Al
Comisario se le termina la paciencia, reflexiona sobre lo espinoso que pinta el caso, muchas ingógnitas, gente influyente involucrada... "mala mezcla" se dice. Se pregunta si tenía algún sentido
consultar a Herminio Pérez sobre este asunto o si era una nueva pérdida
lastimosa de su tiempo. Mira su reloj, comprueba que las tres horas que le pidió
a solas en la sala de video expiraron, y mientras imparte la orden de ingresar con
un cabezazo al Sargento Rosales, abre la puerta.
-
Bueno Herminio
¿que tenemos?
-
Herquils, se lo tengo dicho, prefiero Herquils Puaró –contesta el detective
privado, echado para atrás en la silla, mientras se retuerce el bigote.
-
O.K., Herquils
o como quiera que lo llame, espero se haya ganado lo que se le paga como
consultor y no haya dilapidado mi tiempo… ¿que tiene?
-
Nuestro hombre
es bombero, conocía a los vigiladores del country y tampoco era extraño a los
de la casa.
-
¡Sorprendente!
¿Qué nos perdimos para no arribar a tal conclusión?
-
Sencillo
Comisario, lo de bombero lo deduzco por su chaqueta ¿ve ahí cuando se pone de
espaldas a la cámara de seguridad? Dice “bomberos” en letras refractantes. Además
de eso, en el vértice superior derecho de la imagen se alcanza a divisar la
trompa de la autobomba.
-
Notable
deducción Puaró, notable. Claro, conoce a los vigiladotes porque habitualmente
lleva agua para llenar las piletas de natación… por eso, a pesar de lo evidente
pasó desapercibido.
-
Psé… puede ser.
Pero observe bien… el Natalia-Natalia en el minuto 24 con 46 segundos, mira a
la cámara y dice “saludos al Chueco y Luisito que sé que me están mirando.
Quiero aprovechar la oportunidad para que le comuniquen mis más fervientes
deseos de que pase un muy feliz cumpleaños a Alcides Acevedo, cuando esta noche
se junten a festejarlo en el bar “El Óbice” de los hermanos Rodriguez. Hagan un
brindis por mí che, que no voy a poder estar porque estoy de servicio”.
-
No me tome el
pelo Puaró, la grabación no tiene sonido.
-
Sé leer los
labios Comisario, sé leer los labios. Recuerde que en mis años mozos me dediqué
al arbitraje, por entonces los cursos de detective privado por correspondencia
no gozaban de gran prestigio que digamos, y debí ganarme la vida de ese modo…
si habré expulsado jugadores por mascullar barbaridades sobre mi mamá. En fin…
otros tiempos…
-
Ahora… Ud. dice
que también era conocido de la gente de la casa… es una hipótesis atrevida la
suya.
-
Hipótesis las
pelotas. Mire acá –dice adelantando el video- va directo a la maceta del malvón
y saca de ahí la llave. ¿cómo sabía que estaba ahí?
-
Hmmm… quizás
algo que ver con el personal doméstico, no se puede confiar en esa gente…
-
Me temo que se
equivoca nuevamente Comisario… puede que alguna relación de ese tipo exista,
pero me huele a coartada… una agachada para encubrir algo entre los dueños de
casa.
-
Definitivamente,
Ud. es un atrevido Puaró, el Comendador es una persona seria y su esposa, una recatada
señora que colabora con su gestión. Son una pareja modelo, gente de familia,
como uno…
-
Esos son los
peores.
-
¿Cómo se
atreve?
-
Vaaamos Comisario!
no se haga… estoy seguro que la Triguesa
Mabragaña y la Tetona
Flores cuentan con elementos de convicción suficientes como
para desmentirlo… aparte su presencia habitual en el lugar de atención está
registrada por la cámara de grabación de la esquina de Dragoneante Ugarteche y
Avenida de los Residuales.
-
¡Pero que
dice! ¡Hacer esas imputaciones delante de mi subordinado!
-
¿Quién? ¿El
Sargento Rosales? Mire cómo se pone colorado… como si no se supiera que él hace
los adicionales atendiendo la barra del “Colitas Frescas”, el piringundín que
funciona atrás del Casino.
-
Bueno, bueno… bueno,
basta de comentarios inconducentes que nada tienen que ver con la dilucidación
del hecho que nos ocupa… estábamos en que, probablemente, el móvil del
infractor estuviera relacionado con asuntos familiares ¿en qué basa su acusación,
si se puede saber?
-
En la calle se
encuentran los indicios, mi estimado. En la cola para comprar el pan de Moreno,
el jueves pasado escuché el comentario entre dos comadres vecinas del Barrio
Cerrado en marras. Eran, para ser más preciso, la mejicana Juarez del Cartel y
Mercedes Felicitas de los Milagros Vives de Arriba y Renta, señoras finas de
indubitadas reputación y habituadas a la práctica del caceroleo. Ellas
comentaban que la pareja hacía ya rato que vivía separada, que guardaban la
apariencia nomás por cuestiones de no afectar la buena imagen de la que gozan y
para no ser comidilla del Barrio.
-
Es entendible,
imagine si se enteran los periodistas…
-
Naaa… Luis
Sanchez, mi amigo paparazzi me dijo que sus colegas estaban todos enterados,
pero tenían órdenes terminantes de arriba de no publicar nada.
-
Sin embargo,
ella es una fiel colaboradora de su marido, todo el mundo lo sabe.
-
Psé… conozco
unos cuantos que, para evitar escándalos, y para no tener que pasar alimentos
de su bolsillo, conchaban a sus ex en el Estado. De ser este el caso, afirma la
hipótesis.
-
¿…?
-
Elemental mi
querido comisario, como gusta decir al amigo Yerloc*… En la función la Ñorase
accede a información sensible y comprometedora, una nunca sabe cuando se acaba
el changüí, así que mejor prevenir poniéndola a buen resguardo. Y dígame ¿Qué fue
casualmente lo que se llevó el individuo? Ni joyas, ni dinero, ni algún plasma…
la PC.
-
A ver, me
parece que acá cayó en una contradicción… ¿qué necesidad entonces de mostrarse?
Si la señora sigue viviendo en el country era probable que los vigiladotes le
cuenten lo que vieron…
-
Impunitaje le llaman. A
Ud. lo seduce lo obvio Comisario… pero se le escapa un detalle ¿Quién paga las
expensas y habilita el barrio a pesar de que no cuenta con servicios municipales básicos?
-
¿Entonces
descartamos la hipótesis del escándalo de campaña?
-
No lo haga… aún
es prematuro, tampoco abandone la conjetura del pata de lana despechado.
(¿continuará?)
*
nota. Refiere a Yerloc Jolmes: seudónimo profesional de Joaquin (a. “el Rata”)
Pereba Duarte, ex cerrajero, actual consultor de seguridad del Municipio,
condiscípulo de Hequils Puaró en la carrera de Detective Privado por
correspondencia en Academias Ilvem. Posee un postgrado en decodificación de
mensajes cifrados.
4 comentarios:
Si no continúa... ¡se pudre todo, eh!
Loco este relato es una masa men!!
Lo voy a publicar en mi blog, no te conocía. Excelente el relato ficcionado. Una massa.
Tito
¿continuará?
Publicar un comentario