viernes, 31 de mayo de 2013

Nos siguen tirando con cebita.


En abril de 2010 fue rutilante noticia: el ex embajador argentino en Venezuela, en un rapto lucacarrasquense, implicaba a Kirchner y De Vido en un escándalo de corrupción. 3 años después, la “prensa independiente” oculta cuidadosamente que hizo agua ante la justicia la maniobra mediática. Pasó también con Skanska, está pasando con el Schoklender gate y pasará con las lanatíades. Sin embargo ¿siempre se corre el riesgo que el bombardeo saturación produzca mella en la confianza pública y produzca alguna deserción (al menos transitoriamente y por el lapso de tiempo que resulte necesario para “desfacer el entuerto”)?. De ser así, el republicano principio de la periodicidad de los mandatos y la bianualidad de las elecciones amenazarían a repetir el desagradable desatino de la formación del parlamentariamente mayoritario “grupo A”.




Pero resulta que, en medio de la metralla deslegitimadora, las encuestas ponen a la intención de voto favorable al kirchnerismo por encima del 50%, seguido a placé, 37 puntos atrás, por un caballo que tiene la cola atada a la gatera (Macri no logra sortear el insalvable obstáculo que representa la Gral. Paz). Por eso digo que, en realidad, nos están tirando con cebita: hace ruido, un poco de humo, pero tenés que ser muy tarado para que te queme. Así como ellos juegan a la deslegitimación mediante denuncias mediáticas de corrupción, también es cierto que terminan pagando la factura del efecto boomerang por el exceso de ruido y escasez de nueces. Por la ausencia de resultados reales de las desconfianzas instaladas, son juzgados desde el pragmatismo exitista de una audiencia irracional y con un bajo umbral de tolerancia al fracaso.

Llega un punto en que el goebbelsiano método de tapar una noticia (un escándalo que se desinfló) con otra (una nueva denuncia) resulta insuficiente ante una audiencia que empieza a desconfiar si todo el circo no es más que gregrerismo  propio de los tiempos preelectorales. Más en épocas donde la dialéctica medio “independiente”-candidato opositor, más que favorecer y potenciar el protagonismo del segundo, ha dado como resultado el híbrido “medio opositor” (que absorbe ambos roles), es decir, un ente incapaz de postularse como candidato, pero que no puede ocultar su tendenciosa prédica ni su pertenencia ideológica. Esto termina restando más de lo que suma a las apetencias de quienes pretenden pisar la arena democrática para competir con el oficialismo.

Alertado de la presencia de esta complicidad, toda ponencia y toda denuncia deja de ser proclive a constituir una mayoría de oyentes-televidentes-lectores que consumen mansamente, perdiendo terreno ante los que tamizan a través de la conciencia de ciudadano, esos que sintetizan la redundancia denuncista en un “de vuelta la chancha al maizal”. A medida que se acerca el momento crítico de las elecciones, el primer universo tiende a empequeñecerse y dispersarse, mientras que el segundo se expande consciente de su rol activo y tiende a unificarse tras postulados concretos, despreciando el discurso insustancial de la inconsistente presunción de la corrupción estructural K, para priorizar el sostenimiento de las realidades tangibles. Es cuando, ante la ausencia propositiva opositora, frente a la inexistencia de logros patentes, la ecuación favorece nuevamente al oficialismo.


El hecho que la propuesta de “lista única opositora para el Consejo de la Magistratura” enarbolada por Alfonso Prat Gay empiece a ganar  entusiastas adhesiones, viene a rubricar en la práctica la tesis de la impotencia electoral de la táctica opositora. La lucha por la designación de los consejeros abogados y jueces del CM representa un último bastión donde guarnecer los privilegios de las corporaciones. 

El triste desempeño de los agrodiputados incorporados en 2009 desde una multitud de listas, (aunque sumaran cuantitativamente al “Grupo A”) y la paupérrima perfomance parlamentaria de una mayoría lograda a fuerza de amontonamiento, ha hecho repensar la táctica y valorar que es mejor acatar la máxima republicana (atribuida al filósofo autodidacto Rucius de Barataria): “dad a los políticos lo que es de la política (los legisladores) y dejad a las corporaciones solazarse al amparo judicial. Después una mano lavará a la otra, y las dos, les meterán el dedo en el culo”.  



3 comentarios:

Daniel dijo...

Yo no se si esta gente no se dio cuenta que los que deben renovar sustancialmente bancas son ellos.
Mientras tanto siguen hueveando atrás de Lanata que ayer se metió con... Fantino!!!
El próximo ha de ser Jacobo Winogrand y ya estamos hecho.
Sigan así muchachos, si no hubiesen hecho NADA desde el 2007 hasta ahora hoy, tendrían mas votos. En el fútbol por lo menos te vas a la B y te esforzás entonces por volver a subir de categoría; renovás dirección y plantel y esas cosas. Estos siguen con el mismo director técnicos y con el mismo equipo de troncos como si nada y ya están en la Z. Ayyy.

Moscón dijo...

Las otroras poderosas operaciones de prensa del grupo,gracias al abuso desesperado,han sido gastadas hasta convertirse en chimentos y puteríos de peluquería.Dentro de poco las fuentes fidedignas serán los peluqueros.

Luis Quijote dijo...

Lamentablemente es así.
La presi dijo (por las inundaciones) que ella había ido a los lugares, no como otros mandatarios que "miraban para otro lado". Entendí que el palo era para Maurizio pero, en Radio Del Plata (que no es totalmente anti K), comentaron que el palo era para Scioli.

Ayer, Marcelo Zlotogwiazda (misma emisora) hablaba sobre los militantes a quienes se encomendó hacer el control de precios en los Supermercados.
Se comunicó con un intendente para preguntarle si la tarea era paga y cuanto cobraban. ¡Oh, casualidad!... Se comunicó con Juan Patricio Mussi de Berazategui, donde NO HAY NINGUNO de los Super grandes, solo algún "chino" que NO FIRMARON el acuerdo aunque acordaron cumplirlo.

Ni Mussi ni Zloto lo aclararon.