Hay que comprender que, tal como decía George Bernard Shaw respecto al inglés (*), el radical también “todo lo hace por principios”.
El radical se opone a una reforma constitucional que habilite la re-reelección de Cristina por principios republicanos, y reforma su propia carta orgánica para asegurar la re-reelección de Oscar Aguad como diputado, en defensa del principio de libertad del dirigente, amenazada por estar procesado por la nadería de afanarse 60 millones de dólares en Corrientes, intervenida durante el gobierno de la Alianza.
El radical se suma a la rebelión agrogarca de 2008, en defensa del principio del libre comercio afectado por la Resolución 125, y llena de levantiscos productores sus listas en 2009 respetando el principio de la representatividad “del campo”. En 2013, practicando el principio del pluralismo democrática, suma entre sus precandidatos a Martin Lousteau, el autor intelectual de la Resolución 125.
Fiel al paradigma, el radical entrerriano actúa con coherencia. Hace menos de una semana sentía que sus principios democráticos le imponía la necesidad de abrir sus listas por la puerta de la derecha, para que por ella ingresen el candidato PRO Alfredo de Angelis, y, por qué no (si era necesario pactar con el diablo populista para preservar las instituciones), hasta el propio patriarca de la disidencia peornista, Jorge Pedro Busti. Rechazada la iniciativa, recuerda que desde Alfonsín Padre, el centenario partido ha sido imbuído de principios progresistas, e intenta, sobre la hora del cierre de presentación de alianzas, recomponer la vieja amistad abandonada con el Partido Socialista. Allá van portando el cuadro de Simón Lázara, aunque muchos correligionarios sostengan que el principio “que se quiebre pero no se doble” es justificativo suficiente para encarar en soledad esta patriada electoral, o al menos, una excusa que los ayude a sobrellevar con cierta dignidad un probable nuevo rechazo. Hasta ahora el radicalismo sólo se atiene a una necesidad: el Diputado Atilio Benedetti debe mutar su condición a la de Senador, todo lo demás se puede charlar, respetando el sano principio del diálogo.
En cambio, en otro sector de la política entrerriana, lo que impera es el más puro pragmatismo. Los dinosaurios no están dispuestos a ver pasivamente como cae el meteorito exterminador. Nada es óbice suficiente para impedir la masiva inmolación, si Emilio Martinez Garbino sentenció desde la altura de un preclaro estadista (según aportó L. Siegrist via feisbuc) “No quiero sobrevalorizar lo que para mí no hay que sobrevalorizar, no puedo poner en el centro de la escena a la vedette. Si hacemos la reconstrucción política y asumimos nuestra responsabilidad no puede ser que al eje vertebral de la política traigamos la vedette” (absteniéndose de caer en la vulgaridad poco original “no quiero pagar por el pito más que lo que el pito vale”), no hay por qué entender su afirmación como una negativa a ser parte del reparto en la marquesina de De Angelis, ni a colocarse el conchero.
Si Jorge Pedro Busti dice que toda alternativa al kircherismo debe construirse desde el peronismo, y elige participar del portazo delachotista que el 1° de mayo dejara encerrado a Macri en los estrechos límites de la General Paz, no puede colegirse que ello implique que él relegue su participación en el emprendimiento PRO, sólo que (por problemas de cartel) será su esposa la que ocupará el rol de partenaire de esa vaca sagrada en que se ha erigido Alfredo de Angeli.
Todo es cuestión de correctas interpretaciones y así eludiremos cualquier sobresalto ante el nacimiento de una nueva mutación política vernácula: el PRO–peornismo transgénico. El producto de probeta, típica y orgullosamente entrerriano, palidece de envidia a la mismísima oveja Dolly, porque si algo faltaría para completar el lujurioso menjunje, es una célula madre radical perdida en la sopa primordial, aporte genético que estaría dispuesto a donar Sergio Varisco y su renodoxo “Movimiento Yrigoyenista”.
La nueva política con paleolíticos actores está entre nosotros, aunque no sabemos si para quedarse.
¡Hay Expectativa!: La página partidaria “Radicalismo Entrerriano”, nos contaba el 5 de junio que “Benedetti muestra una encuesta que desmiente a De Angeli”. La reveladora crónica se despliega así: El estudio, terminado el lunes, le da al radical una intención de votos dos puntos por encima del dirigente rural. Y una proyección de imagen 15 puntos superior. Además presenta la fórmula Benedetti senador – De Angeli diputado como la potencialmente más votada de la oposición... Cuando se pregunta a qué candidato a senador votaría, las respuestas son: el candidato de Urribarri (31%), Benedetti por la UCR (16,9%), De Angeli por el PRO (14,9%), Busti por el Peronismo Federal (13,9%) y Lisando Viale por Socialismo-GEN (5,9%)”. Palabra de radicales, que son gente de principios.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. El "candidato de Urribarri" es uno de los secretos de estado mejor guardados desde el asesinato de Kennedy para acá. Lo que justificaría la desesperanza de cualquier opositor (incluso su suicidio en masa) es que, sea quien sea el agraciado, arranca con una intención de voto superior a cualquiera antes aún de que alguien de la casa Gris lo llame y le diga “che ¿Qué tenés pensado hacer los próximos 6 años?”.
Tanto despliegue de luces, tanto revuelo de plumas opositoras, para que terminen reconociendo que presentan a Zulma Lobato. Deber ser triste, cuando no frustrante.
En fin, bien harían varios en escuchar más al irlandés aquel, y proceder en consecuencia: “Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos”. Mientras no lo hagan, en un incomprensible argot fuera del alcance del entendimiento de las élites opositoras, seguiremos cantando:
“¡Qué lindo se pone el campo
Cuando la lluvia lo moja!,
La tierra está blandita
Para plantar la cebolla”.
P.D.: Se confirma la especulación respecto al nuevo rebote radical y la reafirmación de su carácter UCéRrimo. El Partido Socialista, el GEM, Proyecto Sur y el MST de Entre Ríos se inscribieron como frente electoral dejando a los seguidores del ideario de Alvear y Tamborini en la soledad más absoluta. Desde la oscuridad de los tiempos, y ante la pérdida del último bastión aliancista, la Sultana Aixa increpa a Benedetti "no llores como centroizquierdista lo que no supiste construir como derechista".
(*) El inglés “Todo lo hace por principios: Guerrea por principios patrióticos; esclaviza por principios imperialistas; oprime por principios de fuerza; roba por principios de comercio; sostiene a su Rey por principios de lealtad y lo decapita por principios democráticos”. (Bernard Shaw)
1 comentario:
como entrerriana me marearon estos muchachos, solo les pido que no
usen en vano el nombre del Pancho!
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