domingo, 19 de febrero de 2012

MITOS OLIMPICOS: HOY: LA INTRODUCCION DEL CALZADO DEPORTIVO.

Segunda entrega de esta impar colección de mitos y leyendas de los juegos olímpicos clásicos. Imprescindible su lectura para aquellos que piensan asistir a Londres 2012 y quieran deslumbrar con su erudición populista a los piratas británicos.  



Corría el S. VI A.C., cuando las crónicas registran el primer gran negociado olímpico. El hijo de un conocido empresario de la construcción etrusco radicado en Apolonia, trabó una fuerte relación con un comerciante fenicio oriundo de Galir (Hispania).  El primero de ellos, haciendo valer sus influencias como patrocinante  de la delegación atlética de esa polis (se dice que en realidad era propietario, ya que estaba compuesta exclusivamente por esclavos textiles titularidad de su segunda esposa), sobornó a los integrantes de la autoridad de los Olympiakoi Agones y lograron se declarara la obligatoriedad del uso de un calzado de competencia, proveniente de Egipto, cuya exclusividad de importación y comercialización correspondía al comerciante fenicio.  Mauritius, tal como se llamaba el hijo del emigrante etrusco, logró de ese modo la introducción a Grecia de un tipo de sandalia formado por una suela que se sostiene al pie por medio de una tira en forma de V que separa el dedo gordo de los restantes, denominada  en su jeroglífica tipografía original, según nos ilustra el prestigioso egiptólogo Daniel Sabsay:


En la segunda jornada de los juegos, se inició la enconada resistencia de los atletas a utilizar el calzado, justificada en las dificultades que el adminículo representaba tanto a los maratonistas para correr, como a los púgiles y cultores del pancracio para retroceder.  De nada sirvieron ni la gran cobertura que los heraldos y trompeteros prestaron al negociado (incluso defendiendo la aptitud deportiva del calzado), ni la ampliación del soborno a los jueces de competencia, que reconocían visiblemente antirreglamentarios triunfos a los atletas apolonios, únicos que persistían en su uso.

El descontento del público, ante la evidencia incontrastable de la inutilidad del calzado, adquirió tal magnitud que obligó a deshacer el contrato y retomar las antiguas prácticas, afectando gravemente el prestigio de Mauritius en la hélade. Sin embargo acrecentó su poder en Apolonia lo que le permitió, hacerse de una carrera política local, que perduró hasta la Tercera Gran Inundación. 

La historia completa de Mauritius será objeto de otra intervención, hoy nos concentraremos en la personalidad del mercader fenicio gadirano.

Los anales olímpicos han borrado el nombre de este personaje, como modo de encubrir la complicidad de Mauritius en la operación. Sin embargo, estudios encarados por el genealogista Daniel Sabsay nos permiten echar luz sobre el derrotero de este oscuro “sujeto de la historia”, cuyas andanzas jamás pudieron superar el umbral de meras anécdotas. El estudio encontró su principal escollo en la práctica inveterada de su familia de cambiar frecuentemente de nomen  y pronomen.   

A pesar de la dificultad, ha logrado rastrearse su origen judío, sabiéndose que resulta descendiente directo de David Bronstein, quien se hiciera su pequeño lugar en la historia en épocas de la esclavitud en Egipto. Por entonces, eran frecuentes sus críticas a Moisés cuando amenazaba al Faraón con el avenimiento de las 7 plagas. Lo solía acusar de burócrata conciliador, de dialoguista y de agente del imperialismo que carcomía la conciencia revolucionaria del proletariado explotado. 

Con profunda fe en obtener el despertar de la consciencia revolucionaria, y basado en su convicción internacionalista, se negó a partir hacia la Tierra Prometida, argumentando los límites teocráticos y nacionales que eran impuestos al movimiento liberador, también cambió su nombre al de León Troskimbaumn. 

Fracasado en sus intentos de movilizar a las masas, 4 generaciones más tarde sus descendientes son expulsados de Egipto (de allí deriva su apodo de “la cuarta generacional”) después de denunciar que los Sherden (guardia personal del faraón) los habrían infiltrado. Para entonces habían desarrollado un dialecto incomprensible, tanto para los habitantes del Nilo, como para los propios judíos.

Llegados a la tierra prometida, pretendieron ser reconocidos como la decimotercer tribu de Israel, pero la escasez de sus miembros los obligó a infiltrar a las demás asambleas tribales, en una práctica entrista cuyo objeto era coptar los miembros con consciencia más avanzada. Descubierta la maniobra, el Rey Salomón los expulsó del la Tierra Prometida. De nada sirvió que realizaran una movilización hacia el Templo de Jerusalém bajo la consigna “nos quieren silenciar”. La escasa convocatoria hizo que la manifestación pasara desapercibida en el enorme número de fieles que se solían congregarse en el lugar. Golpeados, pero con su fe inquebrantable, acusaron a Salomón de personificar a la justicia burguesa, clasista y conservadora, y partieron hacia el reino de los fenicios, pueblo marítimo reconocido por su receptividad hacia los extranjeros y su tolerancia hacia las diversas costumbres, caracteres en lo que los cuartageneracionistas (o simplemente troskymbaumnistas) creyeron ver el embrión del internacionalismo. 

En el camino, las diferencias internas del grupo dieron lugar a la que se llamó la Primera Escisión. El debate sobre si sus antepasados debieron o no haber participado en el sitio de Jericó, dio a luz 3 posturas irreconciliables: SI, NO, No sabe/no contesta, por lo que se dividieron en tres ramas, cada una de las cuales reclamó para sí la pureza del mensaje de León y acusó a las restantes de “reformistas”. Divididos definitivamente, se dirigieron a Sidón, a Tiro y a Biblos. 


La línea de Biblos, aquellos que contestaron no sabe/no contesta, no tardaron también en subdividirse en tres ramas, los identificados con “No sabe”, los identificados con “No contesta” y aquellos que sostenían que la división era una falsa contradicción producto de una visión pequeña burguesa de los procesos revolucionarios, que distanciaban a las masas del protagonismo transformador (no deben ser confundidos los hechos relatados con la “Diáspora” en tiempos de la invasión de Tito, aunque algunos historiadores consideran que los inspiradores de la acción fueron “células dormidas” dejadas en Israel). En el seno de  la quinta escisión de esta última facción, nació muchos años más tarde nuestro mercader gadirano que encarnó el escándalo de las “ojotas egipcias”, junto a un miembro de la tercera escisión del grupo “SI” (llamado, en contraposición, IS), dando nacimiento a la empresa de bandera de conveniencia hispana “Altamira-Castillo”.

Tras ser descubierta la fraudulenta operación, José Samuel (verdadero nombre del mercader) buscó introducir (de la mano de los etruscos) la mercancía en las colonias griegas en el occidente del Μεσόγειος Θάλασσα (Mar Mediterráneo), siendo rechazados sistemáticamente, hasta que la armada helena les dio alcance y derrotó en la batalla naval de Alalia, expulsándolos más allá de las Columnas de Hércules. 

El fracaso de la operación importadora, rompió la endeble sociedad, pero, la implacable fe revolucionaria (y el ansia de recuperar la inversión) los impulsó empresas transoceánicas que permitieron que el uso de la ojota (y el cuartageneracionismo troskymbaumnista) se distribuyan por todo el mundo, desde los andes peruanos, hasta los templos budistas coreanos.

El Psicólogo Social Daniel Sabsay epiloga nuestro relato con dos contundentes conclusiones: 1) pese a su contrapié inicial, al movimiento internacionalista troskymbaumnista cuartageneracionista le ha ido mucho mejor vendiendo ojotas, que tratando de incidir en el destino de las masas proletarias; 2) Sólo una épica de semejante magnitud como la relatada, es capaz de explicar la pacífica convivencia de la que disfrutan peruanos, coreanos y judíos en el Once.



Ediciones anteriores:


5 comentarios:

profquesada dijo...

Extraordinario tan divertido como el capítulo de las mujeres en las olimpíadas. Abrazo

Unknown dijo...

¿La marca de los mencionados calzados no era Náik (sponsor oficial de los deportes helénicos)? Recuerde pronunciarlo con el exquisito acento inglés exclusivo de los griegos antiguos (según Hollywood) y de los vendedores de ropa (según Dolina).

Pibe Peronista dijo...

jajajaja, sos un GENIO!

Abrazo amigo!

Daniel dijo...

Buenísimo y recomendable, pero que no se entere Oscar Soleras, porque el ataque histórico-dialéctico al liberador Troskimbaumn resulta bonapartistamente imperdonable.
Estos blogs populistas!...

Rucio dijo...

Como que ataque Daniel? materialismo histórico al palo. Ud sabe lo que cuesta recopilar información con la joda esa de los cambios de nombres y después que el tovarich José lo borrara de los archivos y las fotos? Es un esfuerzo sin precedentes por develar la verdá.