudou goza de varias características que lo hacían candidateable. La única vez que lo vi en vivo y en directo, aprecié una de ellas: un envidiable carisma con señoras y señoritas de mediana edad para arriba, de clase media con aspiraciones intelectuales. Dato no menor si uno considera que, ese sector, es generalmente refractario (cuando no abiertamente hostil) hacia Cristina (aún más de que lo fue con Nestor). Ya me las imagino justificando frente a sus amigas su neo-oficialismo después de votar al FPV en octubre: “Hay bueno… Pero lo llevaba a Amado que es un dulce!”. Y no lo digo en joda, ya vamos a ver como sube la intención de voto femenil a medida que empiece a mostrarse en público.

Aparte, cumple con el principio de “complementariedad”, o sea, le agregue a la fórmula algo que no tiene. Pero por aquello mismo que dije, más que por la imagen de lo político junto y por encima de lo económico, o cuestiones similares. Con una mano en el corazón, reconozcamos que las elucubraciones de cómo “complementar” la fórmula, pasaron por infinidad de hipótesis, nunca por una tan sencilla y realista.

Hasta aquí, la decisión podría parecer inspirada en el pueril pero contundente argumento de la “poroteada”, electoralismo que le dicen. Pero, afortunadamente, el pragmatismo de Cristina también se inspiró, según sus propias palabras, en otras cuestiones más relevantes: su capacidad, su iniciativa y su lealtad al modelo (juntas, no separadas).

Pasando revista, una exitosa gestión en el Ministerio de Economía complementada con la firmeza de su defensa cuando le tocó hacerlo (¿se acuerdan de la paliza a Morales en el Senado?). El haber capitaneado la reestatización de las AFJP (me desayuno con el discurso de Cristina que Amado había sido el impulsor de la propuesta, no sólo su mero ejecutador), y las consecuencias que el acto tuvo en el fortalecimiento de políticas de inclusión social (conectar igualdad, mejoras de haberes jubilatorios, asignación universal por hijo, financiamiento de obras de infraestructura, etc.) como también en el desarrollo de políticas anticíclicas que hicieron que la última crisis capitalista mundial en Argentina pareciera más un vendaval de otoño que el huracán que fue en “los países con economías serias”. Y todo implementado desde un norte claro dictado por la conducción política de un Estado renacido en la idea de reconquistar el sitio de árbitro de la puja de intereses sectoriales y de activo impulsor del desarrollo social y la conquista de nuevos derechos para su pueblo. No parece una caracterización propia del economista del CEMA a que nos habíamos acostumbrado en los 90, más proclive a obedecer las leyes invisibles que dictan los Mercados, interpretadas y traducidas por los organismos internacionales de crédito. En pocas palabras, Amado se parece más a un cultor de la economía subordinada a las políticas públicas.

Ah sí! chifla el Pato que no me olvide eso de la Juventud y el traspaso generacional y bla, bla, bla… entre nos: yo también me había comido la imagen de “golden boy”, pero este no se cuece en el primer hervor, antes de cumplir el segundo año de mandato cumple los 50 (¡a apurarse chicas!).

Es palpable que en algunos subyace latente el “Síndrome Cobos”. Me parece que la suspicacia no se justifica, entre ambos hay un campo (de soja) de diferencias. Estoy persuadido de que deben, y se están adoptando las medidas necesarias para evitar los malos tragos, incluso, hasta la tentación. Y eso es Muuuy bueno.

No tuvo otra oportunidad. Ni de concejal. Así le pagan...

En la época que todos señalaban en exclusiva a Cobos por su voto “no positivo”, yo no compartía esa opinión. La figura de Cobos cobró la dimensión que tuvo (transformándose en el adalid de los anti-K y en el blanco de nuestras puteadas simultáneamente) meramente por la necesidad de los medios monopólicos y de la derecha de generar una figura política en quien depositar sus anhelos destituyentes (“Hay un señor que se llama Cobos, no?” dijo Grondona). Y fue tan fuerte la construcción que tendimos a soslayar que si Cobos votó fue porque varios que llegaron al Senado colgados del saco kirchnerista habían clavado el puñal a su gobierno.

Acá en Entre Ríos, luego de una sugestiva invitación presidencial a Urribarri a apersonarse en Olivos,  Julio Solanas y Liliana Ríos aspiran a ocupar las dos bancas expectantes por el FPV, ambos fueron de los poquitísimos dirigentes peronistas que en la provincia apoyaron a Néstor en el 2003. No corremos ahora el riesgo de ser traicionados como lo fuimos por Cristina Cremer de Busti (esposa de Jorge Pedro), Gustavo Zavallo y la “Cielo” Petit, los 3 Diputados bustistas que votaron en contra de la 125.

Zaballo, Pettit, Cremer de Busti (Ni olvido ni perdón)

La “marcada de cancha” es tan clara que, por ejemplo, en La Pampa los Diputados que van pegados a la boleta de Cristina lo hacen con el sello del Nuevo Encuentro (Partido Humanista y EDE aliados nacionalmente al FPV) porque los impulsados por el PJ vernista no resultan garantía de defensa al Proyecto Nacional. En Córdoba aún se duda si los diputados Delasotistas podrán ir pegados a Cristina, pero en cambio tienen asegurado ese privilegio el paralelo FPV encabezado por el kirchnerista  intendente de Leones, Fabián Francioni. En Santa Fe, Buenos Aires y Capital se armaron listas que escandalizan a los ortodoxos (y que son verdugueadas con ahínco desde la oposición, política y mediática), pero que implican la fuerte reafirmación de un rumbo y la negativa de Cristina a volver a bancarse la zozobra a que la sometieran en estos cuatro últimos años.

A ver si nos entendemos. Desde el republicanismo de La Nación, Clarín y Perfil y de la oposición impotente se nos cuestiona y cuestionará la “dedocracia”. Claro, como que Carrió plesbiscitó la inclusión de Llambías, o Alfonsín sometió a referéndum su alianza con el Colo, o la mamá de Fort hizo un casting para ocupar el cargo al que la postulan los xiliunenses  puntanos. “La forma”, mis amigos, queda cubierta con las elecciones nacionales abiertas y simultáneas, al que no le gusta como Cristina quiere evitar sobresaltos, que arme lista y se presente. Si De la Sota o Verna quieren participar, y daaaale!

¿Te acordás en 2003 cuando esperabas
que suba un par de puntitos más?

El Contenido, en cambio, se garantiza con hombres y mujeres consustanciados con el sostenimiento y la profundización del proyecto nacional y popular, no con los disfrazados oportunistas que señaló Cristina en José C. Paz, aquellos que dicen que sí, se dan vuelta y hacen todo lo contrario.

Para que sepan señores dirigentes,

que de la mierda no se hace mermelada.