Hoy, 7 de Junio es el día del periodista militante. No puede interpretarse de otra manera.
Así fue establecido desde 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba. Y no en conmemoración de cualquier ocasión, sino de la aparición del primer periódico militante de la Revolución de Mayo, “La Gazeta de Buenos Ayres”. Redactado por periodistas militantes (Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli), con una finalidad militante ("¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?... Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gazeta de Buenos Aires" escribía Moreno en su primera edición). Tan militante era, que la reproducción que se publicaba de “El Contrato Social” de J. J. Rouseau, era de lectura obligatoria desde el púlpito de la Iglesia, los domingos, después de misa.
Mucho, pero mucho después, se inventó la farsa esa del “periodismo independiente”, que viene a ser algo así como el periodismo militante de las causas inconfesables.
Mitre fundó La Nación para que sea “una tribuna de doctrina”, “El Mosquito” nació para caricaturizar al gobierno de Mitre. Sarmiento se automilitó desde la prensa escrita. Natalio Bottana militó el conservadurismo desde “Crítica” titulando “Dios salve a la República” el día que asumió Yrigoyen (idem Lanata 40 años después de su primer cierre). Roberto Noble impulsó el desarrollismo desde las páginas de “Clarín”, y sus herederos lo hicieron a favor del subdesarrollismo militarista y bananero. Fontevecchia en los ’70 fundó “La Semana” para militar el Masserismo y en los ’80 “Editorial Perfil” para mostrar culos y explotar el destape, coherente, sigue hasta hoy mostrando el culo. Menem privatizó los canales de TV y las frecuencias de radio estatales para garantizar la continuidad del discurso neoliberal más allá de los avatares democráticos. Lanata militó consecuentemente la causa propia de su bolsillo.
Hoy, otro Moreno (Marcelo), junto a Hector D’Amico, Joaquin Morales Solá, Ricardo Kirschbaumm, Mariano Grondona (y sigue la lista), todos conspicuos militantes de la dictadura desde “Somos”, “La Semana”, “Clarín”, “La Nación”, “La Nueva Provincia” (y sigue la lista), patalean por 50 canales, 80 radios, 90 revistas y 500 diarios en defensa de su libertad de mentir, tergiversar y extorsionar, vapuleado por un (1) programa de TV y una horda descarriada de blogueros K.
Mariano Moreno, los perseguidos editores de la prensa obrera anarquista, Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, Rodolfo Ortega Peña, José Luis Cabezas y todos estos otros compañeros, los miran con asco desde la Historia.
3 comentarios:
El mejor post -lejos- que leí hoy sobre el día que se conmemora.
Exelente, amigo Rucio.
Eso de que el periodismo "independiente" es el militante de las causas inconfesables es buenísimo.
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