MAPA LOCAL DE UNA PASION ARGENTINA: EL PANQUEQUISMO

Durante la Segunda Década Infame la palabra política perdió sentido y valor. El todopoderoso “Dios Mercado” marcaba el ritmo de la economía. Neustad, Grondona, Bonelli, Silvestre, Morales Solá, Longobardi, Hadad, Laje, etc., eran sus sacerdotes y los grandes medios de comunicación televisivos y escritos capitalinos, sus Catedrales. La República y la Democracia pasaron dejaron de ser estilos de vida para transformarse en meros instrumentos de legitimación de la inequidad social.

Las “leyes de la Economía” dejaron de ser doctrinas y se trasladaron y obtuvieron eco en el mundo parlamentario. ¿Las consecuencias? 108.000 fábricas cerradas, triplicación de la desocupación, más de la mitad de argentinos bajo la línea de la pobreza o en la indigencia absoluta, el tejido social resquebrajado, corralito, piquete y ¡sálvese quien pueda!.

Nos guste o no, es ineludible aceptar que desde el 2003 la Política recuperó el espacio que le corresponde en el debate de los argentinos y su rol de conductora de los destinos de la sociedad. Nos guste o no, como hace mucho tiempo no sucedía, de manera muy clara la elección de un presidente/a implica la opción por un modelo político, económico y social de país.

Y en esas condiciones, hacer la plancha se complica. Fíjense si no es así. Compare lo que pasa hoy con lo que yo decía en mi primera entrada a propósito de los actos del 1º de Mayo del año pasado. Que Adami y Marsó concurrieran a actos distintos, vaticinaba un quiebre. Que Rebord acompañara a Busti, mientras que Del Real, Paulete y  Sallago optaran por Paraná con Kirchner, ratificaba lo que era un secreto a voces: “Juntos por Colón” tenía fecha de caducidad próxima. El asunto aquel de la Resolución 125 y el pataleo ruralista había acelerado los tiempos, y la –aparente- derrota del Kirchnerismo en 2009 hizo creer a muchos que el “Proyecto K” empezaba a oler a cadáver y que, por “amor a la vida (política propia)” era conveniente estar lejos de los despojos.

El revuelo producido por la muerte de Nestor, contra lo que muchos deseaban, no produjo una revisión de lo actuado por el Gobierno Nacional, por el contrario, el velorio mostró la amplísima adhesión popular que tenía el modelo (algo que los medios monopólicos se esforzaban en esconder) y Cristina se atalonó en los logros, ratificó con fuerza el rumbo elegido, y, a la luz de las encuestas -ya unánimemente aceptadas-, pateó el debate sobre el pos-kirchnerismo para el 2015. Pero para entonces, ya había varios en orsai.

¡SUÉLTAME PASADO!

En aquellos tiempos idos donde “hacer política” consistía en mantener un aparato electoralista, una eficaz dosis de asistencialismo, mantener a la mayor cantidad posible de gente alejada del asunto y no dejar que se caiga una sola idea que pudiera perturbar el libre funcionamiento de la ley de la oferta y la demanda o afectar “la sensibilidad del Mercado”, descollaron varios capaces de amontonar para sí y sin otro motivo que participar en el reparto de la torta. Debatir el modelo era una herejía y a la hora de rosquear, daba lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón (incluso alguno reunía varias de esas características).

Parece que a varios le cuesta salirse de esa lógica pendular y viscosa, y asumir estos tiempos donde la juventud y los sectores populares reclaman espacios y nuevas y más directas formas de participar.

El Menemismo desembozado llegó de manera tardía a Colón. Mariano Rebord (ex Democracia Cristiana, ex lauchista, ex aliado de Adami, ex aliado de Marsó, ex aliado de Del Real, ex urribarrista, siempre busti-menemista), de la mano de Rubén Adami, instaló la mecánica de la informalidad administrativa y la turbiedad de la gestión, la mezcla de lo público con los negocios privados, el desprecio por los derechos de los trabajadores municipales, la lógica de la comunicación mediática (incluido el Mariano’s News) , la indolencia en las respuestas a la sociedad, el impacto de las fiestas en “La Rosadita”, la impronta del vedetismo y la estética kirsh de Sandra Smith y de la “Muestra Latinoamericano de Telenovelas” (una intento de depreciado Festival de Cannes vernáculo). Si bien lo exhibe como logro propio, nunca comprendió que recién a partir de 2002, con la devaluación, y fundamentalmente a partir del 2003, con la reactivación del turismo interno y la recuperación económica de los sectores obreros y medios, Colón consiguió el despegue definitivo como destino turístico, y sigue añorando la lujuriosa informalidad del menemato.

A pesar de ello, en el 2007, apoyó a Sergio Urribarri, en razón de considerarlo un emprendimiento individual de Jorge Busti, y pretendió adjurar de su pasado adscribiendo, por un ratito y para la foto, al Kirchnerismo que había denostado en 2003. Así “como pájaro que comió voló”, ni bien Busti le confió la Vicepresidencia del Ente Provincial Termal, comenzó a actuar con el mismo desenfado con el que adornó su gestión como intendente. Mariano, en esencia es, ni más ni menos, un auténtico y genuino cultor del burbujeante modo de vida menemista, que, evidentemente, sigue siendo atrayente para muchos colonenses.

Al lado de Rebord (o mejor, por encima, al costado y por debajo, fiel a su estilo de “rodear la manzana” a sus prohijados), lo encontramos hoy a Rubén Adami (ex radical, ex lauchista, ex aliado de Rebord, ex bustista por un rato, “K” sin que se note y para subir a la lista de su ex aliado Solanas, ex aliado de Marsó), para quien “MEJOR QUE decir en la legislatura ES HACER negocios inmobiliarios, y MEJOR QUE PROMETER  ES REALIZAR compras de ganado”. No creo que sea cierto que la única operación que aprendió en la escuela sea “4 X 4”. Yo noto que aprendió también a SUMAR bienes a su patrimonio y radicales a su agrupación, a DIVIDIR bloques de Concejales (ahora y en los períodos 91-95 y 95-99), a RESTAR fondos a las arcas municipales, e incluso a encontrar la raíz cuadrada de la soja y a potenciar candidatos. El álgebra no sé si es su fuerte, porque dada las condiciones del periodismo local, nunca tuvo necesidad de irse por la tangente. En geometría es excelente, a quienes piensan que es un cuadrado, yo les digo que, hasta hoy, le vienen saliendo redonditas. Es un tipo capaz de acusar a Busti de la desaparición de Fernanda Aguirre, irse con la 100 (encabezada por el kirchnerista de primera hora Julio Solanas), y a los pocos meses sentarse en su bloque de diputados a despotricar contra los “K” y Urribarri. Es capaz, según él dice, de poner Intendentes, pero nunca se hace cargo de las fallas de esas administraciones.

Mientras Busti tiene que llevar su carma de Conejo (gambetearla en la cortita, es rápido pero no va demasiado lejos, es simpático pero te llena el jardín de agujeros…), Adami hace del voto de silencio su mejor estrategia. Salvo ante inminentes elecciones, cuando ya están divididas las aguas, no hace declaraciones contra nadie que esté por encima de él en la cadena alimenticia, ni nunca opina sobre ninguna cuestión de trascendencia nacional o provincial. Eso mejora sus posibilides de ser candidato de cualquiera en cualquier circunstancia. A menos que, como le pasa ahora, le pelee el terreno un tipo como el “Gorila” Jourdán (ex Guardia de Hierro, ex Alasino-menemista, ex aliado de Adami contra de Del Real, ex aliado de Del Real contra Adami, ex Urribarrista de la primera hora, K por un ratito, neo bustista) que apela a otra curiosa táctica exactamente inversa, opina de todo en cualquier momento, sin importarle opinar exactamente lo contrario al otro día. Parece ser que, este método de apelar a la desmemoria colectiva, le resulta más atrayente a Jorge Busti que la reptante obsecuencia lanudista.

El cuadro bustista local se completa con: Carlos Leonardi (con la zanahoria de Senador a centímetros de la Nariz), el marianista marino Medina (único gremialista Marítimo anti-K), Isabel Maciá (rebordista consecuente), Adolfo Bonvín (reclutado en una familia radicash conversa), Mirtha Barboza (adamista a ultranza), Gustavo Quinteros  (ATE), Julio Roh (gastronómicos), Omar Zamora (“kirchnerista?” claudicante), Eduardo Genoud (con fuertes vínculos con el rodriguez-saadismo forjados en Tierra del Fuego), los Hnos. Candia (Ñapindá), Roxana Villalba y su Tano Martinez, Patricia Martinez, Juan Carlos Almada, Caito Bordet, entre otros amigos, allegados, patrocinantes y familiares. Todos ellos amparados por la pluma y la palabra, respectivamente, de Alberto Pierotti (EER) y Gustavo Saldaña (LT26 – Canal 8). Si me olvido de alguno que merezca ser destacado, agréguenlo en los “Comentarios”.

Back stage de la presentación de Adami en el HCD el 4/3.
Nótese la presencia del periodismo  "in-dependiente" representado por Hugo Lara.

Indecisos, en la puerta, cavilan: Juan Salvagno y su Dulcinea, el Negro Luna, esta señora del PRO que les tira flores, Horacio Arletaz –frutas y verduras- y Francisco Carmemolla –ex El Gigante- (los dos últimos tentados con la viceintendencia).

El candidato a intendente sería Rebord, por lo que podemos decir que Busti acá, “tiene la vaca atada”. En cambio, al destino del “Lanudo” Adami, no le encontramos todavía “la punta del ovillo”.

¿PERONISMO FEDERAL O DESERSION GENERAL?

Provincialmente, hay quienes especulan que el candidato a Gobernador Jorge Busti no junta la suficiente gente para armar la lista de Diputados Provinciales, y que si sigue así, el Peronismo Federal va a tener que conformarse con una de Senadores Nacionales, que son más poquitos.

Alineó a un puñado de intendentes justicialistas (encabezados por Halle de Paraná) y varios legisladores, y se reforzó con nuevos y variopintos aliados como el ultramenemista Alasino, el Opus Dei de Paraná, la Sociedad Rural de Uruguay,  un sector del PRO, el gremialismo local que responde a Luis Barrionuevo, al Momo Venegas y a Hugo Vásquez, y a sectores de la “Roja y Negra” de AGMER y de ATE (especialmente, casineros). Su viejo anhelo de subir a su lista al inefable Alfredo D’Angelis (que come en Colón), parece haber quedado trunca, si nos llevamos por las últimas declaraciones del ¿hombre de campo?

Busti, Duhalde y D'Angelis (atrás ensombrerado, Echeverría).
Otros tiempos. 

Pero resulta que las bajas son más numerosas que las altas, y en sus aliados Busti ve, más que a compañeros de ruta, a potenciales desertores de su causa. Fíjense sino en el sinuoso y resbaladizo Diputado Juan Domingo Zacarías (ex bustimenemista, ex Carriotista, ex Gracielaocañista, ex kirchnerobustista, ex kirchnerourribarrista, ¿ex bustiruralista?), firme junto al campo y Busti, y descarnado (de a ratos) cuestionador de Urribarri. Hace unos días nomás anunció con bombos y fanfarrias (aunque merecía más bonetes, espantasuegras y cornetitas)  que él y Busti estaban dispuestos a volver al Frente para la Victoria, siempre y cuando Scioli y no Cristina sea el candidato a Presidente. Nunca hubo respuesta desde la Conducción “K”, todavía no paran de reírse. Pero si ese chiste les parece poco ¡POR FAVOR NO DEJEN DE ENTERARSE DE ESTO QUE PASO APENAS 4 MESES ANTES!.

El panorama bustista a nivel nacional es aún más confuso. Su candidato preferido, el Lole Reuteman, lo desairó al optar por la unidad con el Kirchnerismo en Santa Fe. Se paseó por Colón con Das Neves, pero no se subió a su tren. Hace apariciones públicas con Duhalde, pero parece que éste todavía no le perdona (entre otras cosas) el negocio que se mandó en el 2002 entregándole “Canal 9 Litoral” a Daniel Hadad, por entonces irreconciliable enemigo y desestabilizador (¿se acuerdan de Antonio Laje  en “Después de Hora” pronosticando para mayo/02 un dólar a 8 pesos?). Solá no remonta y tampoco son buenas sus relaciones con el misionero y ex presidente (expréss) Ramón Puerta, ni creo que vaya por buen camino con Macri, con quien se disputa los referentes del PRO de Entre Ríos. ¿Será el Adolfo el preferido aunque más no sea por descarte? ¿o hará como en el 2003 cuando puso huevos en cada canasta?

En la próxima, si me place, sigo con los otros grupos de Colón que se anotaron en la carrera.