“El mecanismo por el
que los hombres pasan a convertirse en hormigas descerebradas no lo estudian
los entomólogos sino algunas otras raras ramas del saber. Las causas por las
que una persona deja a un lado el sentido común para obedecer ciegamente una
orden se parece más a la peripecia de Joseph K, en El Proceso, que a un
documental sobre insectos”. Tal es la conclusión a la que arriba una perlita intitulada “¿A que huelen las hormigas muertas?”
en la página librodenotas.com.
Su autor (un tal Antonio Ramírez Ron) nos cuenta que el
entomólogo estadounidense Edward O. Wilson descubrió la razón por cual los
cadáveres de hormigas, a 48 horas de muertas, son transportados por sus
hermanas al hormiguero. La finadita libera ácido oleico, cuyo olor hace las
veces de una orden indiscutible que dispara la inmediata organización del rito funerario
entre sus congéneres. Claro que si se rocía con el mismo ácido un palito,
incluso a una hormiga viva, se verifica un comportamiento mecánico idéntico. Por
más que el insecto se empecine en demostrar que está vivo y gozando de buena
salud, sus descerebrados congéneres persistirán en sus intentos, “ciegas y obstinadas”, sin notar la
diferencia y a pesar de la más palpable evidencia.
Traslada el autor la experiencia al análisis de la sociedad,
notando que “Aunque poseemos algunos
miles de neuronas más, y un sofisticado sistema de comunicación, los seres
humanos nos comportamos de una forma parecida en nuestra vida social. Buscando
información sobre las hormigas muertas, me topo con un artículo para la lúgubre Alcor en el que se apunta
esta idea. “Las burocracias se comportan de forma inflexible”, asegura el
autor, “porque las burocracias no tienen cerebro. Pero son máquinas de
funcionamiento simple, como las colonias de hormigas, gracias a unas sencillas
reglas de programación”.
Aplicando el análisis a nuestra particular realidad, resulta
evidente que hay quienes han logrado encontrar el control maestro que pone en
movimiento la “máquina de funcionamiento simple”, que supera ampliamente los
ámbitos burocráticos y se instalada en una parte no despreciable de la
sociedad.
Detesto a los que pontifican generalizando desde casos
particulares bajo el pretexto de “como muestra basta un botón”. Yo no lo haría
si no fuera porque una breve recorrida por el feisbú, el tuiter, el mundillo
troll que infecta los blogs del palo, o
los relatos asombrados de los compañeros, no atestiguaría que el que sigue es
un no-diálogo muy común:
Una docente increpa duramente a un dirigente gremial,
cuestionándole que el sindicato (adherido a CTERA – CTA) no apoyaba el fallido
Paro Nacional convocado por Moyano desde las cámaras de TN. El sindicalista
opta por empezar su explicación por el lado de la forma de la convocatoria,
incompatible con los estatutos de ese sindicato (y, convengamos, de cualquier sindicato
u organización de cualquier parte del mundo). Hábilmente, la docente desplaza
la cuestión formal del centro de la discusión, y despliega el incuestionable e
insoslayable argumento de fondo: “¡ESTÁ
TODO MAL!”. El dirigente apela a la mención de una serie de medidas que han
impactado favorablemente en el bolsillo de los docentes, en el sistema
educativo y en la comunidad en general, comparando la actual situación del
sector con la vivida hace 10 años, e invitándola a fundamentar su aseveración
de que “ESTA TODO MAL”. La respuesta resulta un despliegue argumentativo de fino
corte aristotélico: “No me hables de
política que no entiendo nada, pero hay que parar a la yegua que… etc.”.
Lapidario e incontestable epílogo. Argumentar en defensa (aunque sea tibia) amenaza
en transformarse en hablar un argot incomprensible para los mortales, colectivo
genéricamente conocido como “la gente”. En cambio, lanzar insostenibles
consignas, breves e impactantes, es un idioma común que clausura toda
posibilidad de debate.
El no-diálogo relatado es real, y denota varios preocupantes
logros respecto a parte de la sociedad: 1) se ha logrado transformar la crítica
en un reflejo pavloviano; 2) se ha logrado masificar la negativa al análisis;
3) se ha logrado, aún en la discusión esencialmente política, erradicar el
contexto político. En definitiva, hay quienes han encontrado el sustituto para
humanos del ácido oleico: no importa que la hormiga no esté muerta, y que sean
evidentes sus signos vitales, van a intentar enterrarla igual.
El mecanismo defensivo que blinda el lenguaje
consignista-simplificador mediante la clausura del debate, ha sido
suficientemente ensayado en otro ámbito: el periodismo. Si cualquier
inexactitud, injuria o mentira lanzada desde una tribuna televisiva o desde los
titulares es esclarecida, respondida o desmentida desde el ámbito oficial, el
debate no se abre sino que se ocluye, SIP y ADEPA mediante, alegando el victimizante “el ataque a la libre
expresión”. Práctica que denunciaba, ya en los ’80, el Chacho Jarolavsky: “te atacan como un partido político y se
defienden con la libertad de prensa”, y que a mí me gusta describir como “el
síndrome del represor desconcertado”, quien, tan habituado a golpear y torturar
indefensos de manera impune, se queja amargamente cuando su víctima reacciona y
se defiende. La erradicación de la
política de los debates sobre acciones de gobierno, viene a ocupar un rol
similar: trasmutar la hormiga en bicho bolita que se protege en el caparazón de
la ignorancia para eludir la problematización planteada. El mecanismo de
infradotización, es simple: te machaco hasta el hartazgo “se va todo a la
mierda” o “nos matan como a moscas”, y después ocupo el poco espacio que te
puede quedar libre de tu capacidad reflexiva-analítica-crítica poniéndote a
discutir sobre si votar que se quede en VideoMatch Juanita Dell’Orto o Yamila Tuteta.
Satisfacción garantizada o Alica-Alicate ¿me explico?
Pero, ¡atención hombres insectos! Incautos sujetos sometidos
a la gregoriosamsificación mediática, Os debo prevenir sobre dos cuestiones de “El
Proceso de Kafka”: primero, la obra quedó inconclusa, segundo, a pesar de ello,
Joseph K termina destripado.
Moraleja:
“si te comportas como una hormiga y obedeces ciegamente a los
que ni siquiera se preocupan en terminar el libreto que te hacen actuar… ‘TAS
FRITO, BOLUUUÚ!”
17 comentarios:
Muy bueno Rucio! Qué grande el Chacho, "El Último Radical".
Abrazo
Postazo, amigo Rucio.
Descerebrar es la apuesta de estos muchachos, la única que le va quedando. Ahora bien, no sería mala idea que recordaran una frase de Nietzsche: "quien con monstruos luche cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo mira también dentro de ti".
No sea cosa que la taba se les vuelva en contra
Abrazo
excelente entrada, lúcido análisis, frases memorables... un lujo para un burro, querido Rucio
Coincido en los elogios un post brillante. Las conexiones son espectaculares.
¡Exelente!Parece la otra cara del experimento Milgram.
Abundan los que se despiertan un día convertidos en cucarachas,pero a diferencia del personaje de Kafka,ni se enteran.
Me sumo a los elogios. Como un hormigón armado, ojota... ácido nítrico cargo, no oleico que ese tienen los grasitas!, fsssss...
Y sin llegarle al corvejón, algo relacionado mandé en mi quintita. Los invito a pasar:
Partido de filósofos en General Rodríguez http://nblo.gs/zM6sG
Saludos!
MUy buen laburo Rucio. Te felicito realmente has laburado mucho. Me encantaron las analogías y el análisis. ALivia leerte entre tanto cacero-troll clap clap clap clap clap clap clap clap clap clap clap clap clap clap
Nos llegan correos que pretenden esmerilar al gobierno. Y hay mucho idiota que reenvía porque le dicen que lo haga. Son los idiotas útiles.
Saqué uno a la luz en:
Tan pelotudo soy, que no entiendo...
y me gustaría tener algún comentario de los que saben más que yo (vale decir, todos los que pasan por acá).
Luego lo pondré en el Feisbuk donde tengo varios contactos 'derechosos'.
Saludos y gracias.
La frase final, L.Quijote... ¡que buen tema para destripar! páseme una invitación a su feis a Rucio Sancho.
Don Rucio, probablemente la alquimia que les permitió hacerse con la fórmula del ácido oleico para pelotudos humanos habrá comenzado allá por la época del proceso, en que a fuerza de desaparecer y torturar gente comenzaron a hacer la juventud se despolitizara, pero durante el gobierno neoliberal anterior llegaron a la síntesis perfecta del interés puramente personal,por eso no deja de preocuparme que por más que intentemos cambiar esto, haya mucha gente de nuestra generación, que disponiendo de herramientas de análisis e información siga diciendo "yo laburo, y la política me ne frega",y listo, podemos luego explicar hasta la eternidad los avances en políticas sociales, laborales, de información, etc. pero contestan " yo cuido mi quintita", ( no te hace acrordar a Jorge Enrique?)con lo que he llegado a la conclusión (bastante amarga, por cierto)que lograron instaurar en el famoso colectivo, "la gente",la idea del individualismo, cosa bastante peligrosa, por aquello de "divide y reinarás". Negro panorama, que llevará bastante tiempo cambiar, me temo... Saludos.
El otro dìa recibì un mail que decìa que los diputados no pagaban ganancias y mostraban un recibo como prueba (de una diputada) que sì tenìa el descuento.. Como las hormigas lo seguìan reenviando. Lola
Excelente!!! Brillante análisis.
En alguna oportunidad, al rebatir con argumentos algún mail "reenviado" recibí como respuesta: "Sí claro... la verdad, no lo había leído"
Caso particular que confirma lo expuesto.
Ya envié la "Solicitud de amistad" en Feisbuk, Rucio.
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¡Alcoyana, Alcoyana! -decía Berugo Carámbula-.
Idénticas experiencias a las de Hilda.
Fue la motivación para tratar de despertar a algunos.
Con las disculpas del caso considero que los que son capaces de enviar algo sin leer (que son muchos)no se despiertan más. Es algo así como firmar documentación sin mirar... qué se yo!!!
Se supone que lo que decís o enviás te representa... Lo que escribe uno, al rato, uno mismo le pondría otro poquito más de sal... ¿Cómo mandar algo de otro y sin leer!!!? ¿Son los votantes de Macri?
Cierto, Bochy y Nilda, hay cosas difíciles de cambiar, pero unidos podemos.
Y, para los cambios imposibles, tardaremos un poco más.
Sí, votantes de Macri. Jaja.
Muy bueno.
Mañana me voy a encontrar con un amigo que hace un par de años clamaba por que lo bajen a Lugo debido a todas las acusaciones que le caían encima.
Traté pacientemente por aquella época de explicarle que más allá que fueran ciertas, había un proceso, incipiente pero proceso en fin en marcha, y que en realidad los opositores juegan al juego de ir contra la cabeza del líder (supongo que el caso más sobresaliente será el de Chávez - también el de Cristina, por supuesto) para llevarse cargado el proceso en marcha.
Abundé, recuerdo, en explicaciones al respecto pero todo fue en vano.
Mañana, se lo voy a recordar, a ver si me explica como va a seguir la cosa wahora en Paraguay.
Igual, ya mas o menos se que me va a contestar, siguiendo esta lógica de las hormigas.
Soy tozudo, pero me temo que en feisbuk tengo contactos que despiden ácido oleico.
Creer en la evolución del ser humano me está trayendo consecuencias.
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