viernes, 2 de agosto de 2013

Y la nave, va.


¿Naufraga el último intento de la derecha de una Argentina atendida por sus propios dueños? Nuevamente, como en los noventa, parecen contentarse con “adoptar” un plebeyo mediopelo con aspiraciones a formar parte de la galería de honor que la oligarquía reserva a los sirvientes fieles... y eficaces.




Durante los últimos 10 años, desde los portaaviones mediáticos se le cubrió las espaldas a Mauricio Macri. Un desgaste de energía dilapidado en un candidato que sólo logró cruzar la General Paz con éxito portando la antorcha del centenario boquense. Fuera de esta incursión, hizo sapo cada vez que intentó plantar una orgánica en tierras bárbaras. Desconfían sus espónsores de que corra mejor suerte con la nueva cruzada protagonizada por ex árbitros, ruralistas mediáticos y comediantes grotescos, una corte de los milagros extemporánea e insuficiente en su despliegue territorial, que no parece apta para estremecer al FPV, ni siquiera para disputarle seriamente el espacio a los armados opositores con más tradición como el radicalismo o el PS.

El disparo de advertencia de Beatriz Sarlo contra Gabriela Michetti , a quien acusa de poseer como único mérito el “buentipismo político”, de quien denuncia la carencia absoluta de experiencia de gestión y de “no plantear problemas sino métodos”, puede ser entendida como munición gruesa tirada por elevación a todo el PRO. Pareciera sorprendente que semejante espécimen de la intelectualidad derechizada recién ahora descubra la insustancialidad que se oculta tras los globos de colores y las pelucas de cotillón.  Carecería de todo sentido de la oportunidad, a menos que sea leída como un medio de recriminar la “ideología difusa” de la que hacen gala los amarillos como forma de acumulación, en un contexto donde cada vez aparece más clara la necesidad de confrontar políticas si se pretende desplazar al kirchnerismo del gobierno en 2015.

La derecha tutelar parece tener presente que no es cierto que “un candidato aparece en 15 minutos”, como aventurara la Santillán en un rapto de optimismo desmesurado.  La experiencia macrista lo demostró durante 12 años de intentos infructuosos de trascender nacionalmente, ahora les parece apropiado aplicar un par de correctivos con la finalidad de hacerles recordar su intrascendencia y finitud gerencial en una empresa trabajosamente construida desde los albores de la patria. Quizás su pertenencia de clase haya hecho creer a Mauricio Macri que estaría exento de la crueldad con que sus congéneres han tratado a los que otrora cumplieron el rol al que aspira. No hemos visto a Clarín elaborar apologéticas defensas de Videla una vez que los militares fueran desplazados del poder, y si miramos bien, incluso La Nación se ha preocupado más en impedir ser salpicado por los cuestionamientos a la dictadura, que en articular una eficaz defensa para proteger a los dictadores.

Ahora Macri, merced a su fracaso de perfilarse como candidateable para la presidencia de la nación, parece enredado en la lógica del descartarte, y trata de recuperar la buena voluntad de los dueños del país. Pero  no parece que las caricias que le brindara Etchehevere en la inauguración de la Feria anual de la SRA tengan otro sentido que el que un dueño otorga a las palmaditas piadosas que da al viejo mastín reumático, mientras reserva las mejores raciones para el cachorro que lo reemplazará en breve, y de quien debe soportar que le muerda las orejas en sus jugueteos.

Incluso, la onmispresencia mediática de Carrió (de quien nadie es capaz de garantizar hacia donde apuntará sus cañones para la próxima andanada), directa competidora en su propio feudo, parece dirigida a reforzar la exigencia de disciplinamiento a una nueva táctica que lo desplaza del centro de la escena, recordándole que la indemnidad de la que goza no es un bien logrado con el sudor de su frente y sus buenas acciones de gobierno, sino al esmerado esfuerzo corporativo. 


Todo indica que ya es hora de abandonar la empresa colapsada, ceder el timón y aceptar mansamente un rol secundario en el nuevo bergantín corsario… bajo amenaza de caminar por la tabla.





3 comentarios:

profquesada dijo...

Si no sabés que la nota sobre Michetti la escribió B.Sarlo es muy probable que estarías de acuerdo -en buena medida- con su contenido el que, por otra parte, irritó sobre manera a "Pato" Bullrich, Federico Pinedo (a quien Sarlo rescata) y la inefable Silvana Giúdici).
B.Sarlo es "Lilita" convicta y confesa y por eso le tira a Michetti pero lo que dice es absolutamente correcto, incluso varios de nosotros afirmamos cosas muy similares de lo que denominamos la "antipolítica" y ella llama "buentipismo". Carrió no es capaz de armar ni un club de barrio con posibilidades de permanencia en el tiempo, destruye tanto o más que lo que construye y está cada vez peor, Carrió se devora a sí misma y como un agujero negro se traga a todo lo que le pasa cerca. Mirá si no a Prat Gay y ahora a Pino. Me muero de risa, me divierte, ya no me enoja. Vive en su propio zoológico y desayuna su propio odio.

Moscón dijo...

Calamity Carrió es un cable pelado,la de patadas que le daba a su socio el pino en un programa donde supuestamente daban a conocer sus propuestas,daban risa.

K-beza dijo...

La verdá verdaderisima mis kumpas, dejarte cascotear por Carrío tan grotescamente como se dejó Pino en lo del "Dotor" es dejartepisotear inpunmente, pobre nono decrepito!!! Abrazo Nac&Pop