El
centro fue una puñalada envenenada que se precipitaba vertiginosa sobre el
punto del penal. Superado por las aptitudes físicas del 9 rival, el bravo
centro-jás se eleva como inconsciente de
su limitación, y lanza un Yoko-enpi-ushi (golpe de codo lateral) capaz de hacer
palidecer de envidia al mismísimo Gichin Funakoshi.
Impacto directo en la
tráquea del gladiador adversario. Conjurado
el peligro, en medio del confuso remolino de cuerpos ávidos de gloria, cae
fulminado el defensor sobre el césped tomándose con ambas manos la base del
cráneo, actuando magistralmente la única gambeta que le está permitida en su
rústico oficio: la destinada a eludir la tarjeta roja del neutral que lo mira
con desconfianza desde el minuto cero.
El
Ministro de Educación Esteban Bullrich es quien ordenó a los directores de
escuela denunciar a la policía a los alumnos que participaran de la toma de
establecimientos. Es el mismo que suspendió docentes por sentirse injuriado por
una obra de teatro que denunciaba el vaciamiento de la escuela pública. Es el
mismo que amenaza con descuento de haberes a los que solidaricen en un paro con
sus compañeros de labor. Es el mismo que censuró textos sobre el bicentenario
elaborados por profesionales de su propia cartera. Es el mismo que secunda la
prohibición de El Eternauta. Cuando es
citado por la justicia para explicar los alcances y las razones del
0-800-BUCHONAZO, destinado a impedir lo que denomina eufemísticamente “la
injerencia política en las escuelas”, ante cámaras y micrófonos se revuelca en la victimización y se retuerce de autocompasión definiéndose como un “perseguido político”.
Apenas
el centrodelantero es retirado del campo de juego, en camilla y
traqueotomizado, el guardameta ejecuta el tiro libre sancionado en razón del
foul cometido por el atacante. El lunes, los diarios minimizaron la incidencia
en el resultado final de la polémica decisión.
4 comentarios:
Esteban Bullrich Luro Pueyrredón.
Que se autoproclama "reglamentador de los centros de estudiantes"y que asimila al PRO con el Estado, para que cuando le convenga, pueda sancionar la libertad de expresión.
Una joyita estimulando de ese fascismo que circula entre nosotrxs. El gesto del que manda el video o de quien llama a la línea es más peligroso todavía.
Saludos Rucio
Tal cual, se basan en todos los nostálgicos de los años de la dictadura que están entre nosotros y que cuando se los habilita san la cabeza o el teclado y gritan pidiendo su vuelta, para acabar con todo este zurdaje. Así están echadas las cartas, cada vez más claras, si con el disfraz no les sirvió, probemos con la verdadera vestimenta. Abrazo, don Rucio
Querés nostalgia de la buena? Mirá este emotivo reportaje a Feli-pillo: http://www.lanacion.com.ar/1504375-felipe-sola-les-he-sido-muy-util-a-todos-menos-a-mi
El problema con estos turros es que no tienen límites. Si se ven a salvo, después de aplicar el codazo, hacen como que lo van a ayudar y te pisan el brazo o la cabeza. Y si el que está en el suelo se mueve, se tiran y se revuelcan para que, antes de proceder los médicos a traqueotomizarlo , el juez le saque la roja.
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