Marcha de la diversidad cacerola.

Una vez describí a los caceroleros como “amontonamiento de individualidades”, los días pasan, las movidas se repiten, y no logran dar el salto cualitativo de “muchedumbre olocrática” a organización política (en el sentido de grupo que coordina esfuerzos con miras a construir o tomar el poder).

La calidad variopinta (y hasta contradictoria) de los “lagente” la distingue claramente de otras experiencias. De las “revoluciones de colores”, su falta de coordinación y persistencia en la acción, de los cacerolazos del 2001 (o de los indignados españoles y otros movimientos de los PIGS europeos), su composición social, cuestiones como la calidad de los reclamos y la urgencia de su satisfacción, la decisión y la tozudez en el logro del objetivo.

Si algo faltaba para confirmar la tesis de la variedad irreconciliable cacerola, eran las entrevistas que anoche nos prodigó Cinthya García, que, cual Mujer Maravilla con el “Lazo de la Verdad, fue más allá de recopilar los versos aprendidos, los envolvió con 3 preguntas y los desnudó en cámara.

La verdad es que la fauna puesta al descubierto por la entrevistadora, más los datos que fueron apareciendo los días precedentes, mostró una abundancia de especies digna de ser catalogada, analizada y categorizada con rigor científico. Que lo haga otro, yo me limito a enunciar algunas variedades que pude ver. 

Lástima que no pude desarrollar la observación en mi pueblo, acá caceroleo hubo, al menos perpetrado en grado de tentativa… lo que si fracasó, por escasez de la concurrencia, fue el abrazo simbólico al mástil de la bandera. Hasta se generó cierto grado de expectativa de cambio: fíjense que el comité Radical estaba abierto, cosa que rara vez ocurre, salvo una semana antes de las elecciones.

Fauna y flora del 8N

Cash-erolos: categoría rentada que comprende, casi en exclusividad, a los organizadores y convocantes. Hay que reconocer que en el rubro a su cargo, el amuchamiento, aunque estuvieron lejísimo del millón ansiado, se han ganado la plata que les pagaron.

Caciloros: repiten como papagayos amaestrados, acrítica y mecánicamente el discurso y las consignas clarineras o lanatianas (desde pelotudeces tales como “el mandato de Clarín dura 24 hs”, “Moreno es un Maleducado”, hasta cuestiones harto aclaradas “La Presidenta dijo que teníamos que tenerle miedo”). No intentes pedirles que explique o profundice sobre sus dichos, te responderá con otra consigna de su catálogo.

Cacerolo despistado: Estaba en la marcha contra Cristina, pero reclamando por cuestiones en las que no tiene ninguna injerencia ni competencia. Como la señora que reclamaba no sé qué cosa del consorcio y que Macri no la recibía. Otro: ¿no ve como están las calles llenas de basura? Y Cristina no hace nada ¿cuántos habría de esos? Eso sí, el federalismo y la republicana división de poderes no se les caen de la boca. ¡no querés que vaya personalmente a ponerte la pomadita antihemorroidal también?

Contracacerolo: especie de Kamikaze de Burzaco que se llegó hasta ahí para tratar de persuadir a los manifestantes que la cosa no era como decían. ¡IDOLO! O la piba que se acerco a la García, emocionada casi hasta las lágrimas, para felicitarla por el laburo que estaba haciendo.

Sacarolo: Se arrima al micrófono con la yugular hinchada, los ojos desorbitados e inyectados en sangre, despeinado, carpetita abajo del brazo, y se queja de que el patrón lo echó y que García gana cifras millonarias… 
Otro ¡Que, de la tormenta y al inundación tuvo la culpa Clarín también? Mmm no sé... ¿quién lo propagandiza y le tapa las cagadas al gato manco? Lo dejo a ti criterio, Carina.

Fragaterola: una ternuridad… estaba ahí para que vuelva la Fragata en que navegaran el abuelito y el papá. Daba ganas de ensartarla en el palo mayor y ponerla, dentro de una botella, en la mesita de luz. ¿fondos buitres? ¿lo qué?

Cacespontanerolo: en medio de tan meticulosamente cuidada organización, nunca falta el espontáneo en serio

Cacinsegurolos: especie abundante aunque un tanto confusa y desmemoriada. Se quejan contra el gobierno nacional de los robos en Capital… y la Metropolitana, aparte de hacer escuchas telefónicas ¿Qué? Putean en colores a Nilda Garré, como si fuera obligación de la Ministra de Seguridad llenarle de gendarmes y prefectos la Capital… otro caso de republicanismo dislocado y federalismo malinterpretado. En ninguna provincia del país se le reclama al gobierno nacional por la ineficiencia o corrupción policial ¿por qué los porteños sí? ¿tienen coronita? 

Escuché decir que en nueve años no se hicieron leyes en contra de la inseguridad. Es al pedo, el exceso de rayos catódicos destruye el espacio sinapsisdal destinado a la memoria larga, es un hecho. Sí se sancionaron leyes, 2004, esas que pedía el ingeniero apócrifo Blumberg y miles de boludos (en la calle, como anoche) apoyaban prendiendo velitas. Es mejor olvidarse que hacerse cargo del mamarracho.

Ahora que estoy en el tema… ¿este habrá ido a cuestionar las tasas de homicidios o a reclamar por leyes penales más duras?

 

Cacerolo estadístico: Se planta frente al micrófono y empieza a vomitar números y datos duros publicados por prestigiosas instituciones de reconocidísima reputación que conoce él, es más, parece que las hicieron para él. ¡Temblá Cristina! ¡Grecia tiene mejor calificación de deuda que nosotros y consigue créditos más baratos!

Cacerolo contraestadístico: Se planta frente a la cámara y empieza a desmentir todos los números y datos duros que osen cuestionar su fluido entendimiento práctico sobre todo lo que pasa en el mundo.

Cacholulo o cacerolo cholulo: Se planta frente a la cámara y se queda ahí, quietito, sólo se mueve para evitar salir de foco.

Cacerolo oportunista: Si de movida destituyente se trata, él logra colar su reclamo. Genio!!!

Caserialo o cacerolo serial: estuvo en junio, salió cada vez que Cristina usó la Cadena Nacional, el 13S cantó presente, es seguidor de todas los feisbuc y tuiter convocantes, y anoche descolló presentándose de pantalón oscuro, remera blanca, cacerola reluciente, cartel que bajó de la página del partido de la Bullrich, y no habló con los periodistas. Lástima, nunca pudimos saber por qué hizo todo eso.

Caceroludo: tiene un lindo laburo, gana bien, sale de vacaciones todos los años, salió sorteado en el Plan Procrear, nunca lo robaron, cambia el auto bastante seguido y sale todos los fines de semana con la familia al cine y a comer afuera, se alegró cuando a los chicos le dieron las netbooks porque a él y a la mujer les dejaban más liberados los plasmas. Sin embargo estaba ahí, cantando y saltando, no sabemos si para que otros no tengan lo que él tiene, o porque no entiende que los que lo convocaron quieren hacer exactamente lo contrario a lo necesario para que lo siga teniendo.

Cacerodontes: cacerolo precámbrico, se vienen presentando como postulante a algún cargo desde 1932 y, con heridas sangrantes, se sienten defraudados por la democracia. Claro, no cualquiera se banca oscilar perpetuamente entre el 1% y 2%, o caer abruptamente del veintipico al uno y medio por ciento. Reniegan de este gobierno, pero también renegaron de su propia historia cada vez que fue preciso y conveniente, algunos se mantienen incólumes a la derecha o a la izquierda de todo, otros transitan sistemática y pendularmente las opciones, al punto tal que ya no las diferencian. Es fácil reconocerlos, no van al cacerolazo porque tienen miedo que alguien se acuerde de ellos, pero ni bien termina el bochinche, estarán brindándonos sus lúcidos análisis desde la pantalla de TN.

Cacerosolo Magistral: A dejarse de joder con los improvisados. Si es por batuque y bochinche, los dejo en compañía de este groso que se la sabe lunga.