domingo, 1 de julio de 2012

PARAGUSAID (continuación). EL GRAN ARTICULADOR.



A ver, hagamos memoria… cuáles son las insistentes muletillas con las que  se suele golpear al gobierno K?



1)   Esto es una Dictadura. Son peores que los militares.
2)   La falta de participación de la sociedad civil, no representada y divorciada de la clase política.
3)   La justicia es adicta. Muere la república, no hay división de poderes.
4)   Se avasalla el federalismo.
5)   Se hace asistencialismo con “nuestra plata”, se usa “la plata de los jubilados”.
6)   El saqueo de los recursos naturales, venden todo.
7)   No hay libertad económica, ni para comprar dólares ni para exportar como uno quiere, ni para importar lo que uno quiere. Encima, la inflación y el poco aprecio a la sagrada propiedad privada.
8)   La falta de trasparencia, la corrupción.
9)   La inseguridad ciudadana.
10)               La pobreza, el hambre.

Todos clichés francamente discutibles (cuando no insostenibles) desde la perspectiva de los datos duros, los números y los parámetros reconocidos internacionalmente, pero instalados en el autista discurso de verdulería con fuerza de ley de la naturaleza. Instalados no sólo en Argentina, sino extendidos uniformemente por casi toda la región Suramericana, sin atención a las causas ni a las particularidades de cada Estado.

A no ser que creamos en la mucha casualidad, pareciera que existe una agenda predispuesta que atraviesa a todos los países con gobiernos no alineados a la concepción neoliberal. Si fuere así, deberíamos advertir la existencia de una usina única promotora del discurso, o de un ámbito de coordinación de actividades. Este último rol podríamos asignárselo a la SIP, pero obviaríamos que “la agenda” impregna a muchos más sectores que solo a “la prensa independiente”, impregnando un arco activista mucho más amplio de organizaciones políticas (desde el PRO hasta las sectas trotskistas),  que parecieran haber unificado el tenor de las críticas y el discurso, organizaciones gremiales (obreras y patronales), ONG con radio de acción diversas, la Iglesia, estamentos del propio estado, etc, etc.
 

Cuando J. F. Kennedy lanza su engendro, la benigna y altruista “Alianza para el Progreso”, un intento de seducción ditellista a los latinoamericanos para alejarlos de la tentación castro-guevarista, nace la USAID (1961 - organismo directamente dependiente del Departamento de Estado) como complemento de la acción intergubernamental,  para establecer relaciones directas con la sociedad civil.

Cuando los Estados Unidos retoma su vieja y querida línea dura, la del “big stick”, instrumentada a través de las FF.AA, con los Golpes de Estado Militares y la represión ilegal como medio de insertar el neoliberalismo autoritario en sustitución del desarrollismo (pretendidamente con esencia liberal, democrática, y respetuosa de los DDHH), la USAID abandona temporalmente la acción que podríamos calificar “de masas”, aunque sigue moviéndose en círculos más exclusivos, preparando intelectuales y profesionales que sirvan de apoyatura técnica, argumentadores de las bondades del modelo y supervisores de la implementación del discurso único. Como ejemplo de estos sujetos, elegidos a raíz de su actual trascendencia pública, podemos mencionar a Mario Vargas Llosa, el staff permanente de economistas ortodoxos todo terreno, y a “renombrados” juristas como Daniel Sabsay, Luis Moreno Ocampo o Ricardo Gil Lavedra.

Cuando el modelo neoliberal es puesto en Jaque por gobiernos de tinte “populista”, democráticamente electos y con fuerte apoyo popular, la USAID vuelve a mutar sus prácticas, hace jugar de otra manera a sus secuaces locales e, “interpósita persona”, vuelve a desarrollar actividades más vinculadas con la masividad y decididamente encaminadas a la generación de un nuevo contrapoder fáctico, ajeno a la actividad Estatal, que intenta equilibrar el peso de las transformaciones, desmembrando algunas de sus funciones y desnaturalizando su rol totalizador bajo la excusa de luchar contra ambiciones “totalitarias”.

En este post de la serie “NO, NO y NO” sostuve, refiriéndome a las ONGs ambientalistas: “Por supuesto que la imposición de los criterios que deben adoptar los Estados para definir su rol en el mundo, está ineludiblemente unida al logro de “consensos sociales” (reales o aparentes) que naturalicen la sumisión, al punto tal, que la vuelva invulnerable a las posibles modificaciones de políticas a adoptar desde el Estado, producto de las oscilaciones del sentir popular expresadas a través del sistema democrático. Para ello, nada mejor que preservar ciertos ámbitos, enajenándolos de la política y poniéndolos en mano directamente de “la gente”, un colectivo inorgánico carente de canales representativos, y por ello fácilmente manipulable desde alguna cúpula dirigencial suficientemente militante y generosamente financiada. Y sembrando en este campo, descolla la actividad de la USAID como reclutadora, conscientizadora, entrenadora, articuladora de mecanismos de sensibilización social y financista de actividades que tienen como objetivo la conservación de las premisas neoliberales funcionales a los intereses del Departamento de Estado Norteamericano (en un abanico tan amplio que le permite abarcar desde la calificación de democrático o no de un gobierno, pasando por su transparencia, cánones de desarrollo a adoptar y, obviamente, los parámetros medioambientales)”. 

Lo dicho respecto al ámbito del medio ambiente, resulta perfectamente aplicable a un complejo círculo de cuestiones sobre las que se pretende que el Estado reduzca o anule su influencia.

Releamos el listado de cuestionamientos habituales, y vamos a encontrar en esta página de la USAID  (al pie bajo el parágrafo “Nuestro Trabajo”), una sorprendente simetría. 

Ahora bien, no se trata de una mera colaboración con organizaciones o temáticas, sino de la introducción lisa y llana de los criterios asumidos por los EEUU, criterio imperialista que no les causa ningún escozor confesar: Democracia y Gobernabilidad. La idea de la democracia está estrechamente vinculada a la identidad nacional de los Estados Unidos. Incluso durante los períodos más aislacionistas de nuestra historia temprana, nuestro país relativamente joven fue visto como un faro de luz para los individuos y familias en busca de libertades personales. La ampliación de la comunidad mundial de democracias es un objetivo clave de la política exterior de EE.UU.”.  USAID cumple con su misión, proporcionando la dirección técnica y el pensamiento, y el apoyo estratégico necesario para sostener la democracia, los derechos humanos y la gobernabilidad. Nuestros objetivos incluyen el fortalecimiento y la promoción de: * Derechos humanos; *    Libres y justas las elecciones; * Independencia y políticamente activa de la sociedad civil; * Libres e independientes medios de comunicación; * El imperio de la ley; * Más transparencia y responsabilidad de la gobernabilidad”... “Los programas transversales: Algunas partes de nuestro trabajo se implementan mejor trabajando a través de sectores clave de la Agencia para cumplir sus objetivos de forma coordinada y para llamar la atención sobre estos problemas en cada área programática. En USAID, son los llamados programas transversales, e incluyen: * Iniciativas de Transición : Proporciona rápido y flexible, ayuda a corto plazo para aprovechar las ventanas de oportunidad para construir la democracia y la paz. Este programa establece las bases de desarrollo a largo plazo mediante la promoción de la reconciliación, un inicio rápido a las economías y ayudar a la democracia estable afianzarse. * Cooperación Privada y Voluntaria - USAID ha forjado lazos críticos de Estados Unidos con organizaciones privadas de voluntarios que se comprometan a participar en el desarrollo. Se ha utilizado fondos concursables y programas para ayudar a proporcionar los servicios esenciales en las comunidades marginadas. * Respuesta Civil -USAID es una de las ocho agencias civiles del gobierno de Estados Unidos que trabajan para mejorar nuestra capacidad de respuesta civil. También colaboramos con los militares de EE.UU. para garantizar un enfoque coherente "de todo el gobierno" para la reconstrucción y la estabilización”. 

Aparte de “democracia y gobernanza”, amplían el espectro sugestivos títulos como: Agricultura,  Crecimiento Económico y Comercio, Medio Ambiente, Global Partnerships, Asistencia Humanitaria (asistencia social, en criollo), Innovación y Desarrollo de Alianzas. 

No se trata, quede claro, de la mera promoción de la actividad de organizaciones sociales que intentan dar una solución autogestiva a problemas propios de una comunidad, sino, lisa y llanamente, de injerencia extraña bajo una agenda propia, la introducción de una metodología ajena a los actores e, incluso, la invasión ideológica por medio de la instalación de paradigmas extranjeros, en colaboración con sus fuerzas militares. 

La metodología indirecta adoptada, de ilimitado financiamiento a ONGs. locales (alto clienelismo), pone un manto de permisividad al eludir los pruritos que al gobierno norteamericano impone el indiscutido principio jurídico-político de la “no intervención” o no injerencia en los asuntos internos de otros estados. Así, los implementadores de las reformas “sugeridas” por el Departamento de Estado, no será un irritante gobierno extranjero, sino particulares indignados desde tribunas autóctonas, con cacerolas, cortes de rutas, movilizaciones o editoriales y programas de TV a su disposición. Nada más genuino para enarbolar la protesta que una manga de “contratistas” locales…

Para explicitar la idea de “construcción de un nuevo contrapoder fáctico”: la denominación “poderes permanentes” les cabía a los grupos que coexisten con el Estado sin someter su peso e influencia a los avatares propios de la democracia (ejército, iglesia, corporaciones económicas, monopolios mediáticos, oligarquía terrateniente, etc.). El incentivo a las organizaciones civiles independientes, activistas o fiscalizadoras, obedece al intento de apoderar a sectores extraestatales de porciones estratégicas, tradicionalmente propias de la jurisdicción estatal, relegándolo del decisorio en esos ámbitos, y, de este modo, enajenándolo de la voluntad popular, vaciando de contenidos a la democracia. Por ej.: Mi voto ya no decide, al elegir el gobernador o los parlamentarios, sobre las políticas mineras, eso queda reservado a las ONGs ambientalistas. 

Funcional a ese esquema, el Estado neoliberal se “ausentó” a sabiendas de muchas áreas de injerencia, no sólo fueron privatizadas las empresas económicamente rentables, sino también las políticas de cada sector. Es eso lo que nos quieren significar los columnistas desde los diarios cuando escriben cosas tales como que el déficit energético existe porque no se autorizó el aumento de tarifas. De no haber sido así, colegimos, la libre empresa en su afán de lucro, habría producido lo suficiente, de acuerdo a la Ley Natural del Dios Mercado.

Pero no sólo se desligó el Estado Neoliberal de cuestiones económicas, también sedio libre paso a la iniciativa privada en cuestiones que van desde lo académico (privatización de los post grados y los post títulos en desmedro de las Universidades estatales), pasando por la competencia judicial (capacitación, carrera judicial de magistrados, tercerización de servicios –por ej., la mediación obligatoria previa extrajudicial, impulsada por Luis Moreno Ocampo-, y la corporización del Poder Judicial a través de los Concejos de a Magistratura), hasta el propio autocontrol (injerencia de organizaciones no representativas como Poder Ciudadano, Transparency Internacional, etc.). 

Cuando el Estado pretende volver por sus fueros, con el Poder que le delegó la ciudadanía, se encuentra con una maraña de grupúsculos autolegitimados (cuyo accionar interesado fue naturalizado en una sociedad distraída por el uno-a-uno),  que se aferran a las prebendas de esta nueva especie de “internacionalismo capitalista” y se constituyen en férreos opositores a cualquier tipo de política que afecte los intereses de sus mecenas, resguardándose en la argucia pueril de ser voces de la sociedad civil que pretenden ser acalladas por un Estado totalitario. 

Definitivamente, lo planteado es una segmentación del poder estatal desde todos los ángulos posibles, una desmembración de sus potestades y la declaración de su incapacidad para articular distintas esferas de la actividad del país con un objetivo transformador: así, la explotación de un cerro se transformará en una cuestión ecológica aislada, sujeta a la licencia y supervisión de grupos ambientalistas, no en una actividad económica vinculada a la mucho más amplia temática de una política de desarrollo sustentable. En la misma línea, el discurso en torno a la “independencia de los poderes”, bajo el argumento de la “calidad institucional” degenerará en la exigencia de que uno de los poderes del Estado se desentienda de las políticas transformadoras, o poniendo zancadillas aviesas funcionales a su desligitimación (como cuando jueces provinciales ordenan a reprimir a gendarmes fuera del alcance de su esfera de influencia) o obstruyen la ejecución de las políticas manifiestas en la legislación (proliferación de medidas cautelares). 

La problemática de la atomización del poder estatal, encuentra su clímax en la actividad destituyente. Bajo la argucia de la lucha por el respeto de los derechos individuales, se elaboran todo tipo de discursos que emparentan las exigencias del capitalismo transnacional con las tradiciones de una izquierda que pierde el rumbo y se encolumna excusándose en una alegada pureza ideológica. 

Esta especie de reedición del foquismo y la guerra de guerrillas, ha sido lanzada por su viejo enemigo, un Imperialismo siempre presente y dispuesto eternamente a mejorar y perfeccionar sus herramientas de dominación. Tras la retirada de la metodología de la acción militar directa (intervención o golpes cívicos-militares), activaron un campo minado de “células dormidas” insertas en las entrañas mismas de la “sociedad civil”, sabiendo conjugar en el tiempo oportuno el activismo de ONGs, la detractación periodística, los reclamos de sectores marginados (por ejemplo de pueblos originarios), movidas sectoriales de ocasión (caceroleros, agrogarcas), incluso el de actores insertos en lo más profundo de la fibra social (docentes, policías).

Desde esta perspectiva, se entiende con claridad la voluntad expresada desde los países integrantes del ALBA de proscribir y erradicar las actividades de la USAID de sus territorios.




Merecen ser leídos para completar el panorama.
http://www.atilioboron.com.ar/2012/06/usaid-reconoce-que-desestabiliza.html

Este Correa la explica mejor que yo (juro que el post lo escribí antes de escuchar la entrevista... acá también hay sintonía fina).





7 comentarios:

Moscón dijo...

Yankees go home.Pero que pasaría si a todos estos cretinos les neutralizamos sus tácticas y estrategias,y sus intentos de domesticación por las "buenas"no les da resultado?Se quedan tranquilos y se vuelven pa´las casas?
El tema es preocupante.

Pibe Peronista dijo...

GRAND POST, se lo pongo así, como si fuera un hotel 5 estrellas.

La próxima, Don Rucio, no se me olvide del 82% movil entre las críticas.

Saludos desde Villa Kreplaj

Rucio dijo...

Pibe, lo del 82% móvil es un particularismo local. Algo así como el programa "tereré para todos" en Paraguay o la estatización del Enzo Francescoli en el Uruguay.

BOCHY dijo...

Interesante pensar que hoy tenemos en el norte un gobierno demócrata, si ganaran las elecciones los republicanos, seguramente recrudecerían estas prácticas en una escalada que solo podría terminar en la injerencia directa, esto es con los muchachos del USArmy por estos pagos, mejor estar atentos... Cuando no les da resultado por las buenas suelen invadir...OJO!

ÑU 3 banderas dijo...

Entonces... ¿estamos en el paraíso... y todas las cosas que poco o nada tienen de bueno y necesario para una PATRIA JUSTA, LIBRE y SOBERANA... son muletillas?...; me parece que ustedes componen una obra en su propia escala y audible solamente para el oficialismo...

Rucio dijo...

Ñu, estoy perplejo. No se si lo de Ud. es una seria dificultad de interpretación de texto, o haraganaría nomás y se largó a opinar leyendo sólo el primer párrafo.
Y se olvidó, nuevamente, de su alusión a los chirolitas K, ya le vengo advirtiendo, ponga más empeño o se viene el descuento a fin de mes. Después no le eche la culpa a que Cristina no manda fondos si Scioli le rebaja, eh?

Pibe Peronista dijo...

jajaj, Souto le va a pagar el aguinaldo en 4 cuotas si sigue así