Hoy se conmemoran dos eventos estrechamente entrelazados
entre sí: el retorno a la democracia (1983) y la sanción por la Asamblea de la
ONU de la declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Tan unidos que
es imposible concebir al uno separado del otro: no existe democracia sin plena
vigencia de los DDHH (que nos aproximan a la democracia real); ni pueden
realizarse plenamente los DDHH sin democracia*.
Rengueando a veces, corriendo en otros momentos, cuando
no reculando, venimos transitando ese camino en la Argentina durante el más
largo lapso registrado en nuestra historia.
Y para conmemorar tan caros acontecimientos, nada mejor
que recorrer algunas recientes digresiones de pensadores actuales, formadores
de opinión o líderes políticos, que nos permiten establecer con claridad en que
punto estamos del camino. A saber:
Mary Anastasia O'Grady: “Cristina Kirchner apunta a los militares
por venganza. La Presidenta lleva a su país por el sendero iliberal al negarles
su debido proceso a unos 1600 prisioneros que eran miembros de las fuerzas
armadas o la policía en los años 70… Nadie duda que hubo graves violaciones a
los derechos humanos en Argentina por ambos lados cuando los militares
intentaron contener el terrorismo inspirado en Castro que sacudió el país en
los años 70. La moralidad, la reconciliación nacional y la estabilidad de la
república requieren que los responsables sean llevados a la justicia. Pero
Kirchner no busca justicia. Quiere venganza por las pérdidas que los militares
le causaron a la izquierda, con la que simpatiza.” 6/4/2014 - The Wall Street Journal
Nota Editorial “AL ENEMIGO NI JUSTICIA… NI DERECHOS HUMANOS”: “El maltrato a los presos de edad avanzada
en causas vinculadas con la lucha contra la subversión es la manifestación más
clara de haber trocado justicia por venganza… Cada uno de los ancianos es un
poco "todos los hombres". Poco les importa, en lo personal, la
cárcel, el maltrato, la enfermedad y la muerte. Los que más sufren son los
familiares de los detenidos en las condiciones mencionadas. Cada persona mayor
en prisión, detenida en forma injustificada, procesada por un tribunal
político, no sufre en sí misma esa privación de su libertad, sino que la
decisión se dirige primordialmente contra su grupo familiar, ajeno a las
acusaciones vertidas, pero directamente afectado por el castigo dispuesto por
quienes encontraron en sus padres, sus hermanos o sus abuelos, una oportunidad
de ganar aplausos y adhesiones políticas a través de sus sacrificios en el
falso altar de los derechos humanos”. La Nación, 20/11/14.
Miguel Bonasso: “(el
Kirchnerismo) al apropiarse y estatizar
los derechos humanos, le ha causado un daño incalculable’ a esa lucha. ‘Figuras
que para nosotros en el pasado resultaban inalcanzables porque no pertenecían a
ninguna facción política, como por ejemplo Hebe de Bonafini, han quedado
comprometidas, selladas con la marca K en el orillo. Significa una devaluación
de los organismos de derechos humanos, que fueron los que más lucharon contra
la dictadura… en Argentina se han logrado avances que no se lograron en otros
países de Latinoamérica que también padecieron las dictaduras, como Uruguay o
Brasil’. Sin embargo, consideró, eso ‘no es producto solo del Gobierno de
Kirchner, es todo un proceso histórico’.” Entrevista en Infobae TV,
6/12/2014.
Jorge Lanata: “Yo estoy de acuerdo con una ley de
medios teórica, como la que hubo en Argentina, sí, pero con lo que hay ahora,
no. La que hicieron no fue para controlar eso (los monopolios). Los K hacen
algo impresionante, siempre te proponen buenas intenciones de pluralismo pero
debajo siempre hay otra cosa… ¿Clarín estuvo con la dictadura? Sí. Porque todos
los argentinos estuvieron con la dictadura. La dictadura la quieren describir
hoy como si fuera que vinieron cuatro tipos en un plato volador y juzgaron a un
montón de argentinos honrados, pluralistas y democráticos. No es así. Nadie
mata a 30.000 personas si la población no está de acuerdo. En algún lugar, por
omisión o acción, la gente estuvo de acuerdo con lo que pasó. ¿Los grandes
medios apoyaron a los militares?, sí… La generación del 70 (que tenía ideas
revolucionarias, socialistas y comunistas) es un grupo de inescrupulosos, que
se creen mejores que la gente (…). Gran parte de los problemas que tenemos hoy
en Argentina son por culpa de esa generación. Fue una generación que nos cagó.
(…) Unos viejos de mierda.” Entrevista para Diario de las Américas
(Miami) 7/12/2014.
Mauricio
Macri: “Ahora
los derechos humanos no son Sueños Compartidos y los "curros" que han
inventado. Con nosotros, todos esos curros se acabaron.” Entrevista al Diario La Nación, 8/12/2014.
Por supuesto que puede ponerse en duda si la calaña de
las opiniones aquí transcriptas (los links conducen a las notas completas)
refleja o no una opinión mayoritaria en la sociedad argentina. Puede que no,
aunque hay que reconocer que si un presidenciable como Macri se anima a
expresarlo, lo es en base a un cálculo que arrojaría que una buena porción del
electorado está dispuesta a aplaudirlo o,
al menos, a suponer que tal opinión carece de trascendencia alguna en su vida. Porque
nótese que para ejemplificar los “curros” menciona la “Misión Sueños Compartidos”,
pero nada dice del emprendimiento similar que lleva adelante Cáritas, ¿será
también otro curro a la vista del resonante escándalo (no solo amoroso) que
protagonizó su ex titular Bargalló**.
¿Serán también curros los programas de capacitación
docente para la promoción y educación en derechos humanos? ¿y los planes de
aproximación barrial a la justicia? ¿las campañas sobre educación sexual, o los
programas de atención gratuita a enfermos de SIDA y enfermedades crónicas? ¿y
la AUH? ¿las propuestas inclusivas de adultos a la educación? ¿los planes de
viviendas sociales y urbanización también serán puestos en la mira? ¿lo serán
los nuevos paradigmas inclusivos impulsados de niñez, adolescencia, mujer, personas
con discapacidad, minorías culturales o por opción sexual? Pregunto, porque
todos los mencionados (y muchos más) cuestan dinero, involucran a miles de
personas que trabajan en ellos, diseñándolos, ejecutándolos o promoviéndolos, y
están vinculados estrechamente con el ejercicio de derechos humanos… y los “inventaron”
durante la gestión K.
Sería una pena que fueran desechados por su carácter de
curro. Cada vez que uno ve como algunos reaccionan indignados (sugestionados
por el manijeo televisivo) porque a un preso se le debe pagar lo mismo por su
trabajo que a cualquier trabajador, o
cuando se menosprecia la posibilidad que se les brinda a jóvenes de terminar su
ciclo de educación formal, o cuando consideran que es un subsidio a la
haraganería la AHU, o desprecian las potencialidades de “Conectar Igualdad”, o
cuando se rasgan las vestiduras por cualquier derecho o reparación que se le
reconoce a cualquier persona que ha sido históricamente discriminada,
perseguida o excluida, uno nota cuan necesarios son esos curros y cuanto les
falta hacer. Ni hablar cuando la jauría se lanza a justificar la pena de
muerte, el gatillo fácil, o la ley de linch.
Tan necesarios como las políticas de memoria, verdad y
justicia, y obviamente, los juicios y las condenas a los genocidas.
Pareciera que algunos sectores estarían más predispuestos
a perdonar o a olvidar a los responsables de las catástrofes económicas,
culturales y sociales que sufrió el país, que a tolerar que se les preste algún
tipo de especial atención a las principales víctimas. Y así se propala desde La
Nación, intentando motivar una pena generalizada hacia quienes padecen la venganza
(no la justicia) por asesinar, desaparecer, violar, secuestrar, torturar,
robar, apropiarse de bebes... No es cuestión de culpar al diario de Mitre… es
de bien nacido agradecer por los servicios prestados y por los Papeles Prensa
apropiados.
Y para eso es necesario sensibilizar a una población
inmersa en el consumismo materialista, o en el idealismo de una sociedad mas
equitativa… después de todo, los subversivos setentista fueron tan culpables
como los militares, ya lo dijo Tróccoli cuando enunció en 1984 la “teoría de
los dos demonios”***, y lo suscribe ahora con vehemencia Lanata… sin dejarnos
de recordar que, si Clarín y La Nación apoyaron (impulsaron y encubrieron) a la
dictadura genocida, y si la dictadura fue genocida, no fue por otra cosa que porque
todos nosotros se lo pedíamos. Notable sofisma el de Lanata… olvida que desde
1955 (desde 1930 y antes, incluso), la prensa argentina y sus empleados jugaron
un papel fundamental justificando ante los ojos de la sociedad los Golpes de
Estado y toda todo tipo de tropelía ejecutada en beneficio de las clases
dominantes… Yo no tengo poder, dice Lanata en otra parte de la entrevista, o en
todo caso no lo ejerzo, como si no fuera consciente del efecto que sus stand up
inconsistentes perpetran.
Lamentablemente si Macri termina con los curros de los
DDHH, todo lo (poco aún) logrado con la Ley de Medios se diluirá, tal vez en la ley de cotillón, teórica, no práctica al punto de afectar los intereses monopólicos dominantes, esa por la que aboga Lanata. Porque
alcanzar su objetivo de multiplicar voces y garantizar el acceso a la
información necesita de dinero y esfuerzo, de dedicación e inversión que no ha
de ser gratuita. Difícilmente cruzará el éter o se imprimirá la primer
catilinaria contra la abusiva hegemonía mediática y cultural, aquella que dice “¿Hasta cuándo, abusarás de nuestra
paciencia? ¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros? ¿Cuándo
acabará esta desenfrenada audacia tuya?”…
Porque, insisto, los curros en derechos humanos son
necesarios, y a diferencia de lo que cuestiona Bonasso, el Estado debe
apropiarse de las políticas de DDHH, y el Gobierno no es una Facción Política,
es la expresión de la ciudadanía en la composición del Estado. Quizás cuando
Macri gobierne, y elimine los curros, Bonasso comprenda lo que digo, vea que
ese “proceso” del que habla solo puede profundizarse mediante la decisión
política de un gobierno, y que, como todo proceso histórico, puede terminarse,
e incluso revertirse. Y que es de bien nacido (así como La Nación defiende a
los dictadores que preservaron y ampliaron sus privilegios) apoyar a los
gobiernos que asumen, impulsan y hacen efectivos los mismos principios y
derechos que predicamos y por los cuales reclamamos.
* Democracia real no es necesariamente sinónimo de
democracia liberal burguesa o democracia formal. Democracia real implica (además
de una forma de vida, una forma de interrelacionamiento humano en la sociedad,
basados en el pluralismo, la convivencia pacífica y la libertad), la
democratización de la riqueza, la cultura, la información y el poder.
** Sin ninguna intención de sembrar sospechas, sólo la de
denunciar la hipocresía de la distinta vara con que se mide a una organización
popular solidaria y a una dependencia eclesial.
*** Para Troccoli, la sociedad argentina consintió el
golpe, pero repudió la metodología represiva, para Lanata, la metodología
represiva fue convalidada por la sociedad. “En
su introducción, Tróccoli legitimó a la CONADEP, calificando de “patriótica” su
tarea, pero de inmediato advirtió que su relato no comprendía la historia
completa de la violencia al señalar que "la otra cara se inició cuando
recaló en las playas argentinas la irrupción de la subversión y el terrorismo
alimentado desde lejanas fronteras”. Su proyecto, añadió, “basado en el terror
con una profunda vocación mesiánica [...] terminó desatando una orgía de sangre
y de muerte”. Reconoció que “muchas generaciones fueron atraídas por estos
proyectos” pero pese a ello aseveró que la sociedad “se vio conmovida y
sorprendida por esta violencia [...] y reclamó su erradicación y el ejercicio
de la autoridad al Estado”, pero “lo menos que podía presuponer era que el
propio Estado iba a adoptar metodologías del mismo signo, tan aberrantes como
las que acababa de impugnar y que habían sido utilizadas por la subversión y el
terrorismo”. De este modo, retomaba el discurso castrense al identificar a la
subversión como extraña y externa a la sociedad argentina la cual había
demandado su erradicación. Pero, a diferencia de aquel discurso, la “sociedad”
era de nuevo sorprendida por la respuesta estatal, también ajena a sus valores”.
NUNCA MÁS. LA INVESTIGACIÓN DE LA CONADEP EN LA TELEVISIÓN -Emilio Ariel
Crenzel - UBA/ CONICET (Argentina), para Questión, revista especializada en
periodismo y comunicación – Fac. Periodismo y Comunic. Social - Univ. Nac. De La
Plata.
5 comentarios:
miguel bonasso piso la banana mal, Yo lo vi que se venía en falsa escuadra,
se ladeaba, se ladeaba por el borde del fangal!..
Los otros son esperables , justo hoy se conoce el supuesto informe de los enfermos del norte, así que no nos robaran la alegria de estos 31 años de democracia, 7 años de cris-pasión, etc etc( dicen que hay mas páginas tachadas que liberadas)
salute y chin chin,
Muy buen post Rucio, esa ofensiva contra la política de Memoria, Verdad y Justicia que es alabada en todo el mundo está bajo ataque nuevamente y de forma notoriamente recargada. Hay mucho de electoral en ello, como claramente advertís, pero yo no le tengo miedo a la polarización, si a la tibieza, a pretender juntar el agua y el aceite, a la verdad con la mentira, a la honestidad con la manipulación.
"Porque, insisto, los curros en derechos humanos son necesarios..." by Ruccio.
Eccelencte tíctulo para Cclarín!
Segimos titulando:
A diferencia de lo que cuestiona Bonasso, el Estado debe apropiarse de las políticas de DDHH.
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