Crónica de un corso en contramano.

De Angeli caldea la escena opositora entrerriana. Desembarcó Macri con gran despliegue de serpentinas, guacha'e máscaros y cabezones.

Todo comenzó en Gualeguaychú durante las festividades carnestolendas, y desde entonces la trama no perdió el sesgo loco y desenfadado que le imprimieron las batucadas, las plumas y los concheros. ¡Carnaval, carnaval, alegría que llegó el carnaval!

Ya gastando los primeros días de junio, sigue el baile que se prolongó por mucho más que cuatro días locos, y amenaza a extenderse hasta octubre, cuando llegue el día en, que por fin, la comparsa sabrá si alcanzó algún premio relevante.

Por entonces, recostado sobre las calurosas márgenes del Río Uruguay, irrumpió el jefe de gobierno porteño, e introdujo máscaros y maruchas en una festividad invadida por ritmos y estilos foráneos. Perfil.com dejaba constancia del inusual hecho en su categórica crónica: “Alfredo De Angeli será candidato a senador en un frente con el PRO. Lo tentó Macri. El dirigente ruralista se lanzará en marzo por la provincia de Entre Ríos en alianza con el Peronismo Federal.… Por su lado, también De Angeli se reunió con Busti, del Frente Entrerriano Federal. Según pudo saber este diario, el ex gobernador le expresó su deseo de jugar juntos en las legislativas y prometió volver a reunirse al regresar de un viaje por Cuba. Gobernador durante tres períodos, Busti es uno de los pocos que tiene una estructura partidaria capaz de hacerle frente al actual mandatario, el kirchnerista Sergio Urribarri.”  Trémulo observaba los acontecimientos Urribarri, recluido con sus temores en la casa gris de Paraná, esperanzado de que no se trate más que de la reiteración de la fantochada puesta en escena en idénticas circunstancias pero en 2011.

A mediados de abril, cuando aún no se acallaban los ecos de los redoblantes, mientras continuaban los debates sobre los méritos de los favorecidos en la premiación, Alfredo De Angeli  lanza su Agrupación “La Pancho Ramirez”. Prolijo como buen hombre de campo tiene el buen tino de reforzar la impronta iniciática: No podían faltar ni el Rey Momo (Gerónimo Venegas), ni disfrazados de travestis ("La Tota" del Sel), ni algún borrachín trasnochado (Patricia Bullrich). También compartieron el escenario Macri (obviamente), Carlos Melconián, Eduardo Amadeo, Ramón Puerta,  entre otros representantes de la “nueva política”. Excepto Mandy Saliva (dirigente del PRO E.R.) ninguno de los encaramados puede expresar su voluntad electoral en el distrito.

Así como los presentes, también hablaron los ausentes. Como todos sabemos, el caudillo Jorge Busti ya está viejito y no resiste tanta pachanga milonguera. Prefiere la tranquilidad serrana y el aroma a peperina. Por eso no resulta raro que, para los festejos del 1° de Mayo, haya preferido (junto a su esposa Cristina Cremer) arrimarse al fogón mediterráneo que improvisó el cordobesista De La Sota. El más tradicional y cálido locro preparado para la ocasión resultó compartido con Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Jorge Yoma, Juan Schiaretti, Claudia Rucci, José Pepe Scioli, Julio Piumato, Omar Plaini, Alfredo Atanasoff, Roberto Lavagna, entre otros representantes de la nueva política, y, a posteriori, condimentado por fuertes críticas de aquel último al Jefe de Gobierno Porteño en razón de los maltratos que dispensara en el Borda, entorpeciendo la posibilidades de acuerdos nacionales entre ambas facciones de la derecha.

La deserción no causó mella en el espíritu del aspirante a la senaduría de Entre Ríos. En política es sabido que espacio que se deja vacío por derecha, se cubre por derecha. El alejamiento del patriarca del peornismo federal trajo la buena noticia del acercamiento del pujante espacio político de la UCR (Unión Cívica Ruralista). Encabezada por el colega de De Angeli (productor sojero) Atilio Benedetti, la centenaria firma tuvo en estos días el generoso gesto de ofrecer al bravío agrarista el primer lugar de su lista de diputados. Ahora bien, parece ser que el convite fue dirigido a la persona del dirigente, pero no al PRO, que por su parte sí estaba dispuesto a iniciar el diálogo, dándole un marco partidario institucional más que personalista a la discusión.

Los sucesos derivaron hacia instancias que alejan la historia del espíritu de fiesta y espectáculo glamoroso con la que inició en Gualeguaychú, mechando algunos elementos más propios de corsos de arrabal:  este fin de semana, un importante sínodo provincial en las indómitas tierras de Villaguay, terminó en medio de un escándalo de intercambios de sillas voladoras y golpes de puño entre los Salivistas (institucionalistas) y los Deangelistas (personalistas), lo que ocasionara lamentables destrozos a la carroza macrista.

Al parecer, Alfredo De Angelis es plenamente consciente de su rol de “Vaca del Corso”. Entendió la malicia de la jugada radical y optó (al menos por el momento) por mantenerse fiel a su mentor porteño, prefiriendo el sello amarillo que no cuestiona su candidatura a ocupar una banca en la Cámara Alta: "Estamos dando lo mejor de nosotros, son horas decisorias que demandan de todos un gran esfuerzo". Sobre la posibilidad de cerrar los acuerdos políticos afirmó: "Estamos trabajando en eso, para defender los intereses de los entrerrianos desde el Senado" especificó. Claro mensaje a los seguidores de Montiel, a quienes les advierte que equivocaron el modo y el tiempo de apretar el pomo.

De Angeli sigue sumando apoyos (ahora lanzó “La Primero de Mayo” en la capital entrerriana), mientras las dos fuerzas políticas, entre pitos y matracas, esfuerzan sus músculos del cuello hasta el desgarro en una competencia de cabezazos, intentando convencer a la indiscutible Reina del Carnaval opositor entrerriano de que los acompañe a deslumbrar a la gilada desde la pista de baile.