lunes, 24 de diciembre de 2012

Saqueando la paciencia (Parte I)




En diciembre de 2001, ni la CGT ni ATE salieron a la calle, es más, De Genaro y Michelli se negaron expresamente a participar. Hoy, casualmente, las facciones minoritarias de las dos principales centrales obreras del país, patinaron en un acto de escasa convocatoria que sirvió de introito a los artificiales saqueos programados para el 20 y 21. 



La oposición hizo sapo otra vez, en sus arrestos paralegales de imponerse, está signada por el mismo destino de fracaso que cuando recurrió a la vía electoral. Es más, su inconsistencia argumentativa (que es tal no porque carezcan de discurso, sino porque el mismo es inconfesable y, en el mejor de los casos, inarticulable como elemento homogenizador de las variopintas vertientes) encuentra su correlato en la imposibilidad de mantener vivo los fuegos que encienden. Primero fue el bombardeo a discreción perpetrado desde los medios, su consecuencia fue la constante pérdida de credibilidad (y de ventas) de sus cañoneros. No es falta de municiones, es un problema de calidad, lo que antes parecían bombas atómicas, ahora son cebitas. En el esfuerzo, van rifando alegremente su capital simbólico, apartando a los restantes medios que otrora colaboraran repricándolos, y, en consecuencia, abriendo nuevos frentes de combate contra los que antes fueran sus aliados (incluso inconscientes).

Intentaron la vía de la judicialización, transformando las iniciales imputaciones periodísticas contra funcionarios individuales, en denuncias penales instadas por una corte de ex políticos devenidos en “cucarachones de tribunal”. 




En el colmo de la degradación del procedimiento, ante la pérdida de impacto de la táctica, fueron por la ley, entorpeciendo, enturbiando y dilatando, pero sin descuidar el mantenimiento de un relato simpático para hipotéticas masas desveladas por el republicanismo en estado puro: se jugaba TU libertad de expresión. También este cascarón se desgasto y terminó siendo sacrificado con desenfado por la necesidad de articular una defensa efectiva del interés real: para fundamentar la impugnación del fallo de constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual debieron explicitar su argumento central, sólo la concentración económica es capaz de dar al negocio de la comunicación el volumen necesario para incidir en las consciencias, atacar al monopolio es el modo de atacar un discurso que entienden “alternativo al del Estado”, y ese es el modo en que dicen se afecta la libertad de expresión (ahora se entiende por qué, desde hace años vienen fogoneando la percepción de que el Estado está creando un nuevo monopolio mediático, atribuyendo la calidad de “amigos” a empresas que nada tienen que ver con el replique de la propuesta kirchnerista).

No escatimaron tampoco viejas recetas exitosas en tiempos de un Estado anémico de reservas monetarias. Llegaron las corridas cambiarias atizadas desde la suposición de una nueva pesificación de depósitos y deudas. Un vano intento de que los fondos necesarios para la importación y el pago de deuda se vayan por la canaleta de la tilinguería y la especulación, y de paso, un pingüe negocio para los oportunistas que instalaron (como en 2002) la timba de un dólar a futuro de sideral  valor bolsiqueando incautos con ese invento del dólar “blue”.

Y llegó el turno de ganar la calle, ese espacio que dejaron vacío sus aliados políticos empezó a ser ocupado por supuestos “indignados espontáneos” que realizaron una fina labor de hormiga patrocinado desde el universo reaccionario. Los cacerolos generaron sensación y expectativa, remontaron una cuesta empinada en varias escalas para encumbrarse el 8N, pero fueron incapaces de sostener el fino equilibrio que exige la mengua de egos sobredimensionados, y “las masas” clasemedieras les dieron la espalda el 6D y el 13D. 

Y llegó el turno de que la clase trabajadora también rinda pleistesía a los personeros de pasado ímprobo. Micheli, el artífice de uno de los fraudes electorales sindicales más escandaloso de la historia argentina (que se llevó puesto la impoluta imagen de la CTA) sumado Moyano,  quien se retiró de la contienda interna de la CGT ni bien contabilizó que sus delegados afines, más los de sus nuevos amigos, apenas alcanzaban el tercio del cuerpo que debía poner nombres a la nueva conducción, fueron los encargados de elaborar un discurso hasta entonces sólo transitado por el Momo Benegas. Un discurso que confrontaba al Estado desde la misma vereda que habita el poder económico más concentrado. 

Un parito nacional sacado con fórceps y garantizado con piquetes de universitarios trotskistas y patoteadas gastronómicas, en vez de hacerlos recapacitar sobre las limitaciones del nuevo entente, los eyectó hacia el vacío ideológico de organizar un 19 de diciembre junto a los que cargan la responsabilidad de 39 muertes impunes. Los que no estuvieron en la plaza junto a los que se fueron corridos por el pueblo en la plaza.



Y así llegamos a la fecha en que conmemoramos el pueblo en la calle resistiendo el modelo neoliberal que se enseñoreó del país durante décadas. Intentando repetir una historia de liberación a modo de reclamo de un nuevo sometimiento. Esgrimiendo grotescos discursos que llaman a la rebelión contra quienes pisan los callos al Poder Real, reemplazando desocupados desesperados por obreros que tienen que pagar impuestos a las ganancias por lo abultado de sus sueldos, pidiendo para que los que mejor les fue no contribuyan para sacar del pozo a los que todavía están rezagados.

Y para escándalo del cacerolo que fue psicopateado con la inseguridad para ser arreado al 8N, terminamos el año con un remedo triste de la tragedia… bandas organizadas asaltando supermercado, cargando LCD en coquetas camionetas, arrastrando cajones de cerveza y champán, portando cajas registradoras, eligiendo productos ligth en las heladeras de las estaciones de servicio, arrasando mueblerías. Mientras, los inundados de Rosario, los olvidados de los barrios altos de Bariloche, seguían su vida y continuaban con sus reclamos, y en Concepción del Uruguay las barriadas votaban el presupuesto participativo.

¿Cuántos participaron de la tragicomedia en que se entremezclaron narcos, militantes gremiales, activistas políticos, policías corruptos? ¿1000? ¿5000? ¿Y los millones de pobres e indigentes desesperados que esconde el Indec? Un nuevo cachetazo de la realidad a las lecturas y visiones obtusas.


Mañana seguimos…

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Habida cuenta que por medio de las urnas JAMAS llegarán a lograr algo, su carencia absoluta de conceptos democráticos les deja un solo camino: desestabilizar por cualquier medio, recurrir a la violencia, saquear, robar, destruir, quemar. Todo eso en nombre de cualquier cosa aunque instigado por los de siempre.
Eso ya se sabe. Lo vimos en el "Parque" Indoamericano, en la estación Constitución, en el "festejo" de algunos hinchas de Boca Jrs., en la "indignación" por los fallos judiciales manifestada ante la Casa de Tucumán en la C.A.B.A. Siempre la misma historia.

Segunda parte: ¿Y el Estado Nacional? ¿No tiene algún organismo que realice tareas de inteligencia previas a los despelotes evitables? ¿O el único que se ocupa de espiar para lo que a él le conviene es el bicialcalde? El mal momento que tuvo que soportar la Presidenta cuando visitó Harvard, el problema recién zanjado de la fragata Libertad en Ghana, todas estas manifestaciones de abierta delincuencia que dejan muchos damnificados moral y físicamente, además de crear un ambiente horrible, ¿NADIE PUDO ADVERTIRLOS Y PREVENIRLOS? ¿O nuestro gobierno no cuenta con alguna clase de servicio al respecto?

Las expresiones canallas son totalmente repudiables, es cierto, pero el Estado tiene la obligación de intervenir y no ganamos nada sólo con señalar a los que, presuntamente, han sido los responsables. El inefable Pablo Micheli habló de "guerra nuclear", y otras linduras. ¿El Estado se quedó esperando?

Saludos
Tilo, 71 años

Daniel dijo...

Muy bueno.

Luis Quijote dijo...

Hay más patentes en la mira.
En los saqueos de la zona sur de Rosario, un auto con 5 o 6 personas llegaba hasta la puerta de los supermercados, y sus ocupantes arengaban a la gente ubicada en las inmediaciones de los comercios a saquear.
Dicen participó un Fiat Palio de color azul patente BMP529, una camioneta Ford Eco Sport ENQ931 y un Peugeot 207 dominio HRM190.
(Fuente: Saqueos 01).

Pibe Peronista dijo...

Muy bueno amigo! Abrazo grande si mañana no andás por acá. Lo mejor para vos y para tu familia. Un honor haberte conocido.

Pipo

Norberto dijo...

Solo diciéndole a Tilo que aún teniendo información de lo que harán, es imposible prevenir donde será la jugada y que haya o no protección policial de ella, mis abrazos compañeros en esta navidad.
Nunca menos y abrazos navideños