miércoles, 5 de junio de 2013

El rating y la desaparición del 5to. de Norfolk.

(O sobre la importancia del humo en la generación de mitos)

La mañana del 21 de agosto de 1915 se presentaba soleada y sin nubes en Gallípoli. Las fuerzas de los imperios inglés y francés desarrollaban en Dardanelos una operación militar de ciclópeas dimensiones, cuyo ambicioso objetivo final no era otro que tomar Constantinopla, la orgullosa capital de su contrincante otomano.




En el marco de las operaciones, se dice que el británico 5to. Batallón del Regimiento Real del Norfolk fue enviado en apoyo de las divisiones neozelandesas y australianas que pretendían apoderarse de la cota 60. De sus integrantes, apenas un cuarto pudo hacer pie en la colina. Allí entraron en una extrañamente baja nube, como de humo, que minutos después comenzó a ascender lentamente. Tres testigos del acontecimiento, 50 años más tarde, relataron que, despejado el panorama, ninguna señal o huella se vio de los sobrevivientes del batallón: se habían desvanecido junto a la nube y nunca más se supo que suerte corrieron.

El misterio de la desaparición de los 250 sobrevivientes del 5to. Batallón de Norfolk, es uno de esos acontecimientos que permiten pasar a segundo plano el hecho que las restantes ¾ partes fuera aniquilada por el fuego enemigo, o que en la Batalla de Gallípolli perecieran alrededor de un cuarto de millón de soldados. Incluso, la mórbida curiosidad por lo extraordinario, quita relevancia al dato documentado por los partes de guerra que, al 21 de agosto de 1915, el 5to. Batallón llevaba ya 9 días reportado como desaparecido en combate. Hasta hoy, el mito resiste indemne la embestida de los acontecimientos reales.

Quizás dentro de 100 años, los amigos de lo exotérico, lo oculto y lo extravagante, reproducirán la historia del misterioso caso de la repentina y coordinada desaparición de 1/3 de los televidentes de un partido de futbol que disputaran las primeras divisiones del Club Atlético River Plate (en lucha por el campeonato) y  la Asociación Atlética Argentinos Junios (que intentaba salir de la zona del descenso). Mostrarán como respaldo una nota del Cronista.com que, comentando el rating del día domingo 2 de junio de 2013, decía “Después fue el turno de Fútbol Para Todos con River versus Argentinos Jrs. que a las 22 hs dominaba la franja con 22.8 por la TV Pública. Pero cuando arrancó Lanata a las 22.20 El Trece subió hasta 18.1 y el fútbol bajó hasta 14.8, tendencia que se mantendría durante el resto de la competencia”.

El díscolo y enigmático comportamiento de las parcialidades futboleras argentinas, seguramente se verá refrendado por otros extraños acontecimientos de los que deja constancia el mismo artículo periodístico: habríase registrado que, una semana antes, el significativo partido jugado por el puntero del campeonato contra el clásico rival de quien lo alcanzaba en lo más alto del torneo (NOB-Boca, a su vez rivales en el máximo torneo continental), atraía 500.000 espectadores menos que otro que protagonizaran el ante último (Boca) con el antepenúltimo (Velez) del campeonato, sin correr ninguno de los dos riesgo alguno ni aspirar a mejora sustancial en su posición.

¿Habrían las parcialidades argentinas perdido todo sentido de la relevancia futbolística? ¿o acaso optaban masivamente por ampararse de las angustias y sobresaltos del devenir deportivo huyendo de su condición de telespectadores de los acontecimientos?  Ninguna explicación cercana a la lógica podría dar respuesta satisfactoria al interrogante planteado, más probablemente tampoco se ahondará en cavilaciones racionales: siempre resultan más motivantes la conservación del misterio o los pintorescos atajos argumentales que nos arriman a lo sobrenatural.

Así como es preferible desechar la precedente desaparición en combate que aniquila sin piedad el misterio del 5to de Norfolk, esa tendencia amorosa hacia lo inexplicable, que anida en todo ser humano y los hace crédulos a lo imposible, rechazará razones tales como que quien confecciona los datos conspira a favor de su interés. Incluso descontextualizará el enunciado que cita (obviando la ironía de su título: “Domingo de locura”), prefiriendo esquivar aquel párrafo que lo enmarca y advierte: “La pelea por el rating en los últimos tiempos ya no tiene que ver con un costado económico, sino fundamentalmente con su parte política, llevando por momentos este enfrentamiento a niveles nunca antes vistos”.

A veces (sólo a veces), para algunos (sólo para algunos), la palabra no necesita otro fundamento que quien la emite, y la realidad objetiva no es más que un fraude a las sensaciones.




4 comentarios:

Moscón dijo...

¿Y Fabio Zerpa que dice?

profquesada dijo...

muy bueno Rucio, me gustó mucho. también encuentro parecidos entre las marcas dejadas en los campos por los alienígenas con las fantásticas mediciones de IBOPE, ambas parecen responder a una intencionalidad humana bien definida. La práctica es consetudinaria, ahora se la utiliza políticamente. Mal de muchos consuelo de tontos, eso se dice, lo que nos sucede -vida mía- sucede en muchas partes. el cuarto poder es ahora el segundo, el tercero son los fierros y el cuarto las instituciones políticas.
la democracia tutelada, bien gracias.

Daniel dijo...

O sea que hinchas hipnotizados por cincunstancias límites de Argentinos Jrs., River, Quilmes, Independiente, Newell's y San Martín de San Juan dejaron en una tercera parte de ver al partido que se resolvió con un segundo gol, unos cinco minutos antes de finalizar! Ayyyyy!!!!!!!!!

Michael Madison dijo...

«Bien sé que quienes se regodean en el misterio son amantes de la ignorancia.»