miércoles, 25 de julio de 2012

Déjense de joder con la Cadena Nacional!


Días pasados, el diario “El País” de España, me ha hecho saber en la nota titulada “Chávez, Correa y Fernández, líderes en el uso de la propaganda televisiva. Los presidentes obligan a todas las cadenas privadas a transmitir sus discursos”, que ocupamos el tercer lugar en el ranking latinoamericano de minutos utilizados por Cadena Nacional, lo que me causa cierto malestar y perplejidad. 




¿Por qué el tercer lugar? ¿por qué se nos condena al infame lugar del bronce? De mi parte, estoy convencido de que la Presidenta tiene muchas más buenas nuevas que comunicar, no entiendo la razón de su mezquindad informativa. 

Partamos de la base que, de no ser por la Cadena Nacional, nos veríamos sometidos, para conocer el accionar de gobierno, a recurrir a la interpretación nunca bien intencionada de los Nelsones Castros, Julios Blanks, Eduardos Van Der Kooys, Joaquines Morales Solás,  Alfredos Leucos, ese otro chiquitito que se parece a Nelson el hombre rata , o el Gordo que se cree el gemelo no reconocido de Michael Moore, entre otra larga lista de sujetos de reconocida baja catadura moral que pululan en los sets de las cadenas privadas multimediáticas, autoproclamándose periodistas independientes, oficiando de intermediarios indeseados e innecesarios.

Que una infradotada derechista snobista,  venga a  plantear la necesidad derogar la Cadena Nacional con el argumento de que está demodée en la época de internet, en medio de una tormenta de la críticas descarnadas descerrajada por los cultores del librexpresionismo privatístico, viene a hacer las veces de corolario  de un silogismo pretencioso con ambas premisas falsas: 1) La que sostiene la convicción de que el periodismo y los medios de comunicación son “el cuarto poder”. Un disparate; 2) La que predica la necesidad de la intermediación periodística en la relación gobierno-pueblo. Otro disparate mayor.

Perfil de Google de L.A. Tal cual, eh? Juro que no lo edité yo.

La reeditora local del “por-que-no-te-callas” del parásito monárquico, partidaria de un confeso admirador del Brigadier Cacciatore,  se para en el argumento de “La cadena nacional es una rémora del pasado autoritario. Nos remonta a épocas del país a las que la Argentina nunca más volverá”. Para la snob, comunicación oficial es sinónimo de autoritarismo. Claro, ella no la votó y tiene miedo que la priven de ver el show  dominguero del ex periodista, y para espantar sus temores, utiliza la banca que le confirió el 31% del electorado porteño (567.695 votos) para intentar silenciar la comunicación de una presidenta electa por más del 54% de todos los argentinos (casi 12.000.000 de votos). ¿Autoritarismo dice?

Pero además, la mayor gravedad de lo que se dice, está en lo que se calla: el ánimo de silenciar a la presidenta, y no sólo a esta presidenta, sino a cualquier otro potencial que no cante la misma canción que entona el poder real y permanente. 

Las corporaciones, impotentes a la hora de imponer un candidato en la argentina, pretenden borrar la existencia misma de la autoridad democráticamente elegida. No jodamos, el poder democrático no puede construirse sino a través de establecer un vínculo fluído de los representantes con la ciudadanía ¿por qué entonces  todo lo que del Estado se concreta debe pasar por el arbitrario tamiz del puñado de propietarios de multimedios? 

Este es un juego que se construye partiendo de axiomas que, como las zonceras de Jauretche, a fuerza de machaque (y sin otro argumento que la repetición) pretenden erigirse en verdades absolutas. Escandalizada Magdalena se preocupa porque la Cadena se paga con la plata de ella. Nadie parece hacerse la pregunta ¿y por qué debiera pagarse? ¿por qué deben pagarse, incluso, los minutos de aire del que los candidatos gozan para expresar sus promesas electorales, o las campañas de prevención contra enfermedades o de cualquier otra índole? ¿no debieran ser acaso una contribución al sistema democrático justificadamente exigible a los que usufructúan una concesión del Estado? Admitimos, claro, el ánimo de lucro en la utilización de espectro, ¿pero por qué permitir eximir totalmente a los permisionarios de la necesaria contribución al bien común como prestatario de un servicio público? ¿Por qué seguir tragando sin masticar la lógica impuesta por el periodismo desde William Randolph Hearst para acá?
Por supuesto que está permitido que horaden consciencias 24 horas al día tratando de desprestigiar y divorciar al gobierno de su pueblo, pero de ahí a intentar prohibir al gobernante responder personalmente los agravios unos minutos a la semana, es exceder el sentido que la ley brinda a la libertad de prensa. No jodan, todo derecho es reconocido con miras a un interés social, a una función. La libertad de prensa es una mera garantía de la libertad de expresión y del libre acceso a la información, nadie puede, cebado en la impunidad de la palabra y en la libertad de mentir y tergiversar, ampararse en ella para socavar las bases del sistema democrático y pretender no ser contradicho. 




4 comentarios:

Bochy dijo...

Rucio, la necesidad de silenciar a la Yegua, está dada por el golpe que para el ego de los intérpretes sociales, autoproclamdos periodistas( nada que ver con el PERIODISTA , todo con mayúsculas, RODOLFO WALSH,ya que estos son meros habladores al pedo) ha significado un gobierno progresista, que sí hace, y que trata de comunicarlo sin intermediarios, ya que la mayoría de estos idiotas eran "progresistas" contra el neo liberal Carlitos Saúl ( así cualquiera...)y ahora habría que poner la cara no hablar pelotudeces refugiados en las gruesas billeteras, y eso, claro no es tan fácil. Cual sería el rol de estos gurúes y adivinos, si quien hace, también lo anuncia, y encima le cree mas de la mitad de los que votan? Pero no son tan avispados, si no no usarían semejante tilinga para dar lucha contra esta herramienta que es la Cadena Nacional. Como dijo Diego Armando que la sigan chupando...

Luis Quijote dijo...

Solo leo los zócalos de TN (en los boliches que están sin audio), y los titulares de Clarín y La Nación (no la 'letra chica').
Me voy a informar dendevera y vuelvo.
No se vayan.

Pibe Peronista dijo...

Esa cara de ornitorrinco debería leer la Constitucion y enterarse de que no hay ningun problema con la cadena nacional. Es mas, la cadena nacional es necesaria para comunicar correctamente lo que los medios hegemonicos se encargan de deformar.

Ricardo dijo...

A mí me sigue pareciendo absolutamente estúpido cómo intentan manipular. Si lo hicieran con mayor tino obtendrían mejores resultados. En cambio, siguen fidelizando sólo a sus propios feligreses.
Por lo menos que se pongan de acuerdo, que primero Laurita presente el proyecto (que no utilice como fundamento el programa de Lanata, al cual, para colmo, le hace PNT) y después salgan los demás a montarse en la opereta. Así queda demasiado claro de que es una opereta sobre la cual luego se monta la compañera macrista Alonso.

Abrazo.