Es paradójico que nuestro idioma, tan rico y variado, de tan cuantiosos vocablos, reserve para algunos de ellos significaciones disímiles. Cuando ello sucede, será el contexto en donde se emplea (las otras palabras que lo acompañan en la frase o, incluso, las circunstancias en que se utiliza), quien tendrá entonces la función de determinar su adecuado sentido.
Un ejemplo de lo que digo, podría ser la palabra “pozo”. Puede significar (entre otras muchas acepciones atribuidas por el diccionario RAE) “perforación que se hace en la tierra para buscar una vena de agua” o “en ciertos juegos, fondo común”. Indistintamente hará referencia, entonces, a un hueco u hoyo o a una cantidad de dinero que se irá acumulando y que, al final del juego, será embolsada por el ganador.
Si digo “pozo”, en realidad no digo nada, deberé recurrir al contexto para especificar, incluso a veces, no bastará el análisis gramatical, sino que deberemos recurrir a las circunstancias en que se dijo la palabra… y hasta en ciertas oportunidades, quien la dijo. Decir “el pozo de Lanata” es un buen ejemplo de ello, y nos introduce en un largo camino de equívocos y malicias para develar el misterio de su significado.
INTRODUCCIÓN.
Hace 3 años (22/10/10) sobre la localidad formoseña de Pozo del Tigre se desató un violento tornado, que además de causar 4 muertes inmediatamente y centenares de heridos, destruyó el 80% del pueblo de unos 9000 habitantes. Paralelamente, la provincia viene sufriendo (especialmente su zona oeste), en los últimos 3 años, una intensa sequia. El tercer ingrediente a tener en cuenta, sumado a las catástrofes naturales, es que Formosa es gobernada por Gildo Insfrán, quien goza del extraño privilegio de ser uno de los gobernadores (sino el más) defenestrados por la prensa (la hegemónica y la otra) capitalina (tildándoselo habitualmente de “capanga, terrateniente, millonario, racista, y asesino de indígenas” entre otros epítetos no menos gruesos, y justificándose su éxito electoral en “compra de votos, poder judicial y policía adictos y un manejo casi absoluto de legisladores y jefes comunales”). Añadido este elemento, cualquier operación mediática resulta verosímil.
Independientemente de (apartando los prejuicios esparcidos sobre la administración) si las acusaciones fueran o no ciertas (caso en que estaríamos frente a una estafa informativa), la reiteración de las mismas han preparado las consciencias desprevenidas y la sensibilidad ciudadana para hacerlas susceptibles a otro tipo de operación: la estafa económica… sólo falta el “leitmotiv”.
No fue necesario en el caso, como en “Mentiras que Matan”, inventar alguna olvidada canción sobre viejos zapatos. Una madre formoseña contando la tragedia de que su hijo le decía que tenía “hambre de agua” es lo suficientemente conmovedor como para despertar indignaciones dispuestas a abrir los bolsillos generosamente para aportar al “Pozo de Lanata”.
NUDO.
En ese contexto ¿quién podría no creer que a 3 años del tornado, y en medio de la sequía, con un autoritario, corrupto y desaprensivo gobernador al frente, las condiciones catastróficas de un pueblo se mantuvieran como entonces? ¿Sin siquiera el básico servicio de agua potable? Con la foto de entonces, y una candidata opositora en campaña como respaldo, Jorge Lanata se embarcó en la titánica tarea de proveer del esencial elemento “gratis y para siempre” a los desprotegidos y olvidados pobladores.
Para darle mayor énfasis trágico y heroico a su cruzada, denunció al dictador albanés, perdón, formoseño, de poseer llaves de paso que le permitía, desde su despacho (distante 265 km de Pozo del Tigre) interrumpir el suministro a quien no lo votara. Sus hipersensibilizados oyentes, al parecer, no notaron las dificultades prácticas de desarrollar un artilugio capaz de semejante empresa… o “eligieron creerle” como le creyeron cuando Lanata denunciaba el próximo fraude en Venezuela: “Dicen que hay un satélite por el que Chávez vigilará a los que voten en su contra. Dicen, también, que los lugares de votación tienen cámaras donde espían a la gente. Dicen que un grupo secreto de hackers rusos espía el sistema. Dicen que un cable submarino conecta Caracas con La Habana, y que así los cubanos podrán meterse en el comicio para votar a favor de Chávez”. Si le siguieron creyendo después de esto, poco les costaría imaginarse un ingenio con 250 interruptores on/off, uno para cada suministro de agua domiciliario. Los genios de la manipulación electoral, dotados de avanzadísima tecnología, son capaces de transformar una cañería en un sofisticado instrumento de dominación altamente selectivo… y en un paraje perdido de Formosa ¿eh?. Los logros están a la vista: en las últimas elecciones los candidatos del FPV obtuvieron en Pozo del Tigre el 85% de los votos.
Para evitar entrar en detalles (de los que podrán enterarse al pie de la nota), entremos en el planteamiento de la solución: perforar un pozo de agua. Ahora… eso tiene sus costos ¿Quién los aportaría? ¿El multimedio? ¿los abultados ingresos del equipo lanatiano? Para nada, los solidarios acólitos del místico showman. A la próxima edición, el propio Lanata manifiesta haber recolectado más de $800.000, a los 15 días, la cifra ascendía a los $ 1.337.000. Manos a la obra, pues, parece que el Pozo de Lanata ya era capaz de financiar el Pozo de Lanata.
Sin aparecer en cámaras, una empresa fue contratada al efecto e inició la obra, según relatan, llegaron exitosamente a la ansiosa napa, pero fueron sorprendidos por la noche y debieron retirarse, suspendiendo las tareas de “encamisado” (entubamiento de la perforación) para el día siguiente. Pero la malevolencia del gobernador Insfrán (empeñado en defender su feudo con férrea crueldad), destacó a la especializada sección de zapadores de la patota peronista a la inicua tarea de tapar el pozo, condenado a su pueblo a morir de sed por abrazar la causa lanatista. Titula Clarín: “Insfrán frenó la ayuda para dar fin al ‘hambre de agua’. Lanata denunció que el gobierno formoseño tapó los pozos”. Fin. Esta vez ganaron los malos.
DESCENLACE.
Como veremos en los videos, a pocos días del tornado de 2010 el servicio domiciliario de agua potable fue restablecido, el pueblo totalmente reconstruido por el esfuerzo conjunto de los pobladores, Nación y la Provincia de Formosa, y a pesar de la sequía, la producción municipal propia de agua potable (900.000 lts.Xdía) es capaz de permitir su acceso también a quienes no están conectados a la red de provisión.
También veremos que “el pozo de Lanata” (uno, no varios como sugiere Clarín) es de aproximadamente unos 30 cm. de diámetro y se nos explicará que la napa se encuentra a menos de 15 mts. de la superficie. ¿Es posible que semejante obra haya solucionado “para siempre” (como dijo Lanata) el problema del “hambre de agua” de 9000 personas? Un pozo de esas características puede llegar a satisfacer los requerimientos básicos de 2 a 3 familias de 4 a 5 integrantes: con suerte 2000 lts. diarios. Es decir que, para satisfacer los requerimientos de agua de Pozo del Tigre habría sido necesario (no se si es materialmente posible) perforar unos 700 a 900 pozos. Por supuesto que semejante obra no puede ser financiada con el “Pozo de Lanata”.
El costo de una perforación de la profundidad necesaria, terminada, encamisada y con filtro, en terreno blando (limoso) asciende, como muy cara, a los $5.000 (muchísimo menos que el costo de movilización de los noteros y los camarógrafos afectados a la operación), es decir que con los $ 1.337.000 que recaudó PPT se podrían haber perforado, apenas (y a precio unitario) unos ¡270 pozos!
A menos que Lanata me pueda explicar por qué, si en una semana recaudó más de 160 veces lo necesario para el emprendimiento, continuó pidiendo aportes… y que justifique el destino de los más de $1.330.000 que debieran haberle sobrado luego de afectar lo necesario al fallido emprendimiento, yo me tomaré la licencia de descreer la especie de que Gildo mandó a tapar el pozo, incluso de la existencia misma de la sección zapadores de la patota insfranista.
Porque, aparte, hay que ser muy tarado, negligente o imperito, para perforar en tierra floja y reseca y no encamisar (entubar) inmediatamente, sabiendo como lo sabe cualquier tipo mínimamente avispado (ni siquiera un especialista) que es muy factible que se produzcan derrumbes naturales de las paredes (máxime si, como dicen, encontraron agua), que obstruyan o directamente tapen el pozo. Hay que ser muy nabo, o bien, intentar tapar la estafa a los que aportaron inventando una nueva victimización (No te garqué yo, fue Insfrán... ¿y quien en la dicotómica extorsión se va a arriesgar de acusarlo al Gordo si lo van a hacer aparecer como defendiendo a Insfran?).
MORALEJA SOBRE LA RIQUEZA DE ACEPCIONES.
Si pensabas que no se podía caer más bajo, ahí lo tenés al Gordo, que es un pozo sin fondo (Persona o cosa insondable, a la que no se le ve el fin, o que cuesta grandes cantidades de dinero), con la excusa de escarbar un pozo (Perforación que se hace en la tierra para buscar una vena de agua), armó un pozo de lobo (trampa) y te rompió el hoyo (culo, orto) cuando aportaste a su pozo (fondo común). Después se escondió atrás de la construida fama de pozo negro (El que para depósito de aguas inmundas se hace junto a las casas, cuando no hay alcantarillas) de Insfrán, y todo lo que yo digo, caerá en un pozo (quedar en olvido o en riguroso secreto) y la estafa que perpetró Lanata contra sus propios acólitos, quedará en el pozo de Ayrón (Lugar donde algo se pierde, desaparece sin que haya esperanza de recobrarlo, o se olvida).
Los dejo con el esclarecedor informe que elaboró sobre el tema del periodista formoseño Alejandro Crivisqui:
6 comentarios:
Te juro que conozco algunos formoseños que lo creyeron y que creen todo cuanto lanata dice.
El gordo conoce a su público.
como larrata miente ? ay igualito a clarin !
todo mentira estos videos
Lo que queda claro es que Lanata "Hace agua por todos lados"
Sería interesante conocer asímismo la participacion de la ONG CONIN, regenteada por un médico mendocino que puso el gancho, o el nombre, o algo, junto con el clown del 13
Xelente. Un gusto.
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