Ya los escucho venir llegando...

UR DIO! QUE PAÍS… Hasta ayer los monopolios mediáticos meta que dale con meter miedo: que el dólar a 12 pesos, que se cae el precio de la soja, que viene el ajuste, que la sensación de inseguridad, que el retorno de la hiperinflación, que te van a espiar con la SUBE, que no se pueden importar remedios, que los sabuesos de la AFIP, que no hay libertad de prensa, que se viene la diKtadura…

Para el jueves, los mismos monopolios mediáticos arman una movida con la consigna “NO TENEMOS MIEDO”… y la gilada paranoide, cacerola en mano, va al pié a hacer catarsis colectiva.

Denuncia Noam Chomsky como una de las “10 técnicas de manipulación mediática”: “2 - Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos”. ¿CUÁL ES LA PARTE QUE NO ENTENDIERON?

Ya los veo venir. Cobertura mediática de planos cortos y enfoques bajos. En un abrazo interminable se confunden la Sarlo con la Pando. Lilita en contra del régimen y la Piba en contra de la abstinencia alcohólica, se  reconcilian. Eduardo Amadeo marcha del brazo de Pinedo, superando desavenencias de medio siglo y tirándoles besos a Jorge Lanata que, imponente, recorta su silueta cual cetáceo recién llegado a Puerto Pirámides.  De anteojos negros y bufanda blanca, Cacho Castaña causa sensación y firma autógrafos, casi tantos como el “Mago Sin Dientes”. Mientras tanto, a la distancia, disfrutan del espectáculo televisado envueltos en sábanas de satén Susana y  Martín Caparrós. Subiendo por Diagonal, periodistas vapuleados en su libre expresión y su inalianable derecho al sobre  conducen a pulso el palanquín descapotado de Silvana Giúdice. Desde Puerto Maderos avanza la columna de indigentes encabezada por Biolcatti y un reaparecido Castell, y oficiando de bastoneros, en tanga, chambergo y plumas, los mellizos De Angelis alientan a los presentes. ¡Que linda se vino Laurita Alonso! comenta por lo bajo Fer Iglesias a Fer Bravo, mientras Marcos Aguinis observa con curiosidad  al Toty Flores. Todos esperan con ansia la llegada de la Juventud del PRO, que, por una cuestión de número, decidió unirse a la columna de Docentes PRO lobotomizados por Raví Shankar. La Organización de Trabajadores Radicales quedó paralizada a la espera de un integrante más que se haga cargo de la otra caña de la pancarta.  En un descuido de Graciela Camaño, le guiña pícaro un ojo Luis Barrionuevo a una ruborizada Cinthia Hotton, todo ante la mirada atenta de Eduardo Duhalde, semioculto con el Momo Venegas tras una columna de la Recova. El Tata Joffre controla que todo se desarrolle con normalidad desde el helicóptero de Daniel Hadad, mientras comparte amablemente un scotch on de rocks con De la Sota (con la solicitada bajo el brazo), Cariglino y Mauricio. Todos saludan a Aguad que responde agitando su resumen de cuenta bancaria y el auto de procesamiento desde la cúspide del obelisco. En la comparsa del común, se entremezclan inseguras señoras del barrio norte, sojeros insatisfechos, arbolitos perseguidos por la AFIP, ahorristas indignados porque el blue no llega a los 15 pesos, veteranos amateurs de anteriores caceroleadas, niñas indignadas por las restricciones aduaneras al ingreso de Barbies, skinheads vernáculos admiradores de Chiche Gelblung y Pepe Eliascheff, junto al Ravino Bergman y a unos hare krishnas rezagados del Encuentro Latinoamericano de la Espiritualidad, quienes, a pesar del vibrante naranja de sus atuendos, no deben ser confundidos con militantes sciolistas aunque así lo interprete la inefable Sandra Borghi. Felices, ríen a  carcajadas Leuco y Biassatti de las bromas que les gasta Nelson Castro. Ante las miradas reflexivas de Tenembaum y Alejandro Rozitchner, desciende monárquica Mirta Legrand en paracaídas en un espacio delimitado por la Metropolitana. Un pandemónium menos masivo que pintoresco.

Ya los escucho llegando. ¿Y la musicalización? Che… respetuosamente pero categóricamente se los pido, no jodan, ya me los  puedo imaginar marchando al son de “Nos tienen miedo, porque no tenemos miedo”… no jodan, eso es de una de las nuestras, lo cantaban en Honduras en contra del golpe, Uds. aplaudían que lo corran a Zelaya. Payasos, no la bastardeen como en Nicaragua 

(Y no se hagan los rulos con las imágenes. Se van a frustrar otra vez, porque ni en sueños van a ser tantos). Aparte, avívense, que así le fue a la derecha allá, y confórmense con seguir desempeñando el humilde rol de minoría intensa (y densa).

Ahora, si sienten el impulso irrefrenable de cantar algo de la Compañera Liliana Felipe, pueden intentar con ésta otra, de cadencia más ciudadana, más porteña… a mí, personalmente, no me molestaría.

Y, para que les quede claro, para que no se la crean y para que no tengan lugar interpretaciones equívocas ni malintencionadas…