miércoles, 22 de mayo de 2013

Clarín, Macri y el juego de la eterna dilación.


¿Qué sentenciarán los Supremos respecto a la Ley de medios? Para mí es una incógnita, parece que para Magnetto también. Si partimos de este supuesto podemos entender el porqué de la jugada del DNU de Macri, algo que va bastante mas allá que una puesta circense.




Que la afirmación sobre la posible intervención de Clarín por parte de gobierno, arrojada por Morales Solá y preciosamente adornada con violines de fondo por Lanata, resulte absurdamente inverosímil no es una cuestión relevante a los fines buscados. Después de todo, no se trata de una cuestión puesta a debate ni de una cuestión que necesie de prueba alguna, sino un goebeliano “globo de ensayo” cuyo única finalidad fue poner en juego la maquinaria político-institucional de la CABA.

De aprobarse el engendro macrista (de hecho, ya se encuentra en vigencia), implicaría una herramienta útil para articular una nueva dilación a la desinversión que la Ley de Servicios Audiovisuales le impone al Grupo Clarín, un nuevo laberinto jurídico predispuesto para embarrar nuevamente la discusión, desviando la cuestión principal sobre los alcances de la medida respecto a una excepción territorial y de competencia tribunalicia. Por ello también la invitación de crear “dos, tres, veinticuatro Vietnam”, a la que se muestran proclives tanto De la Chota como los santafesinos sojalistas, cuestionando el alcance Nacional de una ley y obligando a librar (de ser posible) tantas batallas legales como provincias existan.

¿Qué la Corte ya hace un año se expidió sobre la inconstitucionalidad de semejantes pretensiones provinciales? No importa, lo que cuenta es el tiempo necesario para que el pueblo reconsidere su adhesión al kirchnerismo, o para que un nuevo gobernante de este mismo signo (pero más condescendiente con los intereses hegemónicos) decida abandonar la pelea por la democratización de la palabra.

La ley que limita temporalmente las cautelares contra leyes y medidas de gobierno (habida cuenta de la presunción de legitimidad de que gozan, debiera ser una perogrullada, pero el vedetismo judicial lo hizo necesario), también golpeó en la línea de flotación de la estrategia claringuista. Ya no le basta con la colonización espacios dentro de un poder del Estado (justamente de aquel con más sesgo aristocrático y, aún hoy, más abstraído del juicio democrático), le fue necesario un replanteo que alcance a los niveles de resolución del poder político, segmentado por la vigencia del federalismo, en un intento de crear nichos de absolutismo empresarial, una suerte de Isla de La Tortuga o de paraísos de impunidad dentro del mismo territorio de la Nación.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

El DNU de Macri, bien pudo haber sido aconsejado por Lorenzetti.

Moscón dijo...

Si el intendente porteño puede al resto de la nación es una muestra mas del país ficticio que vivimos.
Si no lo puede,es una muestra mas del país ficticio que vivimos.
Intendencia versus presidencia.
¿Que era eso de país Federal?No me jodan.¿Esto es en serio?
¿Hasta cuando buenos aires conjugando al resto de las provincias?

Javier dijo...

Pero estamos hablando solo de la CABA , digamos poner al mismo limite que no se aplique el articulo de una ley con que tenga mas dificultad en aplicarse en un municipio determinado hay una distancia grande , en todo caso los intereses que defienden claron estarian solamente en la CABA y Cordoba , entonces seria mucho menos poderoso de lo que nos dicen

tatincito dijo...

¿Tendría juridicidad un DNU de Cristina circunscribiendo el alcance de los DNU estilo Macri solo a la propia jurisdicción?

Sería un golpe de efecto genial. Como un golpe ahí, donde duele mucho.

Anónimo dijo...

¡Ya esta! la pedorra jugada del tilingo fue para atrás.